Trias, el gobierno de una minor¨ªa
CiU y PP han cerrado filas sin complejos en Barcelona para privatizar servicios y hundir la inversi¨®n social en los barrios
Barcelona se halla inmersa en una situaci¨®n ins¨®lita, in¨¦dita: gobernada por un alcalde en franca minor¨ªa, sin apoyo social ni pol¨ªtico suficiente y que, sin embargo, ha renunciado a recabar dichos apoyos y se acomoda abiertamente en su precariedad, aferrado a una agenda de gobierno al servicio de intereses privados minoritarios. La Barcelona del 1% tiene en el ejecutivo de Trias su mejor garante. Trias gesticula prometiendo un di¨¢logo y una voluntad de consenso que se han demostrado inexistentes, y que se materializan s¨®lo para sellar acuerdos con su media naranja ideol¨®gica, el PP.
Repetidamente, las dos caras de la derecha han cerrado filas sin complejos para privatizar servicios, sacralizar una austeridad injusta o hundir la inversi¨®n social en los barrios, en beneficio de gastos tan poco prioritarios y tan clasistas como la reforma del Passeig de Gr¨¤cia, la parte alta de la Diagonal o la aportaci¨®n millonaria al circuito de Montmel¨®.
Trias encabeza, en un contexto de acuciantes necesidades sociales y crecientes desigualdades territoriales, un gobierno insensible, inoperante, y obsesionado con la promoci¨®n a toda costa de una marca Barcelona anclada peligrosamente en el monocultivo de la burbuja tur¨ªstica y comercial. Al servicio de este modelo, parece que todo vale: una marina para yates de lujo en el Port Vell, equipamientos p¨²blicos a disposici¨®n de las fiestas privadas de los magnates, el patrimonio arquitect¨®nico de Ciutat Vella servido en bandeja a la voracidad hotelera, los nombres de las estaciones de metro subastadas al mejor postor...
Enrocado en este orden de prioridades, Trias se a¨ªsla y recurre a una filigrana jur¨ªdica como la moci¨®n de confianza para hacer prosperar el presupuesto para 2014. Un mecanismo legal, pero que evidencia la baja calidad democr¨¢tica del gobierno de CiU, a quien parece no importarle gobernar con unas cuentas que habr¨¢n sido rechazadas por nueve de los diez distritos de la ciudad, y que contar¨¢n solo con el aval de 16 de los 41 concejales del consistorio.
Y es que este no es el presupuesto que la ciudad necesita hoy. Con 110.000 personas en paro, 17 desahucios diarios, 2.900 ni?os y ni?as en riesgo de malnutrici¨®n, y 150.000 personas afectadas por la pobreza energ¨¦tica, el gobierno de Barcelona deber¨ªa poner sus recursos al servicio de la lucha contra la crisis, la generaci¨®n de empleo y el combate de las desigualdades que amenazan con resquebrajar la cohesi¨®n social preservada durante 32 a?os de gobiernos plurales de izquierdas.
Es incomprensible, en el contexto actual, que la inversi¨®n per c¨¢pita prevista en el distrito del Eixample iguale a la de Nou Barris, cuando les separa una desigualdad de 51 puntos en el nivel de renta. Es incomprensible que, de los 426 millones presupuestados para inversi¨®n, s¨®lo 14 ¡ªun 3,2%¡ª sean para equipamientos sociales, y s¨®lo un 1,5% para pol¨ªticas de vivienda. Que el alcalde presuma adem¨¢s de cerrar dos ejercicios contables con un super¨¢vit acumulado de 183 millones, m¨¢s que incomprensible, es indecente.
El gobierno municipal dispone de capacidad inversora suficiente para revertir el desplome en la inversi¨®n social y retomar, donde Trias lo fren¨®, el despliegue de equipamientos de educaci¨®n, servicios sociales, juventud, tercera edad, formaci¨®n profesional y cultura. As¨ª lo hemos propuesto en el Consell Plenari, planteando un paquete de inversiones que permitir¨ªa ampliar el parque de vivienda p¨²blica de alquiler social, las pol¨ªticas de rehabilitaci¨®n, las actuaciones estructurales en los barrios m¨¢s fr¨¢giles y el desarrollo de nuevos planes comunitarios. As¨ª como la construcci¨®n de nuevos centros de servicios sociales, centros abiertos de infancia, guarder¨ªas, casales de j¨®venes, f¨¢bricas de creaci¨®n y bibliotecas de proximidad.
No es un brindis al sol, son equipamientos planificados en programas municipales que siguen vigentes, pero que el gobierno de CiU ha preferido congelar en aras de una austeridad dogm¨¢tica que permite, sin embargo, destinar 30 millones al lifting urbano del Passeig de Gr¨¤cia y de la parte alta de la Diagonal, al dictado de los lobbies del comercio de lujo y del coche. La desconexi¨®n del gobierno de Trias con las necesidades de la ciudadan¨ªa es flagrante. Est¨¢ instalado en el espejismo de la marca sin modelo, de la mercantilizaci¨®n de Barcelona a costa de la ciudad democr¨¢tica e inclusiva.
Pero otras prioridades y otras formas de hacer pol¨ªtica son posibles y necesarias, para que no se fracture el tejido social y urbano de Barcelona, para afrontar el cambio de ¨¦poca desde la solidaridad y la dignidad. Queremos articular una mayor¨ªa sociopol¨ªtica alternativa, de confluencia, constituyente, para poner el gobierno de Barcelona en manos de la ciudadan¨ªa, para construir la ciudad democr¨¢tica, para ganar el derecho a la ciudad. Y queremos hacerlo con rebeld¨ªa y creatividad; desde una amplia red de compromisos y confianzas mutuas.
Ricard Gom¨¤ es presidente del grupo municipal de ICV-EUiA en el Ayuntamiento de Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.