¡°La represi¨®n no acabar¨¢ con la indignaci¨®n, al contrario¡±
Jos¨¦ Mar¨ªa Manjavacas es profesor de Antropolog¨ªa Social de la Universidad de C¨®rdoba
Jos¨¦ Mar¨ªa Manjavacas (C¨¢diz, 1962) es profesor interino de Antropolog¨ªa Social de la Universidad de C¨®rdoba. Parte de su carrera se ha centrado en el estudio de los fen¨®menos de movimientos organizativos y sociales. Eso quiere decir que, hoy por hoy, visto el efervescente universo surgido del 15-M, no le falta el trabajo. Hace unos d¨ªas invit¨® a los colectivos Yayoflautas, Stop Desahucios y el Centro Social Rey Heredia de C¨®rdoba ¡ªun antiguo colegio p¨²blico ocupado por activistas desde hace dos meses¡ª a participar en una charla con alumnos. Una actividad m¨¢s en una asignatura que pr¨¢cticamente cambia al mismo ritmo que lo hace el fen¨®meno organizativo social en la calle.
Pregunta. Da la impresi¨®n de que desde que estall¨® la crisis los movimientos sociales tienen mucha m¨¢s presencia.
Respuesta. De una manera tan sostenida en el tiempo, con tanta participaci¨®n, creo que no hemos conocido un fen¨®meno igual en Andaluc¨ªa desde las grandes movilizaciones de la Transici¨®n. Tuvimos el movimiento autonomista, los anti OTAN, feministas, ecologistas y el 0,7%. Pero todo eso se vertebr¨® con mucha m¨¢s rotundidad en el movimiento 15-M. Es curioso c¨®mo un grupo muy reducido y heterog¨¦neo de j¨®venes, en alg¨²n caso con experiencia pol¨ªtica difusa, empez¨® a conectar a trav¨¦s de redes sociales y a realizar acciones sin carga pol¨ªtica clara pero con una gran carga ideol¨®gica. Es una generaci¨®n criada en una democracia formal que ha asumido sus derechos pero que, cuando le ha llegado la hora de independizarse, no los han encontrado. Y han dicho: ¡°?D¨®nde est¨¢ todo esto que nos hab¨¦is contado?¡±. Aquello termin¨® derivando en las manifestaciones del 15 de mayo de 2011, con un ¨¦xito sorprendente incluso para los convocantes.
P. Pero lo que hay ahora ya no es el 15-M.
R. No. Pero nada de lo que ha ocurrido se entender¨ªa sin ¨¦l. Hoy tenemos nuevos colectivos asociativos con una carga de valores humanos novedoso y muy interesantes. Stop Desahucios dedica una parte muy importante de su trabajo al establecimiento de pr¨¢cticas y redes de apoyo mutuo, por ejemplo. Eso es algo que est¨¢ en los or¨ªgenes mismos del movimiento obrero, pero en el ¨²ltimo medio siglo de movimientos sociales esa recuperaci¨®n es muy novedosa. Que en el colegio abandonado Rey Heredia se est¨¦n dando cerca de 100 comidas diarias a personas sin recursos es algo que ellos mismos no habr¨ªan imaginado.
Otros movimientos sociales
El profesor Jos¨¦ Mar¨ªa Manjavacas se form¨® en la Universidad de Sevilla, donde estudi¨® Historia y Antropolog¨ªa. Su inter¨¦s por los movimientos sociales despert¨® pronto y en Sevilla se integr¨® en el Grupo de Estudios de las Identidades Socioculturales en Andaluc¨ªa. En Portugal, sigui¨® su formaci¨®n dentro del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra. Desde 2009 da clases en la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de C¨®rdoba. All¨ª, junto a un equipo de compa?eros que conforman el colectivo Etnoc¨®rdoba, sigue varias l¨ªneas de investigaci¨®n. Estudia la antropolog¨ªa pol¨ªtica y de los movimientos sociales de C¨®rdoba, tambi¨¦n aborda temas relacionados con la mejora de la calidad democr¨¢tica y analiza la aplicaci¨®n de la democracia representativa y participativa.
