El triunfo est¨¢ en la mezcla
La victoria desata al Deportivo donde de pronto parece haber salido el sol en una arcadia donde se han puesto al d¨ªa los pagos de los trabajadores
Nada como un gol de la victoria cuando muere un partido para disparar las emociones y desterrar el raciocinio. La ¨¦pica del triunfo sobre la bocina convierte el sufrimiento pasado en un tolerable pretexto, los defectos en un admisible peaje. Si adem¨¢s sirve para romper una din¨¢mica negativa de cinco jornadas sin victorias, superar a un rival directo con el que se enmienda el gol-average e incluso recuperar el liderato ya casi que Iniesta y Johannesburgo se quedan en pa?ales. Algo as¨ª sinti¨® el s¨¢bado por la tarde el deportivismo, inyectado de adrenalina tras el caracoleo de Luisinho y el remate de Borja Bast¨®n, tan evocador en la ejecuci¨®n a aquel pase a la red de Xisco en Tarragona que vali¨® tres cuartos de ascenso en tiempo de descuento la noche que Oltra galop¨® por la banda como si fuera Fernando V¨¢zquez.
La victoria desata al Deportivo donde de pronto parece haber salido el sol en una arcadia donde se han puesto al d¨ªa los pagos de los trabajadores, la junta de accionistas de despedida de Lendoiro se cerr¨® de forma incruenta, comienzan a fluir los acuerdos y tanto se han desatado las esposas que hasta el nuevo responsable de la parcela deportiva, Fernando Vidal, deja claro minutos despu¨¦s de la lesi¨®n de Lux en C¨®rdoba que si es preciso se incorporar¨¢ un sustituto. El club recupera un pulso institucional que le lleva al lugar donde siempre tuvo que estar, a ser parte activa y visible de la vida de su ciudad m¨¢s all¨¢ de su capacidad para congregar a sus fieles en el estadio, a que sus representantes respalden y honren los homenajes a sus veteranos o incluso acudan a la comida que celebra el patr¨®n de los periodistas. De todos los periodistas. Por el camino se habla y se sustancia la llegada de refuerzos y ya se sabe que nada como las caras nuevas para disparar ilusiones.
Vuelve la pasi¨®n del f¨²tbol y se aparca la acidez de los embargos, por m¨¢s que ¨¦sta semana se espere la reaparici¨®n del juez Ni?o y siga sin firmarse un acuerdo con la Agencia Tributaria. Todo va y viene con la pelota, tanto que los h¨¦roes del momento son dos refuerzos lusos, Luisinho y Salom?o, justo un a?o despu¨¦s de que, entre otros, el reci¨¦n reincorporado extremo abandonase el estadio de Riazor con cara de susto entre reproches e insultos tras aquella derrota ante el Granada que despidi¨® a Domingos Paciencia. ¡°M¨¢s portugueses y menos coru?eses¡±, podr¨ªan gritar ahora los m¨¢s taimados. Seguramente el triunfo est¨¦ en la mezcla y en la cohesi¨®n. En eso anda este Deportivo de coru?eses y portugueses, que en C¨®rdoba reedit¨® la solidez defensiva que le ha llevado a no encajar gol en 13 de los 23 jornadas disputadas. Apenas permiti¨® llegadas n¨ªtidas al rival, gran noticia para un grupo que se rearma de mediocampo para adelante y que sinti¨® de manera muy clara como veinte minutos de Salom?o sirvieron para dejar claro que transita a una velocidad muy superior a la de esta Segunda Divisi¨®n. Vistos los rivales y llegado el momento de marcar diferencias, el Deportivo, el que juega en el c¨¦sped y trabaja en los despachos, parece en disposici¨®n de marcarlas.
La victoria suaviza cualquier an¨¢lisis. De pronto en Lugo llueve menos, justo cuando el equipo rebaja su nivel futbol¨ªstico, el mismo que no hace tanto no le serv¨ªa para romper una racha negativa demoledora y ahora le concede dos triunfos consecutivos. Puestos a rearmarse nada como sumar puntos y el Lugo necesitaba vencer para seguir creyendo, para sentir que puede y debe mirar hacia arriba. Con el regreso de Rennella todo parece distinto porque aporta calidad en el remate, soluciones diferenciales en un equipo que hac¨ªa todo bien hasta los ¨²ltimos treinta metros, que tres meses despu¨¦s volvi¨® a ganar en su estadio y a¨²n as¨ª est¨¢ a un s¨®lo punto de los puestos de promoci¨®n.
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