A la sinfon¨ªa por la danza

Jordi Savall dedic¨® el segundo concierto de su ciclo El So Original a ilustrar el camino que a lo largo del siglo XVII conduce, a partir de la danza, a la formaci¨®n de la orquesta como grupo de instrumentos m¨¢s o menos definido y estable, a la creaci¨®n de un corpus de piezas dedicadas exclusivamente a explorar las posibilidades t¨ªmbricas y arm¨®nicas de estas nuevas agrupaciones y a la aparici¨®n, finalmente, de un lenguaje y unas formas genuina y exclusivamente orquestales que encontrar¨ªan su paradigma en la sinfon¨ªa.

El concierto presentaba una ordenaci¨®n cronol¨®gica incluyendo obras de Michael Praetorius, William Brade y Guillaume Dumanoir y, en la segunda parte, piezas de Jean-Baptiste Lully, Johann Rosenm¨¹ller y Henry Purcell. Una repartici¨®n equitativa: dos ingleses, dos franceses y dos alemanes. El resultado, como suele ocurrir en casi todos los ¡°Conciertos Savall¡± fue totalmente ¨®ptimo. Le Concert des Nations, con Manfredo Kraemer en el concertino, son¨® equilibrado en sus diferentes timbres y siempre conjuntado. La factor¨ªa Savall va viento en popa: los conciertos se suceden, las salas est¨¢n llenas, los discos se venden, las giras no cesan. No hay crisis. Lo ¨²nico antiguo en Savall es la m¨²sica, en lo dem¨¢s, es uno de los m¨¢s modernos y avispados productores musicales.