El despilfarro de fondos p¨²blicos que mat¨® a un obrero en paro
Suso muri¨® mientras recog¨ªa chatarra, sepultado por un edificio en ruinas que se pag¨® con ayudas europeas y nunca se us¨®
El humedal de As G¨¢ndaras de Budi?o, en el ayuntamiento de O Porri?o, es un lugar privilegiado. Venerado por los ecologistas e integrado en la Red Natura, es un peque?o para¨ªso natural en el que hay hasta 130 especies de aves catalogadas y que guarda tambi¨¦n un enorme contenido hist¨®rico. En esta zona se datan los primeros vestigios de asentamientos humanos del Paleol¨ªtico en Galicia y por aqu¨ª pasa el Camino Portugu¨¦s a Santiago. Todo ello a pesar de que en 1964, en pleno desarrollismo franquista, se tom¨® la decisi¨®n de instalar aqu¨ª un Polo de Desarrollo, el pre¨¢mbulo de lo que ser¨ªan los pol¨ªgonos industriales. El que acuda por vez primera contemplar¨¢ at¨®nito la confrontaci¨®n paisaj¨ªstica que supone haber plantado un pol¨ªgono industrial dentro de una zona natural de tanto valor ecol¨®gico. El resultado es que, hasta hace poco, incluso algunos peregrinos cog¨ªan taxis para evitar el tramo de unos cuatro quil¨®metros de este horrendo paisaje de asfalto, camiones ruidosos y hedores diversos, algo que se solucion¨® este verano variando el trazado del Camino hacia una ruta m¨¢s agradable.
La planificaci¨®n de esta zona, donde se ubica uno de los grandes bosques de ribera de Galicia, ¡°fue un desprop¨®sito de impactos desde el principio: la v¨ªa del tren, la carretera, la autov¨ªa y una vor¨¢gine industrial implacable que no respeta nada, invasiva y contaminante¡±, denuncia Diego Vieites, del colectivo ecologista Verdegaia.
El humedal de los experimentos
La tr¨¢gica noticia que ha puesto de actualidad el Centro de Interpretaci¨®n de la Naturaleza de As G¨¢ndaras invita a rastrear sus antecedentes. Este centro no es el primer edificio que se promovi¨® y luego no sigui¨® adelante. Ya en 1928 se puso la primera piedra de un edificio que despu¨¦s ni se hizo, una Escuela de Trabajo Agr¨ªcola para formar capataces y hacer experimentos agropecuarios, en un acto al que incluso asistieron altos cargos del Ministerio de Trabajo de la ¨¦poca. En esos a?os, el Ayuntamiento ofreci¨® tambi¨¦n As G¨¢ndaras para que se construyera all¨ª el primer aeropuerto de Galicia, que se llamar¨ªa Aeropuerto del Noroeste, pero que informes t¨¦cnicos desaconsejaron por las nieblas y lo pantanoso del terreno.
Despu¨¦s de ser usado como lugar de experimentos agr¨ªcolas por la empresa Zeltia, la emergencia de los Polos de Desarrollo impulsados por el franquismo en 1964 encontr¨® en este espacio la extensi¨®n de terreno que necesitaba al lado de la laguna para instalar las primeras empresas. Hab¨ªa tres Polos en toda Galicia y O Porri?o se convirti¨® en un lugar pujante, donde empezaban a llegar familias de toda Espa?a. El pueblo colocaba unos carteles propagand¨ªsticos en la entrada, de los que hab¨ªa restos hasta hace poco: ¡°Bienvenidos a Porri?o, villa laboriosa, sonriente y acogedora¡±. Alg¨²n gamberro local a?adi¨® debajo con un spray ¡°y llena de mierda¡±, en una hist¨®rica pintada que durante a?os permaneci¨® a la intemperie sin que nadie se preocupase de borrarla, pero que defin¨ªa el sentir de un pueblo que padec¨ªa una fuerte carga industrial.
Mientras el pol¨ªgono crec¨ªa, se empezaban a organizar las primeras voces cr¨ªticas contra la invasi¨®n de estas empresas, sobre todo a finales de los setenta y principios de los ochenta. La hemeroteca de EL PA?S recoge que ya en 1982 600 personas se manifestaron en As G¨¢ndaras para salvar el deterioro del paraje. ¡°Vas viendo el r¨ªo Louro y hay desde el color rojo de la sangre al azul de los disolventes y los vertidos acaban por ser incontrolables¡±, dice Diego Vieites, de Verdegaia. Los ecologistas no se cansan de denunciar el deterioro de este espacio natural con especies en extinci¨®n como el ¡°sapoconcho com¨²n¡±. ¡°Por muy protegido que est¨¦, est¨¢ metido en una zona industrial, as¨ª que hay debacles que ser¨¢n dif¨ªciles de arreglar ya y si seguimos as¨ª igual en un par de d¨¦cadas ya no queda ni una l¨¢mina de agua¡±, avanza Vieites.
El humedal de As G¨¢ndaras rara vez aparece en las noticias, excepto por protestas ecologistas o por tragedias como la que salt¨® a la luz en la v¨ªspera de Nochebuena: el fallecimiento de un hombre mientras recog¨ªa chatarra en un edificio en ruinas bautizado como Centro de Interpretaci¨®n de la Naturaleza, levantado con fondos de la Uni¨®n Europea, hace algo m¨¢s de una d¨¦cada y que jam¨¢s lleg¨® a inaugurarse.