P. ?Qu¨¦ opina del proyecto de reforma de la ley de seguridad ciudadana?
R. Es una barbaridad. De todo lo que hemos vivido en la democracia, salvando la entrada de Tejero en el Congreso en 1981 y ciertos movimientos militares similares, este es el golpe ¡ªsin tanques¡ª m¨¢s directo contra la precaria democracia en que vivimos. Esta ley no es para la seguridad, es para la contenci¨®n de una ciudadan¨ªa indignada. Para conseguir seguridad ciudadana lo que hay que hacer es garantizar los servicios: la educaci¨®n, la sanidad p¨²blica. Este proyecto de ley es solo para garantizar la seguridad de unas ¨¦lites que est¨¢n preocupadas porque un sector ha dicho basta y se est¨¢ organizando.
P. Una organizaci¨®n que tampoco parece violenta.
R. Una de las caracter¨ªsticas de los movimientos generados en estos ¨²ltimos a?os es su car¨¢cter no violento, adem¨¢s de su horizontalidad democr¨¢tica por su funcionamiento asambleario. Como mucho, tiene un componente de desobediencia civil. En Andaluc¨ªa no conocemos ninguna acci¨®n violenta de relevancia de las nuevas expresiones sociales.
P. ?Un escrache es violencia?
R. El escrache es el leg¨ªtimo derecho que asiste a la ciudadan¨ªa a plantear el descontento ante representantes p¨²blicos que prometen una cosa y hacen la contraria. Si entendemos como escrache ir a decirle a unas personas en p¨²blico lo que parte de la ciudadan¨ªa piensa de ellos es una forma de autodefensa.
P. ?Ir a sus casas, incluso?
R. Hacerles ver a los gobernantes que su actuaci¨®n tiene un costo me parece leg¨ªtimo. Si no se levanta la mano a nadie, no se tira una piedra ni se amenaza, no es violencia. La violencia es desahuciar a las familias.
P. Si esta ley se aprobase en los t¨¦rminos planteados, ?se puede prever un cambio de estrategia?
R. No lo sabemos todav¨ªa. Pero por experiencias como la represi¨®n al SAT, creo que la represi¨®n no acaba con la indignaci¨®n, al contrario. Pero no podemos olvidar que en Espa?a hay un problema estructural en los movimientos sociales y en la acci¨®n pol¨ªtica que es el miedo. El miedo existe desde la Guerra Civil, la dictadura y el principio de la democracia. Esta ley es una nueva vuelta de tuerca en ese sentido. Pero las asociaciones sociales no creo que se retrotraigan. Posiblemente inventen nuevas estrategias y nos sorprendan, porque estos nuevos colectivos tienen una gran capacidad de inventiva. En ellos hay gente joven muy lista y, por cierto, de procedencia popular y formada en la universidad p¨²blica que democratiz¨® el acceso a la ense?anza superior. Y a m¨¢s de un gobernante eso no debe hacerle ninguna gracia.
P. ?C¨®mo surge la jornada celebrada hace unos d¨ªas?
R. Es una iniciativa que desarrollo hace varios cursos y que se llama Aula Abierta. Invitamos a investigadores o personas relevantes de la vida social, incluyendo a activistas sociales, para que expongan sus trabajos, inquietudes y forma de organizaci¨®n. Tratamos los temas con los alumnos antes de los actos y luego ellos les plantean sus dudas y cuestiones cr¨ªticamente. En Aula Abierta abordamos muchos campos que no se tratan en la vida acad¨¦mica o en los medios de comunicaci¨®n. En este contexto, invitamos a representantes de Yayoflautas, Stop Desahucios y el Centro Social Rey Heredia.
P. Y estudian todos estos fen¨®menos desde un punto de vista cient¨ªfico.
R. Con una serie de t¨¦cnicas que combinan el acceso y tratamiento de datos cuantitativos con otros cualitativos a trav¨¦s del trabajo de campo etnogr¨¢fico. Lo b¨¢sico es estudiar los fen¨®menos sociales desde dentro de una manera pautada y pormenorizada para abordar conceptos que ser¨ªan de dif¨ªcil evaluaci¨®n solo con los n¨²meros. Invito a mis alumnos a que lo estudien desde el pensamiento cr¨ªtico y desde la libertad de posicionamientos pol¨ªticos y religiosos. Y por lo general, los estudiantes se identifican con estas nuevas expresiones m¨¢s de lo que pod¨ªa ocurrir hace 10 a?os.
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