Amistad luminosa
El tr¨ªo madrile?o Buena Esperanza, reencuentro de excompa?eros, exhibe su debut potente y mel¨®dico este domingo en la sala Costello
?Qu¨¦ mejor nombre en estos tiempos para un grupo que Buena Esperanza? A Pepo M¨¢rquez, cerebro en su d¨ªa de The Secret Society, se le ocurri¨® por motivos personales: ¡°Me di cuenta de que mis discos no pod¨ªan ser siempre tan tristes. ¡®Estar¨ªa bien llamar as¨ª cualquier otro proyecto¡¯, pens¨¦¡±. Y ya tuvo ocasi¨®n de sugerirlo antes que a sus actuales compa?eros: ¡°Me sentaron junto a Sergio Algora [cantante de El Ni?o Gusano y La Costa Brava] en la boda de un amigo. Al final de la noche me conmin¨® a formar juntos una banda, y ese nombre fue mi ¨²nica condici¨®n. Sergio falleci¨® a las pocas semanas¡±. Un eterno recuerdo agridulce para el hoy bater¨ªa de Buena Esperanza, el tr¨ªo madrile?o que act¨²a este domingo en la sala Costello tras publicar en septiembre su notable primer ¨¢lbum.
A Buena Esperanza le persigue la etiqueta emocore (variante sentida del hardcore). Y pese a que las formaciones de dicho estilo en los noventa les marcaron, ellos prefieren definirse como ¡°punk-rock mel¨®dico¡± o, como dice su cantante y guitarrista, Jer¨®nimo Mart¨ªn, ¡°rock a secas¡±. Y lo argumenta: ¡°Nuestras ¨²nicas premisas eran tocar alto y fuerte y que sonara bien¡±. Su reencuentro con M¨¢rquez en el invierno de 2008, despu¨¦s de a?os distanciados, propici¨® el grupo: ¡°Pepo y yo fuimos amigos desde nuestro primer d¨ªa en la Facultad de Pol¨ªticas de la Complutense, y llegu¨¦ a tocar con ¨¦l en The Secret Society¡±. Y tercia el bater¨ªa: ¡°Organic¨¦ una cena de excompa?eros en mi casa, Jero apareci¨® antes que nadie y nuestro enfado se disolvi¨® de modo natural. Al d¨ªa siguiente, ya est¨¢bamos quedando para intercambiar ideas. Cuando le pedimos encargarse del bajo a otro amigo de la carrera, Miguel Cerezo, solo nos dijo: ¡®?ya era hora!¡¯¡±.
El t¨ªtulo del primer largo de Buena Esperanza, Pacifica (sin tilde, como la ciudad californiana) encaja con el positivismo que bautiz¨® a la banda, y sali¨® del vocalista: ¡°Ahorr¨¦ con mi novia para viajar durante tres o cuatro semanas por esa zona de Estados Unidos, justo antes de grabar el disco. Y nos topamos con el nombre de dicha localidad cercana a San Francisco, de v¨ªnculo oce¨¢nico, y que me recordaba el refugio que para nosotros significa la m¨²sica¡±. ?l ha escrito todas las letras del ¨¢lbum y es responsable de buena parte de lo que suena, a pesar de la superior experiencia de M¨¢rquez: ¡°Una forma de amistad consiste en saber cu¨¢ndo apartarse. Jero compone de forma mucho m¨¢s directa que la m¨ªa, sin mi aire oscuro y melanc¨®lico. El disco resulta muy luminoso. Y yo me siento representado hasta el infinito en todo lo que sucede en ¨¦l¡±.
Pacifica, que vino precedido por un ep¨¦ m¨¢s ¡°atmosf¨¦rico y ensimismado¡±, no posee el car¨¢cter pol¨ªtico de alg¨²n otro grupo previo de M¨¢rquez (fue bater¨ªa de Garz¨®n, luego Grande-Marlaska). ¡°Apenas hay un par de cortes: El arresto, inspirado por leer Archipi¨¦lago Gulag pero que va de cualquier totalitarismo, y Ciudad sin sal, sobre nuestro amor-odio con Madrid¡±, especifica Jer¨®nimo, cuyas fuentes van del f¨²tbol como met¨¢fora (La diagonal) a la pintura de Edward Hopper (¡°un cuadro de su exposici¨®n del Thyssen me llev¨® al optimismo de Inversores perdiendo fe¡±).
M¨¢rquez logr¨® convencer a su gran ¨ªdolo, J. Robbins (l¨ªder de Jawbox y nombre de prestigio en el rock alternativo estadounidense de los noventa) para que produjera el ¨¢lbum. ¡°Apel¨¦ a nuestra amistad con Aina, la banda catalana de hardcore a la que ¨¦l hab¨ªa producido. Ni pidi¨® hotel, se aloj¨® en casa de Jero. Hemos desarrollado una relaci¨®n personal. Y flip¨® cuando supo que Jero y yo hab¨ªamos acudido (por separado, no nos habl¨¢bamos) a un concierto hace a?os en Barcelona que recaudaba fondos para su hijo enfermo¡±.
El hombre de las baquetas compone tambi¨¦n con aplicaciones para nuevas tecnolog¨ªas en MAJESTAD, su reciente formaci¨®n paralela. Es la banda del programa de La2 sobre internet Torres y Reyes, y pronto debutar¨¢ en largo. Para ello han creado un sello, M¨²sica para pelear, algo l¨®gico si se sabe que M¨¢rquez ha sido desde 2009 uno de los impulsores de Gran Derby, modesta pero hiperactiva etiqueta madrile?a que edita, entre otros, a Buena Esperanza. Fundar entonces una discogr¨¢fica representaba un gesto a¨²n m¨¢s a contracorriente que lo que supone para estos tres treinta?eros sacar adelante su grupo: ¡°Nuestras vidas empiezan a parecerse a las de la gente adulta. [Miguel, el bajista, acaba de tener su tercer hijo]. Y la banda, viajando y tocando juntos, no deja de ser una forma de alargar la adolescencia¡±.
Buena Esperanza (+Astrobahn) act¨²a el 22 de diciembre en Costello Club, dentro del ciclo Pop&Dance, 21.30.
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