Barcelona quiere echar el freno a los clubes de marihuana
El Ayuntamiento comprobar¨¢ que el uso de esos locales tiene, como dicen muchos en sus estatutos, un objetivo terap¨¦utico
![Un socio fumando en la Asociaci¨®n Barcelonesa Cann¨¢bica de Autoconsumo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UHBFV7PMLXI7OI5XVN3Z7K4I64.jpg?auth=3cb028e0c48374ef9ad3addadade2fce6a41d1dca731ba7dcdf320b5cf5813f3&width=414)
Barcelona quiere poner coto a la ¡°proliferaci¨®n¡± de las asociaciones cann¨¢bicas, donde los socios compran y consumen marihuana. El Ayuntamiento tan siquiera sabe la cifra oficial de estos locales, tiene contabilizados unas 200, la mayor¨ªa en el centro de la ciudad. Hace apenas dos a?os, solo hab¨ªa 40 en toda Catalu?a. Primero comprobar¨¢n que todos pertenecen a asociaciones legalmente constituida; despu¨¦s indagar¨¢n en sus estatutos para determinar qu¨¦ finalidad persiguen estas entidades. Las primeras investigaciones indican que el objetivo declarado es en muchos casos es el consumo terap¨¦utico de marihuana. ?Se cumple eso? En caso contrario, el Ayuntamiento ordenar¨¢ el precinto del espacio.
Esta v¨ªa, que copia el modelo californiano, que solo permite el consumo terap¨¦utico, destapa un sinf¨ªn de problemas y litigios, fruto del vac¨ªo legal que rodea el consumo de la marihuana. En Catalu?a, este descontrol se evidenci¨® a principios de 2012, durante la pol¨¦mica que gener¨® la intenci¨®n del Ayuntamiento de Rasquera (Ribera d¡¯Ebre) de ceder unos terrenos a la Asociaci¨®n Barcelonesa Cann¨¢bica de Autoconsumo para que plantara marihuana para sus socios.
El debate que gener¨® esta operaci¨®n, que reportar¨ªa unos ingresos de 1,3 millones de euros en dos a?os para el municipio, desnud¨® la improvisaci¨®n de las Administraciones. El entonces consejero de Interior, Felip Puig, lleg¨® a decir que ten¨ªa que consultar con el departamento de Justicia y con la fiscal¨ªa para saber si la actuaci¨®n del Ayuntamiento era legal. Finalmente, fue el juzgado de lo contencioso administrativo de Tarragona quien anul¨® los acuerdos entre el municipio y la asociaci¨®n. La sentencia est¨¢ recurrida por el alcalde.
El principal escollo que va a encontrar el Ayuntamiento de Barcelona es que solo los jueces pueden determinar si una asociaci¨®n cumple o no con sus estatutos. El abogado penalista Mart¨ª C¨¤noves explica que las entidades cann¨¢bicas est¨¢n a favor de la regularizaci¨®n, pero siempre que se reconozcan sus derechos. C¨¤noves opina que el Ayuntamiento no puede hacer mucho m¨¢s que una normativa que regule las condiciones del local.
Esta es la segunda puerta por la que quiere entrar el Ayuntamiento de Barcelona. Pretende aprobar una nueva normativa que limite el aforo de estos locales, que les obligue a instalar una salida de humos e incluso que limite su actividad a un horario.
Adem¨¢s del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat tambi¨¦n est¨¢ buscando la manera de regular estos espacios junto con la fiscal¨ªa y prepara un informe con las primeras conclusiones.
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