De v¨ªrgenes y m¨¢rtires
El Gobierno Rajoy se encomienda a los santos en espera de un milagro, mientras millones de ciudadanos se hunden en la pobreza
Escuchaba perplejo al ministro del Interior encomendarse a Santa Teresa de Jes¨²s para que ayude a Espa?a en estos ¡°tiempos recios para nuestra patria¡± y pens¨¦ que hab¨ªa regresado a mi adolescencia.
Cerraba los ojos mientras o¨ªa la perorata de este aguerrido militante del Opus Dei y cre¨ªa estar escuchando a alg¨²n camisa vieja de Falange. Lenguaje cuartelero: patria, recios tiempos, hombres duros.
Pero no. Estamos en pleno siglo XXI y los gobernantes que rigen los destinos del pa¨ªs parece que han renunciado a solventar nuestro problema m¨¢s importante: el paro, que condena a millones de espa?oles a la pobreza. Esperan un milagro.
Fern¨¢ndez conf¨ªa en la ¡°potente intercesora¡± que es Teresa de Jes¨²s, una santa ¡°que manda mucho¡±. Por algo era la favorita de Franco. Su colega de Trabajo, la sin par F¨¢tima B¨¢?ez, nos deleit¨® con aquella invocaci¨®n al ¡°capote¡± que nos hab¨ªa echado la Virgen del Roc¨ªo para ¡°salir cuanto antes de la crisis, para volver al crecimiento y a la creaci¨®n de empleo¡±. ?Dios te salve, F¨¢tima!
Pero no hay milagros. La dura realidad son esos 5,8 millones de parados en Espa?a; de ellos, 1,4 en Andaluc¨ªa. De la riada de cifras de la ¨²ltima EPA, hay dos datos dram¨¢ticos: en 686.000 hogares no entra ning¨²n tipo de subsidio o prestaci¨®n. Viven en la ¡°pobreza severa¡±. En 1,8 millones de hogares, ninguno de sus miembros tiene empleo. Son otros seis millones de ciudadanos a las puertas del infierno.
?Y los que tienen un puesto de trabajo? No est¨¢n mucho mejor. Las reformas introducidas por el Gobierno Rajoy en el mercado laboral han tenido un efecto desastroso: como era previsible aumenta el trabajo a tiempo parcial, precario, temporal y mal pagado. Empleo de baj¨ªsima calidad. Migajas para sobrevivir.
Un dato m¨¢s: el a?o pasado baj¨® en 339.300 el n¨²mero de contratos a tiempo completo, pero el Gobierno vende que aumentaron en 140.000 los contratos de media jornada. ?Milagro!, exclamar¨¢ B¨¢?ez. Es una tomadura de pelo. Tanto que el grupo vasco Amaiur ha registrado una pregunta en el Congreso para que el Gobierno explique ¡°las intercesiones divinas que afectan a la situaci¨®n de Espa?a¡±.
Pero no estamos para bromas. Los expertos hablan ya de la existencia en Espa?a del worker poor. El trabajador pobre. Tiene empleo, pero jam¨¢s saldr¨¢ de la pobreza. No se lo permitir¨¢n su salario de miseria, mermado, adem¨¢s, por el repago de servicios p¨²blicos (medicinas, libros escolares). Muchos ya no tienen ni para pagar la luz y el agua.
Un dato que cabrea a los apocal¨ªpticos de la derecha, en definici¨®n de El ojo izquierdo, que defienden a las el¨¦ctricas: la pobreza energ¨¦tica afecta a cuatro millones de espa?oles (Eurostat); 2.300 de ellos murieron de fr¨ªo (Observatorio Espa?ol de Sostenibilidad, cerrado casualmente por el Gobierno Rajoy por falta de presupuesto, quiz¨¢ para que no facilite datos como ese).
En cuanto al consumo de agua, el ejemplo reciente de Jerez es elocuente: tras privatizar el servicio, objetivo prioritario del PP all¨¢ donde gobierna, la multinacional Aqualia ha cortado el suministro a 200 familias que no pudieron pagar el recibo. En dos a?os (2011-12), se registr¨® medio mill¨®n de cortes de agua por falta de pago en Andaluc¨ªa.
Por ello, es elogiable la iniciativa de IU para ayudar a las familias sin recursos a pagar estos servicios b¨¢sicos. Y se entiende muy poco el dislate del consejero de Econom¨ªa, Jos¨¦ S¨¢nchez Maldonado, al calificar como ¡°beneficencia de otra ¨¦poca¡± la propuesta de su socio en el Gobierno. ?Beneficencia o solidaridad? Acl¨¢rese, consejero.
Esa es la cruda realidad de la que el PP quiere escapar encomend¨¢ndose a v¨ªrgenes y santos. Dejando en la cuneta a millones de espa?oles, que son los verdaderos m¨¢rtires de sus recortes sin fin. Y sin alma.
@JRomanOrozco
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.