Peque?o gran musical
'Marry Me a Little', a partir de temas de Stephen Sondheim, merece durar mucho y acabar bien
Como quien hace una bufanda con los restos de los ovillos de otras labores; as¨ª es como Craig Lucas y Norman Rene tejieron Marry me a Little (C¨¢sate un poco conmigo), a partir de temas de Stephen Sondheim que a¨²n no hab¨ªan subido al escenario -es el caso de los de Saturday Night- o que fueron?descartados de A Little Night Music, Follies, Company, Anyone Can Whistle, The Girls of Summer o A Funny Thing Happened on the Way to the Forum. Se trata por tanto de un trabajo de encaje para dar con una bonita historia de amor sin di¨¢logos entre dos desconocidos que en realidad viven en el mismo edificio, uno encima del otro. La acci¨®n tiene lugar en sus respectivos apartamentos a lo largo de un s¨¢bado por la noche, que es cuando la soledad pesa m¨¢s, y se limita a las fantas¨ªas y enso?aciones de cada uno mientras se preparan la cena o leen un rato antes de irse a dormir. En este contexto, unas canciones se siguen a otras y, aunque no nos resulten familiares, identificaremos la batuta de su autor, esas melod¨ªas que son estados de ¨¢nimos y cuyo tempo parece ir en contra de sus protagonistas.
MARRY ME A LITTLE
M¨²sica: Stephen Sondheim. Dramaturgia: Craig Lucas, Norman Rene. Direcci¨®n: Toni Mart¨ªn. Direcci¨®n musical: Xavier Torras. Int¨¦rpretes: Mone Teruel, Toni Vi?als.
Teatre Lliure, Espai Lliure, Barcelona. Hasta el 22 de diciembre.
La idea de este reciclaje musical es maravillosa y los escasos requisitos que pide -cuatro elementos que nos sit¨²en en un apartamento (el mismo sirve para los dos pues al estar superpuestos son id¨¦nticos) y dos ¨²nicos int¨¦rpretes- hacen de Marry me un musical de f¨¢cil producci¨®n. Ha tenido varias adaptaciones desde su estreno, en la d¨¦cada de los 80, con m¨¢s o menos canciones y personajes; lleg¨® a montarse una en la que la pareja protagonista era homosexual, y otra con dos parejas. La que nos presentan Toni Mart¨ªn y Xavier Torras acaba mejor que la original, pues en esta chico y chica, aqu¨ª Toni Vi?als y Mone Teruel, finalmente se encuentran y se enamoran a primera vista, mientras que en aquella ambos acababan cada uno en su cama con el resignado tema It Wasn¡¯t Meant to Happen (No estaba destinado a suceder), descartado de Follies.
Personalmente prefiero el final menos feliz, me parece m¨¢s Sondheim, pero reconozco que el recurso usado para justificar el encuentro entre chico y chica tiene gracia y nos permite comprobar que Toni Vi?als no solo tiene buena voz y planta, sino que tambi¨¦n sabe bailar claqu¨¦. Por su complicidad con Mone Teruel, por la buena voz y soltura de esta cantante y actriz que ya hab¨ªa interpretado otros Sondheim como Company o Into The Woods (Boscos endins); por los recursos esc¨¦nicos que crean la atm¨®sfera de cada tema; por el piano y los arreglos de Xavier Torras y por las estupendas versiones al catal¨¢n de las letras de las canciones a cargo de Roser Batalla, sin una sola s¨ªlaba que rechine ni acentos fuera de lugar, por todo ello este musical que cabe en el peque?o espacio del Espai Lliure merece durar mucho y acabar bien.
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