Una intoxicaci¨®n fulminante
El juez decreta secreto de sumario las muertes de tres miembros de una familia en Sevilla. El padre era fontanero en paro y ¡°tiraba con lo que pod¨ªa¡±
No eran solo vitaminas y minerales lo que tomaron en la cena del viernes. En la comida deb¨ªa haber algo m¨¢s, algo t¨®xico que acab¨® con la vida de tres miembros de una misma familia en apenas unas horas. Ocurri¨® el s¨¢bado en la localidad sevillana de Alcal¨¢ de Guada¨ªra y solo una menor de 13 a?os ha sobrevivido a la intoxicaci¨®n fulminante. Declar¨® que hab¨ªan cenado pescado. Ahora se ha quedado sin su madre, Concepci¨®n, de 50 a?os; sin su padre, Enrique, de 61, y sin su hermana, de 14, que fue la primera en morir. El caso est¨¢ bajo secreto de sumario, por lo que el resultado de las autopsias podr¨ªa tardar en conocerse.
¡°Lo ¨²nico que sabemos hasta el momento es que han fallecido por una intoxicaci¨®n alimentaria, un hecho que ha consternado a todo el pueblo¡±, declar¨® este domingo Mar¨ªa Dolores Guti¨¦rrez, delegada de Asuntos Sociales del municipio, que cuenta con 71.000 habitantes. Mientras pronunciaba estas palabras, un grupo de comerciantes retiraba obediente los puestos de artesan¨ªa que acababan de instalar a primera hora de la ma?ana en la plaza del Ayuntamiento para celebrar el acto de bienvenida a la Navidad en el pueblo. Todo se cancel¨®. Van a vivir tres d¨ªas de luto con las banderas a media asta.
¡°No s¨¦ qu¨¦ ha podido pasar, pero es horrible. ?ltimamente Enrique recog¨ªa cartones, pl¨¢stico, papel y ropa de la basura para despu¨¦s venderlo, pero no creo que recogiera comida como han dicho otros vecinos¡±, lamenta Sergio, que vive en la puerta contigua a la vivienda de la familia, situada en el barrio de Rabesa, una zona que fue marginal hace unos a?os pero que se dot¨® posteriormente con una comisar¨ªa, un centro de salud y otros servicios p¨²blicos.
La familia de las v¨ªctimas tambi¨¦n se mostr¨® molesta con los comentarios vecinales. ¡°No ten¨ªan necesidad de buscar comida en la basura¡±, declar¨® indignado un familiar a las puertas del Tanatorio de San Jer¨®nimo de Sevilla. ¡°?l era fontanero pero llevaba varios a?os en paro y ella no trabajaba, pero iban tirando con lo que pod¨ªan¡±, declar¨® tambi¨¦n Miguel ?ngel L¨®pez, sobrino de Concepci¨®n. Sergio, su vecino con el que hablaba de la actualidad del Sevilla y que fue el fot¨®grafo de la comuni¨®n de sus hijas, asegura que el otro d¨ªa lo vio con dos bolsas de ropa. ¡°Me dijo que el kilo de lo vend¨ªa por 20 c¨¦ntimos. Y en una ocasi¨®n me vino con una caja de zumos para mi beb¨¦ que le hab¨ªan dado en alguna tiendecilla, pero estaban caducados y los tir¨¦ directamente¡±, dice consternado. Cuenta que desde su casa se oyen los ladridos del perro de la familia y hasta el sonido de los interruptores de la habitaci¨®n de matrimonio al encenderse y apagarse. Por eso asegura haberles escuchado hablando sobre las cinco de la madrugada del s¨¢bado. ¡°No entend¨ª muy bien qu¨¦ dec¨ªan, pero hablaron y movieron alg¨²n mueble, quiz¨¢s por los v¨®mitos¡±, imagina.
La polic¨ªa cient¨ªfica que acudi¨® al domicilio a investigar los hechos vio esos v¨®mitos, y le llam¨® la atenci¨®n que en la casa hubiese un jam¨®n, adem¨¢s de alimentos envasados, informan fuentes municipales. ¡°Hab¨ªa alimentos como en cualquier casa, as¨ª que no parece ser que sufrieran problemas alimenticios de extrema necesidad. Tambi¨¦n dispon¨ªan de luz y agua¡±, confirm¨® Guti¨¦rrez, que detall¨® que lo ¨²ltimo que ten¨ªan registrado es que el padre solicit¨® el salario social en octubre. ¡°Pero no era asiduo a estos servicios. Tampoco estaba apuntado al plan de empleo que abrimos recientemente, ni a la solicitud de ayuda para alquileres, solo sabemos que tuvo una orden de desahucio hace cerca de siete a?os. Y las ni?as no faltaban al colegio¡±, a?adi¨®.
La custodia de la menor, que se encontraba este domingo estable en el Hospital Virgen del Roc¨ªo de Sevilla, ha sido ya solicitada por una hermana, que es hija de su padre de un matrimonio anterior. ¡°Ella vive en Alcal¨¢ y est¨¢ interesada en hacerse cargo¡±, declar¨® Guti¨¦rrez. Termin¨® de decir estas palabras y en la plaza del Ayuntamiento ya no quedaba mercadillo y las campanas daban las 11.00. En un bar desayunaban los vecinos, sin sustancias t¨®xicas en la comida.
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