La letra peque?a
Los disidentes del PSC aspiran justamente a demostrar con su gesto que no son lo mismo, igual que ha hecho ICV
Hay pocos mensajes tan turbadores hoy en Catalu?a como escuchar a Rajoy (o a P¨¦rez Rubalcaba) repetir que la independencia no va a producirse ni hoy ni nunca. Es un absurdo democr¨¢tico: si en las pr¨®ximas consultas electorales (a saber de qu¨¦ tipo) sale una abrumadora mayor¨ªa de votos a favor de un programa literal y expresamente de independencia, Espa?a se quedar¨¢ sin Catalu?a y Catalu?a se quedar¨¢ sin Espa?a.
Como mensaje pol¨ªtico tiene un efecto movilizador de independentistas alucinante, y no atrae a nadie nuevo al sector esc¨¦ptico o contrario. Si es un mensaje ideol¨®gico, solo repite y multiplica la misma prepotencia y la misma visceralidad del sector m¨¢s encendido de la clase pol¨ªtica independentista. Y en medio, desde hace ya unos cuantos a?os, bracea la izquierda socialdem¨®crata del PSC y de ICV.
Bracea para salir a flote pero no avanza. La tormenta perfecta de hace dos a?os sigue calando a lo bestia y en forma cruel, seguramente porque beneficia a las dos partes enrocadas ¡ªlas dos en los respectivos Gobiernos en Madrid y Barcelona¡ª y ¨²nicamente perjudica a las posiciones menos ideologizadas, es decir, las posiciones que no han renunciado a la pol¨ªtica como modo lento y latoso de resolver problemas, que no creen que exista situaci¨®n de emergencia que obligue a todos a correr hacia una votaci¨®n inaplazable ni creen que haya causa mayor ¡ªde opresi¨®n, de sumisi¨®n, de maltrato, de vejaci¨®n institucional¡ª que explique una carrera de infarto.
Creo que la disidencia vivida en el PSC hace un poco m¨¢s angosto el espacio pol¨ªtico de estas opciones, reduce todav¨ªa m¨¢s el posible margen de maniobra porque introduce una suerte de frontera simb¨®lica. La estrategia de la ejecutiva del PSC parece pasar por obviar la ilusi¨®n colectiva, es decir, escapar como sea a la din¨¢mica absorbente del proceso por la v¨ªa de rechazar, en la forma en que lo promueve el Parlament, el proceso de consulta. Porque, se mire por donde se mire, el Parlament no plantea esa consulta o ese refer¨¦ndum como una forma de averiguar qu¨¦ opina la gente sino como mecanismo para la aclamaci¨®n de la independencia: no es juego limpio en t¨¦rminos pol¨ªticos pero no lo es tampoco en t¨¦rminos ideol¨®gicos.
El gesto disidente en el PSC ha sido le¨ªdo por el PP y el Gobierno central como una realidad cantada: entre los socialistas catalanes hay independentistas camuflados
En la estructura vital, biol¨®gica, del proceso, y en el uso pol¨ªtico magistral que el PP y CiU-ERC est¨¢n haciendo del proceso, hay un coraz¨®n que bombea feliz y tiene forma de equivocidad buscada y explotada: cuando se defiende el derecho a decidir se est¨¢ defendiendo quieras que no el independentismo. Las sutilezas son para la letra peque?a del mercado medi¨¢tico, porque en may¨²sculas lo ¨²nico que sale es la obvia equivalencia entre derecho a decidir e independencia.
Por supuesto, no son lo mismo. No solo eso sino que los disidentes del PSC aspiran justamente a demostrar con su gesto que no son lo mismo, igual que ha hecho ICV desde hace m¨¢s tiempo. Pero el an¨¢lisis pol¨ªtico desmiente esa pretensi¨®n, que quiz¨¢ es ilusa o quiz¨¢ es voluntariosa, pero que en todo caso tiene efectos sorprendentes e incluso depresivos en t¨¦rminos de izquierdas. Intento explicarme.
El gesto disidente en el PSC ha sido le¨ªdo desde el PP y el Gobierno central como una realidad cantada: entre los socialistas catalanes hay independentistas camuflados y acaban de salir del armario. Ya est¨¢n ah¨ª, y eso es una gran noticia en t¨¦rminos de pol¨ªtica espa?ola porque ofrece munici¨®n de ¨²ltima generaci¨®n para aumentar la debilidad del PSOE, incapaz de controlar a los catalanes, adem¨¢s de la debilidad de Pere Navarro, incapaz de expulsarlos mientras dinamita con su pasividad la unidad sacramental de Espa?a.
Pero desde Catalu?a el resultado puede ser incluso peor. Igual que en Madrid, la distinci¨®n entre derecho a decidir y proceso independentista es parte de la letra peque?a. El significado simb¨®lico del gesto refuerza el mensaje general, fortalece al Gobierno de la Generalitat (porque ara?a diputados a un enemigo cl¨¢sico) y sigue favoreciendo el crecimiento de ERC y el desconcertante proceso de autodestrucci¨®n de CiU. Estoy seguro de que nada de esto est¨¢ en la intenci¨®n pol¨ªtica de los disidentes. Mejor a¨²n, estoy convencido de que la voluntad de todos ellos es rearmar una tradici¨®n de catalanismo socialista y federalista que sienten desaparecida o volatilizada del mapa. Pero el efecto medi¨¢tico que ha tenido su gesto no ha sido ese, ni se ha le¨ªdo como renovaci¨®n socialista sino como adhesi¨®n t¨ªmida o indirecta al proceso de independencia.
El efecto colateral m¨¢s hondo, sin embargo, es el debilitamiento pol¨ªtico y medi¨¢tico de una opci¨®n que, parad¨®jicamente, todos ellos comparten. Su gesto degrada la consistencia pol¨ªtica de quienes creen que el dret a decidir que promueve la Generalitat, tal como lo plantea, se parece demasiado a un proceso de aclamaci¨®n de una decisi¨®n ya tomada y me parece que nadie ha entendido el gesto precisamente como una defensa de un proyecto federal, que es lo que dicen los programas del PSC y de ICV (y hasta de la confederal Uni¨®).
Jordi Gracia es escritor y ensayista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.