Primero, el negocio; luego hablamos de Espa?a

Al final, todos a una en el PNV a favor de San Mam¨¦s como sede de la Eurocopa 2020. Han bastado unas gotas de sensatez econ¨®mica y detectar una evidente orfandad de apoyos populares para que el lehendakari, I?igo Urkullu, y el diputado general de Bizkaia, Jos¨¦ Luis Bilbao, se apeen del caballo del antiespa?olismo al que se subieron y abracen ahora con cierto retraso la apuesta apol¨ªtica y n¨ªtidamente pragm¨¢tica que abandera su alcalde, I?aki Azkuna. En tiempos de crisis nadie quiere que le responsabilicen de haber privado al comercio y a la hosteler¨ªa de muchos millones de ingresos.

A tal punto el discurso de Urkullu y Bilbao pareci¨® durante mucho tiempo un claro rechazo a la apuesta de San Mam¨¦s que contrari¨® a Azkuna e incluso comprometi¨® al Athetic. Al menos, a su presidente, Josu Urrutia, quien se refugi¨® en la ambig¨¹edad del silencio sin mostrar siquiera el m¨ªnimo gui?o a favor de un campo cuyas excelencias ¨¦l mismo hab¨ªa mostrado a Michel Platini, m¨¢ximo responsable de la UEFA. Es de suponer que la visita de Platini a San Mam¨¦s se dispuso en su d¨ªa para demostrar que es un campo con garant¨ªas para acoger un torneo de la envergadura de una Eurocopa.

En el fondo del debate, a Urkullu, a Bilbao y no se sabe si a Urrutia tambi¨¦n tan solo les irritaba que Espa?a jugara como anfitri¨®n en San Mam¨¦s. En todo caso, que vinierasolo? para medirse con Euskadi, dec¨ªan como mal menor. EH Bildu, en cambio, tambi¨¦n quiere que Euskadi juegue la Eurocopa y un Mundial si se clasificara, pero, sin embargo, jam¨¢s ha puesto en riesgo la candidatura de Bilbao porque la apoya desde siempre. Y como raz¨®n aplastante, la coalici¨®n soberanista, muy habituada a tomar el pulso a la calle, dice con toda rotundidad que en este caso "no hay debate".

Tambi¨¦n en la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, su presidente, el bilba¨ªno ?ngel Villar, se estaba preocupando por el desapego del Gobierno vasco y de Bizkaia hacia la candidatura de San Mam¨¦s. Incluso, hay quien advierte, con conocimiento de causa, del riesgo que supondr¨ªa haber continuado con las veleidades de este discurso identitario que, parad¨®jicamente, ni quiera la marca genuina EH Bildu respaldaba. Pero el PNV ha recuperado su acreditado pragmatismo y por eso ahora se disponer a atender primero el negocio y, luego, ya sacar¨¢ tiempo para hablar de Espa?a.