El gran ilustrador

Al gaditano Enrique Ochoa (Puerto de Santa Mar¨ªa, 1891-Palma de Mallorca, 1978) la muerte le pill¨® pintando. Encaramado en un andamio mientras preparaba un lienzo de grandes dimensiones, Ochoa perdi¨® pie y cay¨®. Ten¨ªa 87 a?os y tras varios meses hospitalizado, falleci¨®. Una larga vida que este artista polifac¨¦tico de dif¨ªcil clasificaci¨®n dedic¨® casi por completo a la pintura, convirti¨¦ndose en uno de los mejores ilustradores del pasado siglo.

Desde su prerrafaelismo inicial, Ochoa asumi¨® el reto est¨¦tico de las vanguardias, de las que fue precursor en Espa?a, y se sumergi¨® en ¨¦l de la mano de sus amigos poetas y escritores ultra¨ªstas, surrealistas, dada¨ªstas y de otros ismos. Coet¨¢neo y amigo de Picasso, Garc¨ªa Lorca ¨Ca quienes retrat¨®-, Alberti, Rub¨¦n Dar¨ªo o Andr¨¦s Segovia, entre otros, era asiduo a los c¨ªrculos intelectuales y las tertulias de Madrid. Fue un artista en continua evoluci¨®n, que se busc¨® por todos los caminos que el arte le ofreci¨®. Recibi¨® la Medalla Nacional de Pintura, el Premio de la Bienal de Venecia (1936) y el Premio Extraordinario Princesa Sof¨ªa (1969).

Coincidiendo con el centenario de su primera exposici¨®n individual en Espa?a, el Museo del Patrimonio de M¨¢laga acoge hasta el 23 de marzo la muestra Ochoa vuelve al sur. 1914-2014, que a trav¨¦s de 251 piezas entre dibujos, acuarelas y ¨®leos transita por la extensa y variada obra del pintor gaditano.

El artista ilustr¨® las obras completas de Rub¨¦n Dar¨ªo, publicadas en 1917

Aunque algunos cr¨ªticos lo definieron como el pintor de la burgues¨ªa, tambi¨¦n fue ilustrador de las mejores revistas de su ¨¦poca, comparado con los prerrafaelistas, identificado con el surrealismo, con la abstracci¨®n o el gestualismo americano. Para el comisario de la exposici¨®n y nieto del artista, Jos¨¦ Est¨¦vez, ¡°esta muestra es un sentido homenaje para situar al artista y al hombre en un merecido lugar en la historia de nuestra pintura¡±.

Desde sus inicios, como un retratista excepcional del primer cuarto del siglo XX, pasando por su magistral t¨¦cnica del dibujo como ilustrador de libros o de las principales revistas de la ¨¦poca como La Esfera, Blanco y Negro o Mundo Latino, la exposici¨®n se presenta como una oportunidad para contemplar las obras del denominado ¡°pintor de la m¨²sica¡±, en las que la plasticidad de la m¨²sica y sus acordes se transforman m¨¢gicamente de la figuraci¨®n a la abstracci¨®n en obras como Strawinsky, p¨¢jaro de fuego, El ¨¢ngel rosa en la Pasi¨®n de San Mateo de Bach, La catedral sumergida de Debussy o Danza de fuego de Falla.

Entre toda su producci¨®n destaca especialmente su trabajo como ilustrador de m¨¢s de 2.000 publicaciones. ¡°El trabajo de Ochoa como ilustrador es de especial importancia en el conjunto de su obra. Las obras completas de Rub¨¦n Dar¨ªo, publicadas en 1917, fueron ilustradas por Ochoa y aunque solo hubiera realizado esta obra, Ochoa ya tendr¨ªa garantizado un lugar en la historia del libro¡±, explica el cr¨ªtico de arte Juan Manuel Bonet, quien tambi¨¦n ensalza su dominio del retrato, en especial el femenino: ¡°Hay un tipo de mujer Ochoa, como hay un tipo de mujer Romero de Torres o un tipo de mujer Rafael de Penagos¡±.