La descomposici¨®n del partido de Beiras amenaza la unidad de AGE

Uno de los mayores y m¨¢s s¨²bitos ¨¦xitos electorales de la historia reciente de Galicia est¨¢ al borde de convertirse en un fiasco con la misma intensidad y rapidez. Apenas 14 meses despu¨¦s de lograr inesperadamente el apoyo de 200.000 gallegos en las elecciones auton¨®micas, Alternativa Galega de Esquerda (AGE) ha entrado en un proceso de descomposici¨®n interna. El eje del conflicto est¨¢ en la rama nacionalista de la coalici¨®n, Anova, el partido de Xos¨¦ Manuel Beiras, donde los enfrentamientos a prop¨®sito de las relaciones con sus socios de Esquerda Unida (EU) desembocaron el viernes en la dimisi¨®n de su n¨²mero dos, Marti?o Noriega. A ¨¦l se sumaron este s¨¢bado otros cuatro miembros de la direcci¨®n, Ant¨®n Dobao (responsable de Cultura), Mar Blanco (Lingua), Xiana L¨®pez (Igualdade) y Xurxo Mart¨ªnez (Formaci¨®n).

?La fuerza que llegaba pregonando una nueva forma de hacer pol¨ªtica, opuesta a los cabildeos de los partidos tradicionales, se ha visto atrapado en un sinf¨ªn de luchas y purgas internas casi ininteligibles desde fuera. El chusco episodio de la disputa por un esca?o que qued¨® vacante en Ourense ha hecho aflorar las tensiones acumuladas en los ¨²ltimos meses hasta derivar en la dimisi¨®n de Noriega. De 38 a?os, alcalde de Teo y coordinador nacional de Anova desde el pasado junio, Noriega hab¨ªa sido se?alado por el propio Beiras como la persona llamada a sucederle en un futuro no muy lejano. Pero en los meses que llevaba en el cargo se hab¨ªa encontrado con la hostilidad de una parte de la organizaci¨®n en la que se integran otros dirigentes tambi¨¦n con mucho ascendente sobre Beiras. Noriega, al contrario que sus rivales internos, es un decidido partidario de consolidar la alianza con EU. Su dimisi¨®n, que, seg¨²n fuentes de Anova, no va a ser la ¨²ltima, deja el camino expedito a los partidarios de distanciarse cada vez m¨¢s de la formaci¨®n de Yolanda D¨ªaz con el horizonte futuro de alg¨²n tipo de acercamiento al BNG, del que se escindieron hace a?o y medio.

En sus explicaciones sobre la dimisi¨®n, Noriega opt¨® por la diplomacia. Se?al¨® que su gesto es un intento de provocar una reacci¨®n en Anova, pero que no renuncia a seguir en la organizaci¨®n ni a dar la batalla contra ¡°esta realidad asfixiante¡±. El alcalde de Teo admiti¨® el ¡°simbolismo¡± que encierra su abandono, con el que pretende adem¨¢s que ¡°no se desenganchen¡± aquellos militantes que se sienten ¡°frustrados¡± con el funcionamiento de Anova. ¡°Es una decisi¨®n pensada desde hace meses, necesitaba coger distancia¡±, declar¨® a este diario tras reconocer que sent¨ªa ¡°encorsetado¡± por el papel de ¡°intermediaci¨®n¡± en medio del debate interno abierto. Sobre las relaciones con EU, apunt¨®: ¡°Nuestro proyecto tiene que hacer cosas diferentes, tiene que ser compartido y tiene que concentrar energ¨ªas¡±.

Noriega ven¨ªa mascando su descontento desde hace meses, pero el desencadenante de la decisi¨®n fue un tumultuoso debate, hace una semana, en la Coordinadora de Anova, su m¨¢ximo ¨®rgano de decisi¨®n. Contra el criterio del ahora dimitido, el otro sector, encabezado, entre otros dirigentes muy pr¨®ximos a Beiras, por los secretarios de Relaci¨®ns Pol¨ªticas, Luis Eyr¨¦, y Comunicaci¨®n, Mario L¨®pez Rico, impuso la expulsi¨®n de 15 militantes de Redondela. Los sancionados hab¨ªan estrechado relaciones con EU y sol¨ªan actuar conjuntamente con las siglas de AGE en lugar de las de Anova. Al mismo tiempo, se decidi¨® crear un nuevo comit¨¦ para imponer disciplina entre la militancia ante los conflictos internos abiertos. Tras un fuerte debate, las posiciones de Noriega y sus seguidores, contrarios a esta pol¨ªtica de mano dura, resultaron derrotadas.

El ¨²nico que pod¨ªa detener la renuncia del coordinador nacional era el propio Beiras, quien conoc¨ªa sus intenciones. Pero este no hizo ning¨²n gesto para evitarla. M¨¢s bien al contrario, el pasado jueves declar¨® que el alcalde de Teo dispone de una carrera profesional como m¨¦dico y ¡°no tiene por qu¨¦ estar atrapado en la pol¨ªtica¡±. A media ma?ana de ayer, Noriega anunci¨® su dimisi¨®n a trav¨¦s de las redes sociales. El distanciamiento entre el alcalde de Teo y el l¨ªder de Anova se fragu¨® en la ¨²ltima asamblea de la organizaci¨®n, el pasado junio. Beiras se inclin¨® por el sector que ya en su d¨ªa hab¨ªa aceptado a rega?adientes el pacto con EU ¡ªauspiciado por su propio l¨ªder¡ª y que propon¨ªa buscar alianzas distintas, con partidos nacionalistas, de Galicia o de otras comunidades, para las elecciones europeas del pr¨®ximo a?o. Las bases se dividieron hasta que el acalorado debate se solvent¨® con una soluci¨®n salom¨®nica: Noriega fue ascendido a n¨²mero dos con el cargo de coordinador nacional, pero el aparato continu¨® en manos de dirigentes como Eyr¨¦ y L¨®pez Rico. Y se acord¨® convocar una consulta a la militancia, que se celebrar¨¢ en febrero, para decidir con qui¨¦n acuden a las europeas.

Noriega apenas ha podido ejercer el cargo. Fuentes pr¨®ximas al exalcalde de Teo se?alan que el aparato trat¨® de mantenerle al margen e incluso le impidi¨® el acceso a datos b¨¢sicos como los censos de la militancia. Toda esa tensi¨®n soterrada se desat¨® al quedar vacante el esca?o de Ourense tras la renuncia de David Fern¨¢ndez Calvi?o, militante de Anova. La siguiente en la lista era la miembro de EU Carmen Iglesias, pero los dos partidos principales de la coalici¨®n ¡ªque integra tambi¨¦n a Ecosocialistas y Equo¡ª invocaron un pacto para mantener el equilibrio entre ambas fuerzas que le obligaba a renunciar y ceder el esca?o a la tercera de la lista, una afiliada a Anova. Iglesias se neg¨®, y EU, para evitar da?os a la coalici¨®n, decidi¨® expedientarla. La sorpresa fue que, a continuaci¨®n, Beiras y algunos de sus fieles forzaron que Iglesias fuese acogida, a pesar de todo, en el grupo parlamentario de AGE. Y el conflicto volvi¨® a atrapar en medio a Noriega. Pese a los agravios acumulados, EU mantiene firme su apuesta estrat¨¦gica por AGE. Pero enfrente va a tener a partir de ahora una Anova que, con los abandonos iniciados por Noriega, se prev¨¦ cada vez m¨¢s hostil.