La Pedrera se lava la cara
Una lona ocultar¨¢ la fachada del edificio de Gaud¨ª durante el a?o que durar¨¢ su restauraci¨®n
En la cresta de la ola de popularidad, el arquitecto Antoni Gaud¨ª y sus edificios viven un momento dulce, inimaginable hace unas d¨¦cadas cuando uno y otros eran denostados y ridiculizados. Ahora es considerado un genio que fue capaz de realizar edificios llenos de personalidad que al a?o visitan millones de personas. Pero las obras de los genios tampoco se salvan de la acci¨®n del paso del tiempo y de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. La Casa Mil¨¤, m¨¢s conocida como la Pedrera, la obra civil m¨¢s significativa de Gaud¨ª, cumpli¨® el a?o pasado 100 a?os en plena forma, pero acusando el paso del tiempo. Por eso, los actuales due?os del edificio, la Fundaci¨®n Catalunya-La Pedrera, han comenzado a restaurar su fachada ondulada, en la que ser¨¢ la tercera gran intervenci¨®n, tras las realizadas en 1988, cuando el edificio fue sometido a una reforma integral y la de 2001, con motivo del A?o Gaud¨ª.
En muy pocos d¨ªas ser¨¢ imposible conseguir una de las fotos m¨¢s buscadas por los turistas de Barcelona. Un andamio cubrir¨¢ por completo la fachada que tiene esta enorme vivienda que se inaugur¨® en 1913. A comienzos de febrero, el andamio se cubrir¨¢ con una lona que impedir¨¢ verla. Ser¨¢ entonces cuando comiencen los trabajos de limpieza de la piedra manchada sobre todo por el efecto del agua de lluvia y el hecho de que no haya canales de desag¨¹e; se reparar¨¢n las fisuras producidas por la alta porosidad de la piedra del Pened¨¨s; se eliminar¨¢n las sales acumuladas en la superficie y se eliminar¨¢ el ¨®xido de los forjados de los balcones que tambi¨¦n se pintar¨¢n.
Chocolate en vez de trajes
En diciembre de 2012 la Sastrer¨ªa Mosella baj¨® la persiana por ¨²ltima vez en los bajos de la casa Mil¨¤ (entrada por el paseo de Gr¨¤cia), despu¨¦s de 84 a?os de actividad, al finalizar su contrato de alquiler. Los due?os del edificio, por entonces CatalunyaCaixa, quer¨ªan destinar el local de 200 metros cuadrados para remodelar los accesos al edificio: por aqu¨ª entrar¨ªan los miles de turistas que a diario lo visitan, mientras que por la calle Proven?a entrar¨ªan los grupos escolares. Su intenci¨®n, y as¨ª lo explicaron, era acabar con las largas colas que ocupan la calle y disponer de un espacio donde explicar a los visitantes en qu¨¦ se invierten los 16,5 euros que acababan de pagar para entrar.
Los tiempos han cambiado, CatalunyaCaixa ya no tiene nada que ver con el edificio y la due?a es la Fundaci¨®n Catalunya-La Pedrera, desde el 1 de enero de 2013.
¡°Despu¨¦s de seis meses cerrado y ante la necesidad de invertir en obras como la fachada, hemos optado por volver a alquilarlo¡±, aseguran fuentes de la entidad. Desde finales de septiembre ha abierto sus puertas una nueva tienda de la cadena catalana de art¨ªculos del hogar Casa Viva. Ahora, en vez de trajes, los turistas pueden comprar productos como aceite, vino, dulces y chocolates, adem¨¢s de complementos, no pod¨ªa ser de otra forma, con la marca Barcelona.
Los trabajos en los m¨¢s de 2.600 metros cuadrados de la fachada, tendr¨¢n un coste de 750.000 euros (incluyendo la instalaci¨®n del andamio) y llevan la firma del arquitecto Francesc-Xavier Asarta que particip¨® en la primera restauraci¨®n integral del edificio. No han sorprendido a nadie, porque en el plan director del edificio est¨¢ estipulado que cada 10 a?os se lleva a cabo este tipo de intervenciones en la fachada. Est¨¢ previsto que duren todo un a?o.
La Fundaci¨®n busca patrocinador que ayude a pagar los trabajos. En caso contrario, optar¨¢n por una cobertura mim¨¦tica, que reproduzca la fachada que queda oculta, donde se incorporar¨¢n el nombre de las firmas que ayuden en esta costosa operaci¨®n.
El edificio que Gaud¨ª construy¨® por encargo de Pere Mil¨¤ y su mujer, Roser Segimon, a partir de 1905 es una vivienda inclasificable. En realidad, son dos bloques independientes de seis plantas de altura, m¨¢s un s¨®tano, un desv¨¢n y la azotea, unidos solo por su parte inferior y articulados alrededor de dos patios interiores, uno circular y otro oval.
Lo que da unidad a este macroedificio es su fachada, uno de los mayores logros del arquitecto. Construida en piedra calc¨¢rea, aunque por sus formas ondulantes y sinuosas parece que est¨¦ modelada en arcilla, la fachada es un mero revestimiento que no soporta ning¨²n tipo de carga. Por eso, Gaud¨ª pudo abrir 150 enormes ventanas que dan gran luminosidad a las viviendas. Las piedras se sujetan a la estructura met¨¢lica mediante unos hierros en forma de T y mortero de cal. Una vez colocadas todas las piedras, Gaud¨ª orden¨® a los picapedreros que las retocaran para dejar bien n¨ªtidas las aristas, ocasionando que en algunos puntos el hierro de los anclajes aflorara a la superficie, algo que le ha pasado factura con los a?os, porque acaban oxidados.
A los due?os del edificio les preocupa que la lona haga descender el n¨²mero de visitantes (1,1 millones en 2013), su gran fuente de ingresos: de los 35 millones de euros de presupuesto de la fundaci¨®n, 15 provienen de la venta de entradas. Por eso, su mayor esfuerzo, aparte del econ¨®mico para pagar los trabajos de restauraci¨®n ser¨¢ el de dar a conocer que las actividades y exposiciones programadas (m¨¢s de 200 este a?o) contin¨²an en su interior y que la terraza, el Espai Gaud¨ª, el piso de ¨¦poca y los patios interiores, siguen abiertos.
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