Una juez impidi¨® investigar un nuevo caso de tr¨¢fico de f¨¢rmacos en Galicia

Los agentes antidroga de la Guardia Civil de Lugo ten¨ªan s¨®lidas sospechas de lo que se iban a topar dentro del almac¨¦n de Celtifarma en Monforte, pero la juez del n¨²mero 1, en funciones de guardia, les neg¨® la orden de entrada y registro, imprescindible para acceder a las instalaciones. Seg¨²n aclar¨® hoy el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, el juzgado deneg¨® esta medida ¡°porque no era proporcional con el fin perseguido", ya que los agentes "dudaban sobre la calificaci¨®n jur¨ªdica de las infracciones¡±. La titular del 1 se inhibi¨® despu¨¦s en favor del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2, que enseguida plante¨® una cuesti¨®n de competencia negativa bas¨¢ndose en que la sede social de la empresa estaba en Madrid. Sin embargo, la sala de lo Penal del Supremo acaba de dictar sentencia: es la juez de Monforte, y no una sala de la capital de Espa?a, la que tiene que asumir el caso. Cuando el EDOA quiso registrar la nave, el a?o pasado, Celtifarma ten¨ªa montado su negocio a orillas del Cabe, pese a que en el Registro Mercantil apareciesen diversos domicilios en otras localidades como A Coru?a y Madrid.

Lo de la capital de Espa?a, a pesar de que aparece como domicilio de varias sociedades del grupo, compuesto entre otras por Gerifarma y Farmatrust, no era m¨¢s que un simple buz¨®n al que alguien, ¡°varias veces al mes¡±, como indica el fallo del Supremo, acud¨ªa a recoger la correspondencia. Fuentes vinculadas a la investigaci¨®n aseguran que las consecuencias de la decisi¨®n de no dar la orden de registro tomada por el juzgado n¨²mero 1 fueron demoledoras para una operaci¨®n que aspiraba a destapar otro caso Dorribo: una supuesta trama de exportaci¨®n de medicamentos, incluidos psicof¨¢rmacos, captados fraudulentamente en boticas asociadas para ser vendidos con un ampl¨ªsimo margen de beneficio en otros pa¨ªses donde las medicinas no est¨¢n subvencionadas como en Espa?a.

Seg¨²n explican estas personas, la juez no solo no dio la orden de registro, sino que deneg¨® la identificaci¨®n del titular de una l¨ªnea de tel¨¦fono a la que los agentes deb¨ªan seguir el rastro para confirmar ¡°los hechos delictivos de los que hab¨ªa tenido conocimiento la comandancia de Lugo¡±. Y por si fuera poco, consideran que alguien aprovech¨® la informaci¨®n facilitada por los investigadores a los juzgados para alertar a los propietarios de la sociedad Celtifarma.

La misma sospecha la mantiene el grupo pol¨ªtico Independientes de Lemos, que el viernes pasado public¨® una nota en la que hablaba de un supuesto ¡°chivatazo¡± y denunciaba que, tras denegar la juez el registro, ¡°esa misma noche los propietarios de la empresa farmac¨¦utica Celtifarma, SL, desvalijaron las instalaciones para borrar todas las pruebas posibles¡±. Los agentes quer¨ªan descubrir si la empresa estaba cometiendo un delito contra la Hacienda P¨²blica y otro contra la salud, por tr¨¢fico ilegal de estupefacientes y psicotr¨®picos. Las mismas fuentes relacionadas con el caso explican que los psicof¨¢rmacos que supuestamente se estaban mandando a terceros pa¨ªses desde Monforte contendr¨ªan ¡°opi¨¢ceos¡± y que por eso la operaci¨®n hab¨ªa sido encomendada al EDOA (Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas).

Dentro del recinto, un bajo con entrada por varias calles que ocupa casi toda una manzana en plena ciudad de Monforte, sospechaban que iban a encontrar grandes partidas de medicamentos adquiridos en Espa?a con subvenci¨®n por oficinas de farmacia (supuestamente tambi¨¦n de fuera de Galicia), listos para ser sacados del pa¨ªs y vendidos en Europa a un precio mucho m¨¢s alto. Entre estas cajas preparadas para la exportaci¨®n fraudulenta, el EDOA esperaba poder incautarse de miles de envases de medicamentos como el lorazepam y el alprazolam, muy demandados en el mercado negro, que servir¨ªan de prueba para imputar a los socios de la marca de tr¨¢fico de estupefacientes adem¨¢s del delito contra la Hacienda P¨²blica.

La Guardia Civil segu¨ªa la pista de estas sustancias a ra¨ªz de una inspecci¨®n administrativa que se llev¨® a cabo en una farmacia de Mar¨ªn, presuntamente asociada en la comisi¨®n del delito con los due?os de la planta monfortina. Pero la Xunta llevaba todav¨ªa m¨¢s tiempo detr¨¢s del rastro del almac¨¦n. En junio de 2012, la Conseller¨ªa de Sanidade ya hab¨ªa acordado prohibir provisionalmente la actividad de Celtifarma y en cuesti¨®n de cuatro meses vio razones suficientes para abrir dos expedientes sancionadores a la firma. Como consecuencia, el Colegio de Farmac¨¦uticos de Lugo enviaba una circular a todos los colegiados pidi¨¦ndoles que no realizasen transacciones con ese almac¨¦n.

A finales del a?o pasado, despu¨¦s de visitar la nave monfortina y encontrar indicios de su relaci¨®n con la farmacia pontevedresa (m¨¢s de dos mil envases de antidepresivos marcados con su nombre), un inspector de Sanidade con base en Vigo se presentaba en la botica y se precipitaban los acontecimientos. La titular de la farmacia le aseguraba, no obstante, que si sus medicamentos estaban en la nave de Celtifarma ser¨ªa por error, porque la empresa lucense le hab¨ªa realizado en tiempos ¡°servicios log¨ªsticos¡±: guardaba los f¨¢rmacos en Monforte y se los iban enviando a trav¨¦s de Azkar a medida que los necesitaba, cont¨® para defenderse.

Tambi¨¦n en aquellas fechas, con motivo de las dos investigaciones abiertas por la Xunta, el secretario general t¨¦cnico de Sanidade, Antonio Fern¨¢ndez-Campa, presentaba a Roc¨ªo Mosquera un motivo de abstenci¨®n, por el que legalmente no pod¨ªa asumir la instrucci¨®n de los expedientes a Celtifarma, y la conselleira se ve¨ªa obligada a designar a otra alto cargo del departamento para el caso. La Xunta nunca quiso dar m¨¢s detalles sobre el asunto ampar¨¢ndose en que el tema estaba ¡°judicializado¡± (precisamente unas diligencias penales iniciadas en el Juzgado 2 de Monforte que despu¨¦s de ser sobrese¨ªdas y reabiertas, marchar a Madrid y venir de vuelta, investigan actualmente un posible delito contra la Hacienda P¨²blica). Pero las mismas personas relacionadas con la investigaci¨®n que fueron consultadas por este diario aseguran que ¡°exist¨ªa un inter¨¦s muy grande en llegar al fondo del caso Celtifarma por parte, sobre todo, de la secretaria general de Sanidad¡±. Pilar Farjas era conselleira en 2011 y hab¨ªa sido llamada a declarar como testigo cuando cay¨® la trama de Nupel con el lucense Jorge Dorribo a la cabeza.