Ten¨ªa 36 a?os, todo el mundo lo conoc¨ªa por Suso, y su historia, la personal y la de su fallecimiento, es un hecho sonrojante que no deber¨ªa pasar desapercibido para los responsables de las diversas Administraciones. Procedente de una familia que tuvo en su d¨ªa un pr¨®spero negocio de pozos de barrena, ¨²ltimamente las cosas no le hab¨ªan ido bien e incluso una fuente municipal apunta que ya hab¨ªa sido denunciado un mes antes por el mismo tipo de acci¨®n. ¡°Estaba en el paro, ya no ten¨ªa ni subsidio, as¨ª que la chatarra es una salida. Llegan las fiestas y todo el mundo quiere pasarlas dignamente¡±, cuenta una persona que lo conoc¨ªa y prefiere mantenerse en el anonimato. ¡°El hierro est¨¢ a 0,20 c¨¦ntimos el kilo, el aluminio a 0,90 y el cobre a algo m¨¢s de tres euros. All¨ª solo quedaba por rascar algo de hierro. Para ganar 20 euros imag¨ªnate cu¨¢nto hay que cortar, unos 200 kilos, as¨ª que mira cu¨¢nto puede compensar, pero cuando hay necesidad pues hay que hacerlo¡±, confiesa resignada la misma fuente.
Cuando la pasada semana una pared del edificio se desplom¨® sobre este hombre, ya apenas quedaban unas ruinas de lo que hab¨ªa sido el Centro de Interpretaci¨®n de la Naturaleza de As G¨¢ndaras de Budi?o, construido en 2002, y que nunca se lleg¨® a abrir. El edificio fue saqueado sin contemplaciones en los ¨²ltimos a?os, de ventanas a puertas, pasando por instalaciones el¨¦ctricas o vigas.
Su depauperada imagen ¡ªtomado por la maleza, desvencijado y cay¨¦ndose a pedazos¡ª se habia convertido en un cl¨¢sico televisivo de los programas de denuncia del despilfarro que en una ¨¦poca supusieron los fondos europeos. Pocas cadenas habr¨¢ que no tengan en su archivo este edificio grabado en sus ruinas. Fueron 420.000 euros tirados a la basura. 300.000 aportados por la Uni¨®n Europea y 120.000 por el Ayuntamiento de O Porri?o.Y lo cierto es que casi nadie parece tener la culpa de que no se haya inaugurado, que el edificio est¨¦ en ruinas o de buscar una soluci¨®n administrativa a este desatino. ¡°?Si deber¨ªa tirarse? Claro que s¨ª, no tengo la m¨ªnima duda. Tuve intenci¨®n de derribarlo cuando entr¨¦ de alcalde pero me lo desaconsejaron porque se podr¨ªa perder el dinero de la subvenci¨®n de la UE¡±, explica Nelson Santos, alcalde del PP que rige desde 2010 los destinos del Ayuntamiento de O Porri?o, y que a?ade estar ¡°esperando el expediente del edificio para tratar de ordenar que se derribe de una vez¡±. Santos lamenta la carencia de planificaci¨®n que en su d¨ªa tuvo el edificio, ¡°para tratar de entregarlo a la Xunta y que tuviese alguna finalidad, dinamizarlo¡±.
Antes de Santos, el ayuntamiento estuvo gobernado por el nacionalista Ra¨²l Franc¨¦s (2004-2010), que lleg¨® a la alcald¨ªa dos a?os despu¨¦s de la finalizaci¨®n del edificio en 2002, bajo mandato del popular Jos¨¦ Manuel Barros, ahora retirado de la pol¨ªtica. ¡°Cuando llegamos ya estaba medio desvalijado, incluso lo vallamos alrededor y tambi¨¦n robaron las vallas¡±, dice Franc¨¦s, que tambi¨¦n hace la misma referencia al temor del Ayuntamiento a derribar el edificio y tener que devolver los fondos europeos. ¡°Yo lo comparo con una peque?a Cidade da Cultura a nivel local, se hab¨ªa gastado el dinero y no sab¨ªamos qu¨¦ hacer con el edificio¡±, explica resignado.
Cuando lleg¨® a la alcald¨ªa, el exregidor nacionalista se interes¨® por los antecedentes de la obra. ¡°Ped¨ª el expediente y era alucinante. La justificaci¨®n de la subvenci¨®n era solo de un folio, con escaso rigor. No s¨¦ como pudo salir adelante esa subvenci¨®n porque siendo yo alcalde pedimos varias ayudas a Europa y eran muy estrictos con todo¡±, recuerda el anterior regidor. Para Franc¨¦s, lo m¨¢s incre¨ªble del proyecto es que se decidiese construir ¡°en medio de una zona inundable de la laguna¡±. Algo que tambi¨¦n ratifica Diego Vieites de Verdegaia, que apunta que ¡°el edificio no era mala idea pero nunca se debi¨® construir ah¨ª¡±.
Pero lo cierto es que acab¨® construy¨¦ndose. Y acab¨® sumando m¨¢s desprop¨®sitos a la historia de As G¨¢ndaras de Budi?o. El fallecimiento de una persona recogiendo chatarra supone, por el momento, un triste ep¨ªlogo a una cadena de desatinos: una ubicaci¨®n inadecuada, la carencia de planificaci¨®n y la descoordinaci¨®n entre Administraciones. Pero como bien sentencia una persona que conoc¨ªa al fallecido, ¡°qu¨¦ le importar¨ªan a ¨¦l y su familia los fondos europeos, lo que importa es que iba a por unos euros para pasar la Navidad y ni a Navidad lleg¨®¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.