Tan sucio como la guerra limpia

Cinco puntos de vista dis¨ªmiles sobre una masacre, inspirada en Collateral Murder (Asesinato colateral), audiovisual tomado desde uno de los dos helic¨®pteros Apache del ej¨¦rcito de los Estados Unidos que atacaron letalmente a una docena de civiles iraqu¨ªes (dos de ellos reporteros de Reuters) y a los ocupantes de una furgoneta, ni?os incluidos, que se acerc¨® a socorrer a los heridos. Archipi¨¦lago Dron, espect¨¢culo escrito por Quique y Yeray Bazo, Quique Torres y Eva Redondo, habla de la guerra como motor econ¨®mico neocolonial, de videojuegos que en el fondo son programas de desensibilizaci¨®n frente a la violencia, de la disyuntiva entre hacer un relato period¨ªstico fiel de los hechos o adoptar una posici¨®n complaciente y del proceso de construcci¨®n de la verdad oficial.

Su t¨ªtulo alude a los veh¨ªculos a¨¦reos no tripulados (VANT) con los que los EEUU lanzan ataques letales en Pakist¨¢n y Yemen, pero tambi¨¦n a otros usados para vigilar fronteras y manifestaciones o para servir compras ipso facto ( Zookal entregar¨¢ libros de texto a domicilio en Australia a partir de marzo) y a chismes voladores port¨¢tiles con microc¨¢mara, perfectos para espiar al vecino, de venta hoy en p¨¢ginas web desde 90 euros. Hacia 2020, 30.000 drones o VANT podr¨ªan usarse en los EEUU para servicios de vigilancia e inteligencia. Visto el cariz que va tomando este asunto, el inform¨¢tico Samy Kamkar acaba de crear un software y de colgar en internet un tutorial para fabricar drones caseros capaces de parasitar otros y de convertirlos en zombies a su servicio; el dise?ador Ruben Pater public¨® en Internet la semana pasada en 27 idiomas un manual de supervivencia (subtitulado ir¨®nicamente Gu¨ªa de aves del siglo XXI) con las siluetas de los modelos de VANT m¨¢s frecuentes e instrucciones para escapar a su vigilancia; y en Deer Creek, municipio de Colorado, se votar¨¢ en abril una ordenanza que de aprobarse permitir¨ªa conceder licencias para cazar tales aparatos y ofrecer cien d¨®lares de recompensa por ejemplar abatido.

En la funci¨®n, estrenada el verano pasado en el Matadero sobre cinco escenarios simult¨¢neos (con su p¨²blico cada uno) por los que iban rotando las versiones de la masacre, y readaptada ahora para el espacio mucho m¨¢s chico de la sala Cuarta Pared, sobresalen el l¨²cido episodio donde Eva Redondo, tambi¨¦n coautora y directora, reproduce del natural con frescura (nunca mejor dicho) de lideresa un discurso pol¨ªtico c¨ªnico, elusivo y redundante; y las precisas interpretaciones del d¨²o que forman el cient¨ªfico reputado (Ignacio Gabriel) y el puesto a dedo (Paco D¨ªaz), del joven adrenalinadicto (Jorge de las Heras) y de la periodista comprometida (Celia de Juan), entre otras. Para que el potencial y el car¨¢cter del espect¨¢culo acaben de lograrse, convendr¨ªa perfilar con finura el movimiento coral y redefinir la luz en escenas donde el plano secundario distrae de la acci¨®n principal.