De Montserrat a los Alpes
El museo de la abad¨ªa expone 100 obras maestras en Forte di Bard (Italia) Es su primera salida internacional
Un intenso manto blanco de m¨¢s de medio metro de nieve cubr¨ªa ayer el patio de armas del imponente Forte di Bard, una fortaleza situada a la entrada del Valle de Aosta, al norte de Italia, situaci¨®n estrat¨¦gica que le dio su esplendor pero que tambi¨¦n fue su ruina. En 1800 el fuerte fue destruido por las bombas lanzadas por el ej¨¦rcito de Napole¨®n cuando cruz¨® los Alpes por el Gran San Bernardo para sorprender al ej¨¦rcito austro-piamont¨¦s que ocupaba la llanura del r¨ªo Po. No dej¨® piedra sobre piedra. Por suerte, ayer lo ¨²nico que amenazaba era la intensa nevada que no par¨® de caer en toda la tarde.
Los gruesos muros del edificio reconstruido en tres terrazas en 1838 para adaptarse a la dif¨ªcil orograf¨ªa del terreno y transformado en centro cultural desde 2006, acogen hasta el 2 de junio otra aventura, esta vez art¨ªstica: la primera salida internacional de la interesante colecci¨®n de obras de arte que atesora el monasterio de Montserrat, que curiosamente tambi¨¦n fue arrasado por las tropas de Napole¨®n, esta vez en un incendio provocado por el general Suchet en 1811. Montserrat. Obras maestras de la Abad¨ªa es una selecci¨®n de 100 obras que expone este museo casi desconocido, pero que atesora obras excelentes, la mayor¨ªa obtenidas gracias a donaciones de los feligreses.
Dal¨ª, Mir¨®, T¨¤pies, Caravaggio, Sisley, Monet, Degas y Casas, entre los lienzos cedidos
La lista de autores que han viajado a Italia es la envidia de cualquier museo: Dal¨ª, Mir¨®, T¨¤pies, Caravaggio, Tiepolo, Sisley, Monet, Degas, Casas, Rusi?ol, Mir, Nonell o Picasso, entre otros muchos. Ordenados cronol¨®gicamente, es una muy buena muestra de los diferentes ismos que ha vivido la pintura: realismo, naturismo, impresionismo, modernismo, noucentisme y las vanguardias. De la pintura antigua a la contemporaneidad. Todo son pinturas excepto dos esculturas, las dos representan a la virgen que da nombre a la monta?a: una rom¨¢nica del siglo XII, restos del templo original, y otra de madera, totalmente opuesta, de Josep Maria Subirachs. Las dos se exponen con otras cuatro obras de la misma virgen, como una estampa del XVII que don¨® Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya en 1994, para celebrar los diez a?os de la formaci¨®n pol¨ªtica.
El museo cuenta con unas 3.000 obras, de las que expone solo unas 320. ¡°No todo es bueno¡±, asegura el entusiasta padre Josep de Calassan? Laplana, director y alma del museo en los ¨²ltimos 35 a?os. El a?o pasado recibi¨® m¨¢s de 167.000 visitas. ¡°La mayor¨ªa de la gente viene a Montserrat por la Moreneta, la monta?a, la coca y el mat¨®, pero muy pocos por el museo¡±, se lamenta Laplana.
El director, especialista en la obra de Rusi?ol, conoce cada una de las historias que est¨¢n detr¨¢s de estas obras que han acabado en la monta?a m¨¢s famosa de Catalu?a. Ayer estaba feliz de poder mostrar sus obras en el extranjero, aunque aseguraba: ¡°No me gusta mucho prestar lo mejor del museo, porque es como sacar las entra?as y esto no se puede hacer¡±.
Cuatro Torres Garc¨ªa, otros tantos Ramon Casas (tres de ellos protagonizados por su modelo favorita, la Madeleine) y Esperando, un espl¨¦ndido y enorme Julio Romero de Torres ¡ªque el pintor realiz¨®, seg¨²n explic¨® ¨¦l mismo ¡°como pintan los catalanes¡±¡ª son algunas de las estelares piezas expuestas. Esperando, raro y extra?o, se parece m¨¢s a una obra de Casas que a una del pintor cordob¨¦s.
A esta zona fr¨ªa de Italia tambi¨¦n han viajado dos de las obras m¨¢s importantes del conjunto montserratino: uno es el detallista El vendedor de estampas, de Mari¨¤ Fortuny, que por su fragilidad es muy dif¨ªcil de ver. Tras exponerse en Reus, ahora luce por primera vez un nuevo marco dorado, regalo del anticuario barcelon¨¦s Artur Ramon. La otra piezas es la excepcional San Jer¨®nimo penitente, de Caravaggio, una de las tres versiones que el pintor hizo de este tema. Sin duda es la pieza m¨¢s viajera de la exposici¨®n. Tras ser restaurada en El Prado en 2005 ha viajado por muchos museos espa?oles y extranjeros.
Tras poder ver varias obras de Picasso y Mir¨®, casi al final del recorrido, en la misma sala se han contrapuesto otras dos bombas de la pintura: La enorme Academia neocubista, pintado por Dal¨ª en 1926 (el museo de Montserrat es el que posee m¨¢s obras de este pintor despu¨¦s del de Figueres). El lienzo era pr¨¢cticamente ins¨®lito y desconocido ¡ªsolo circulaban unas fotos en blanco y negro¡ª hasta que lleg¨® al museo de Montserrat en 1999, donado por Josefina Cus¨ª, amiga de Ana Mar¨ªa Dal¨ª que, como ella, estaba enfrentada al pintor. Justo enfrente se puede ver una de las ¨²ltimas obras llegadas al centro mon¨¢stico: la colorida y abstracta La monta?a de Oisin, pintada por el irland¨¦s Sean Scully en 2010.
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