La vertebraci¨®n de la Comunidad Valenciana y la alta velocidad

El ministerio de Fomento est¨¢ cumpliendo con el Corredor Mediterr¨¢neo y todo parece indicar que se cumplir¨¢n los plazos previstos de adaptaci¨®n al ancho internacional, mediante el tercer hilo o carril, de la l¨ªnea tradicional: en 2015 llegar¨¢ el ancho europeo a Valencia, y en 2016 a Alicante. Esto no s¨®lo constituye una muestra de seriedad, sino tambi¨¦n de inteligencia, dada la trascendencia econ¨®mica de este proyecto.

Y como muestra de inteligencia y la racionalidad, desde Pro-AVE pedimos al ministerio que profundice en su buen hacer ejecutando dos proyectos que, siendo fundamentales para la Comunidad Valenciana y beneficiosos para Espa?a, son econ¨®mica y socialmente ventajosos. Se trata de la finalizaci¨®n del tramo de la alta velocidad entre Alicante y Valencia y el inicio, de una vez por todas, de las obras del AVE Valencia-Castell¨®n. Con ello no s¨®lo se enlazar¨ªan las principales ciudades de la Comunidad Valenciana en alta velocidad, sino que se dar¨ªa un importante impulso a la conectividad de la cornisa mediterr¨¢nea, el ¨¢rea m¨¢s densamente poblada y la principal zona tur¨ªstica del pa¨ªs, con importantes efectos econ¨®micos.

Se trata de dos proyectos largamente postergados sin justificaci¨®n alguna. El primero deb¨ªa estar en funcionamiento en 2013, de acuerdo con la promesa hecha por el ministerio en 2010. El segundo hace tiempo que debiera estar en ejecuci¨®n, para estar finalizado en 2015, como se prometi¨®. Y razones sobran.

Primero, porque es un corredor con gran densidad demogr¨¢fica, potencial de tr¨¢fico y altamente integrado en lo econ¨®mico, social e institucional. Su viabilidad econ¨®mica est¨¢ garantizada y su relevancia social resulta indiscutible.

En segundo t¨¦rmino, porque es una de las pocas grandes regiones del pa¨ªs cuyas principales ciudades no est¨¢n conectadas en alta velocidad, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, con Castilla-La Mancha, Andaluc¨ªa o Catalu?a, lo que constituye una injustificable discriminaci¨®n.

En tercer lugar, porque dada la orograf¨ªa de la regi¨®n, la inversi¨®n necesaria por kil¨®metro construido es significativamente inferior a la media nacional (en torno a 13 millones de euros, frente a los 18 de media en el pa¨ªs).

En el caso de la l¨ªnea de alta velocidad Alicante-Valencia, adem¨¢s de estar ya completada y en funcionamiento entre Alicante y La Encina, nos encontramos con que una gran parte de la infraestructura entre esta ¨²ltima localidad y la l¨ªnea AVE Madrid-Valencia, con la que enlazar¨ªa para entrar en la ciudad del Turia, est¨¢ ya preparada para la adaptaci¨®n a la alta velocidad. En suma, se trata de una inversi¨®n modesta y sin apenas impacto presupuestario. Sin embargo, sus beneficios econ¨®micos, sociales y sobre la integraci¨®n territorial de la Comunidad Valenciana ser¨ªan de suma importancia. El ministerio se marcar¨ªa un tanto con una pronta finalizaci¨®n de las obras, y la Comunidad Valenciana ver¨ªa mejorar sensiblemente la conectividad (el tiempo de desplazamiento entre Alicante y Valencia se ver¨ªa reducido a unos 50 minutos) entre los dos espacios m¨¢s importantes, tanto econ¨®mica como demogr¨¢ficamente, de la Comunidad (Valencia y su ?rea Metropolitana y las ciudades del sur de la provincia de Alicante).

Por lo que respecta a Castell¨®n y la Plana, la tercera ¨¢rea demogr¨¢fica y econ¨®mica de la Comunidad Valenciana en orden de importancia, la paralizaci¨®n lleva muchos a?os. Un hecho que resulta injustificable por varias razones.

En primer lugar, por la importancia demogr¨¢fica y econ¨®mica de la zona y su trascendencia como destino tur¨ªstico del centro y norte de la Pen¨ªnsula.

En segundo t¨¦rmino, porque es inadmisible que centros menos relevantes del pa¨ªs est¨¦n conectados en alta velocidad, o en proceso de serlo, mientras que Castell¨®n y su ¨¢rea de influencia, situados en la l¨ªnea que une a la segunda y tercera ciudades de Espa?a (Barcelona y Valencia), y dentro del tri¨¢ngulo de oro de los ferrocarriles espa?oles, no tenga proyecto ni fecha de inicio de obras.

En tercer lugar, pero no menos importante, porque con esta l¨ªnea se cubrir¨ªa una parte muy importante del trayecto en alta velocidad que unir¨ªa el gran espacio tur¨ªstico formado por Catalu?a, la Comunidad Valenciana y Murcia, incrementando su atractivo y potencial econ¨®mico y mejorando el producto tur¨ªstico espa?ol, uno de los motores de la econom¨ªa nacional.

Como hemos resaltado en varias ocasiones, somos conscientes de las restricciones presupuestarias del momento, pero cuando eso ocurre es cuando mayor debe ser el peso de los criterios de eficiencia y eficacia econ¨®mica a la hora de asignar los recursos p¨²blicos. Las que aqu¨ª proponemos son inversiones modestas. La primera porque en gran parte ya est¨¢ realizada. La segunda porque el coste por kil¨®metro es comparativamente muy bajo, cuando se relaciona con otras l¨ªneas nacionales. Y ambas son de probada rentabilidad. Tendr¨¢n, adem¨¢s, importantes efectos en la reactivaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. Y por si fuera poco, cuentan con la aportaci¨®n de los fondos europeos asignados al Corredor Mediterr¨¢neo.

En consecuencia, por el impacto econ¨®mico y social de ambos proyectos y por la modestia de las inversiones a realizar con recursos nacionales, no es aceptable que se aplique el criterio de ejecuci¨®n ¡°seg¨²n las disponibilidades econ¨®micas¡±. Ser¨ªa econ¨®micamente irracional, injusto y poco inteligente.

Desde Pro-AVE pedimos a la ministra Ana Pastor que acelere la ejecuci¨®n de estos dos proyectos. La l¨ªnea Alicante-Valencia en alta velocidad podr¨ªa y deber¨ªa estar en funcionamiento a finales del 2014 y las obras del AVE Castell¨®n-Valencia es necesario iniciarlas ya con el objetivo de que est¨¦ en funcionamiento en 2016. Hay sobradas razones econ¨®micas de impacto nacional para llevar a cabo estas actuaciones. Pero para la Comunidad Valenciana sus consecuencias ser¨ªan a¨²n mayores: significativo efecto econ¨®mico y social y gran impacto en la vertebraci¨®n de la Regi¨®n.

Federico F¨¦lix es presidente de la Fundaci¨®n Pro-AVE