La polic¨ªa busca por toda Espa?a a un vigu¨¦s desaparecido en noviembre

Miguel Gonz¨¢lez Cabaleiro sali¨® corriendo el 29 de noviembre de la casa de sus padres en Vigo y se esfum¨®. Nadie sabe donde est¨¢ este vigu¨¦s de 24 a?os, estudiante de Veterinaria en Lugo y afectado por un trastorno obsesivo que le produc¨ªa ansiedad pero que no le imped¨ªa llevar una vida normal e independiente. Su familia cree que un cambio en la medicaci¨®n pudo desencadenar un brote psic¨®tico que le hizo experimentar un miedo insuperable y lo impeli¨® a salir a toda prisa. La polic¨ªa ampli¨® la semana pasada el radio de la b¨²squeda, que ya abarca a toda Espa?a.

¡°Empez¨® a decir que o¨ªa unas voces extra?as que no hablaban, sino que hac¨ªan ruidos. Se asust¨® y sali¨® de casa presa del p¨¢nico, no llevaba ni cartera, ni abrigo ni su medicaci¨®n ni nada¡±, explica al tel¨¦fono su hermana Rebeca, que recuerda como su madre trat¨® sin ¨¦xito de meterle el m¨®vil en el bolsillo y convencerle de que se pusiese un anorak, e incluso sali¨® tras ¨¦l. ¡°Mi padre lo vio cruzar corriendo el paso de peatones y eso es lo ¨²ltimo que sabemos¡±. La familia no sabe qu¨¦ pensar. ¡°Todo est¨¢ abierto. Existe la posibilidad de que haya salido de Galicia, aunque resulta dif¨ªcil que alguien lo haya podido acoger. El m¨¦dico nos ha dicho que se ha dado el caso de alguien que desaparece y reaparece a los tres meses en la otra punta de Espa?a. Estos brotes pueden durar meses y provocar un estado amn¨¦sico¡±, reflexiona Rebeca.

La prioridad de su familia es que el caso no pierda relevancia p¨²blica para que no se relaje la intensidad de las pesquisas y de los vecinos, volcados en la b¨²squeda las primeras semanas. ¡°Creemos que alguna gente pudo verlo aquella noche en Vigo y durante los primeros d¨ªas recibimos muchas llamadas, pero no pudimos confirmar nada¡±, lamenta la hermana de Miguel, que junto a sus padres ha remitido cartas a toda instituci¨®n que pueda tener influencia para que la b¨²squeda no ceje, desde el alcalde a diputados. ¡°Podr¨ªa estar escondido, o incluso viviendo en un estado de supervivencia, con mendigos que le ayuden en la calle¡­ Eso si est¨¢ vivo¡±, conjetura Rebeca, que recuerda que para Miguel era habitual salir de casa a dar un paseo para relajarse. Aquel d¨ªa, sus padres trataron de evitarlo, ¡°porque ya lo ve¨ªan con mucha ansiedad¡±.