Ni osos ni madro?os
El ¨¢rbol del escudo de Madrid se halla en franco retroceso en la regi¨®n
Que el oso ha desaparecido de la Comunidad es notorio pero, ?y el madro?o?, ese ¨¢rbol que aparece en el escudo madrile?o. Esta humilde planta, t¨ªpica del bosque mediterr¨¢neo, ha aguantado los envites de los cambios de su h¨¢bitat, pero su poblaci¨®n ha descendido de forma considerable.
Parece ser que en el escudo de Madrid no todo es lo que parece: ni el oso es tal, porque es osa, ni el madro?o se escogi¨® por ser especialmente emblem¨¢tico de la ciudad. La casualidad quiso que este ¨¢rbol, que ofrece frutos rojizos y carnosos, formara parte de tan insigne s¨ªmbolo her¨¢ldico. ¡°No existe consenso hist¨®rico sobre su inclusi¨®n en el escudo y cada historiador lo interpreta de una manera¡±, comenta ?ngel del R¨ªo, cronista de la Villa.
Una de las teor¨ªas sobre la presencia del madro?o en la her¨¢ldica madrile?a es la que cuenta que el Arbutus unedo o madro?o se incorpor¨® al escudo de la Villa a principios del siglo XII, despu¨¦s de la osa, debido a un pleito entre el clero y el consejo madrile?o por unas tierras. De forma que el consejo decidi¨® incluir al madro?o como s¨ªmbolo de sus propiedades y pas¨® a acompa?ar a la osa, que ya ten¨ªa d¨®nde apoyar sus patas delanteras.
Con el paso de los siglos, la poblaci¨®n osera desapareci¨® de Madrid y, aunque el madro?o no se extingui¨®, su poblaci¨®n descendi¨® de manera significativa. Tanto es as¨ª, que en el siglo XVIII se llev¨® a cabo la primera repoblaci¨®n del emblem¨¢tico ¨¢rbol de Madrid con ejemplares procedentes de Catalu?a, seg¨²n Del R¨ªo.
El madro?o es un ¨¢rbol que crece en las zonas lim¨ªtrofes del bosque mediterr¨¢neo. Pero tambi¨¦n es una especie vegetal internacional, ya que se puede encontrar, seg¨²n explica Leopoldo Medina, del Real Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid, en Irlanda, Madeira, sur de Europa y norte de ?frica¡ Hasta en Palestina. En Espa?a y Portugal, est¨¢ presente en todo el territorio peninsular y Baleares, salvo en zonas de la meseta norte (Valladolid, Palencia y Soria).
El madro?o, si lo comparamos con otros ¨¢rboles como el roble, es peque?o, mide entre 4 y 10 metros, pero es polifac¨¦tico. Lo mismo te ofrece unos carnosos frutos con los que elaborar licor, que un remedio para la diarrea y las infecciones urinarias, como la cistitis, o sirve para preparar una deliciosa compota o mermelada. La personalidad del madro?o queda definida por sus caracter¨ªsticas: adaptable y humilde. As¨ª que quiz¨¢ no es tan casual que este ¨¢rbol se haya convertido en el s¨ªmbolo vegetal del escudo madrile?o.
Cuenta Del R¨ªo que una de las razones por las que se comprob¨® que los frutos del madro?o contienen alcohol es porque se observ¨® que los p¨¢jaros que los com¨ªan volaban desorientados y de manera torpe debido a la embriaguez.
Los osos, grandes comedores de frutos silvestres, tambi¨¦n se alimentaban con estos manjares, pero ¡°tendr¨ªan que tomar una gran cantidad de sus frutos para embriagarse, as¨ª que es poco probable que ocurriera¡±, explica Jos¨¦ Luis Garc¨ªa, coordinador de la Fundaci¨®n Oso Pardo.
Sus frutos y su contenido et¨ªlico han encontrado quien los aprecie, aproveche y comercialice para elaborar manjares como licores, compotas o mermeladas, que se venden en una tienda de la Cava Baja de la capital, con el mismo nombre del ¨¢rbol.
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