La consejera Rigau cree que el modelo catal¨¢n puede estar tocado de muerte

Los ¨²ltimos autos del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) suponen un punto de inflexi¨®n en la batalla ling¨¹¨ªstica iniciada hace ocho a?os porque es la primera vez que impone una medida concreta ¡ªla del 25% m¨ªnimo de horas en castellano¡ª, totalmente opuesta al sistema de inmersi¨®n. La consejera de Ense?anza catalana, Irene Rigau, tach¨® las resoluciones de ¡°sorprendentes¡± e ¡°incomprensibles¡± y confes¨® ¡°un sentimiento personal de indignaci¨®n¡±. ¡°No quiero pensar que cinco familias puedan cambiar todo el sistema¡±, lament¨® Rigau. Preguntada sobre si la inmersi¨®n hab¨ªa quedado tocada de muerte, la consejera no lo neg¨® e insinu¨® que el modelo de escuela catalana podr¨ªa estar en peligro.

Rigau destac¨® la importancia de los autos por el hecho de que, por primera vez, se fija un porcentaje de horas en castellano y record¨® que hasta ahora las sentencias del Tribunal Supremo hab¨ªan dejado en manos de la Generalitat el poder de fijar el equilibrio entre ambas lenguas. ¡°Ahora resulta que el TSJC se apropia del poder de poner un porcentaje. ?Pero en qu¨¦ se basa para poner esta cifra?¡±, cuestion¨®. Esta pregunta se hizo ayer tambi¨¦n Francisco Caja, portavoz de las familias demandantes, que admiti¨® que el porcentaje es ¡°arbitrario¡±. ¡°El tribunal no explica las razones de por qu¨¦ un 25% y no el 20% o el 30%¡±, apunt¨® Caja. Para ¨¦l, lo ideal ser¨ªa el 50%.

La consejera denunci¨® que ¡°se pretenda imponer en Catalu?a, por v¨ªa judicial desde el Supremo, el modelo que desde el Partido Popular se est¨¢ imponiendo en territorios como las Islas Baleares o el Pa¨ªs Valenciano¡±, acus¨® al tribunal de ¡°extralimitarse¡± ¡ª¡°tiene como funci¨®n hacer cumplir las leyes, no cambiarlas¡±, dijo¡ª y se mostr¨® sorprendida porque se apele directamente a los directores para hacer cumplir las resoluciones. ¡°Nosotros somos los responsables de sistema. Cuesta entender que se quiera obligar a los centros a desobedecer la Ley de Educaci¨®n de Catalu?a¡±, asegur¨®. Ninguno de los cinco responsables de las escuelas afectadas quiso ayer hacer valoraciones a este peri¨®dico. ¡°Me he enterado por los medios. No nos ha llegado ninguna resoluci¨®n¡±, admit¨ªa un director, quien se limit¨® a apuntar que esperar¨ªan ¡°las directrices del Departamento¡±, con cuyos representantes se reunir¨¢n el lunes.

¡°No quiero que mis hijos aprendan en castellano¡±, dijo la madre de un alumno

En todo caso, Rigau ya avanz¨® que de momento no cambiar¨¢ nada en las aulas. ¡°Recurriremos y cuando tengamos respuesta, ya decidiremos¡±, zanj¨® la consejera, dudando de que en solo un mes se pueda cambiar la metodolog¨ªa del aula. ¡°Es inviable cambiar el lenguaje, los materiales...¡±.

El colegio Mare de D¨¦u del Roser de Barcelona es uno de los centros afectados. Muchos de los padres que ayer esperaban a las cinco de la tarde para recoger a sus hijos ya conoc¨ªan la resoluci¨®n judicial. Las opiniones eran dispares. ¡°Me parece fatal, yo no quiero que mis hijos aprendan en castellano, tengo el mismo derecho que los que denuncian¡±, opinaba Dina, una madre. De forma diferente se expresaba otro padre, Andreu. ¡°No me parece mal que den un 25% en castellano. Lo ideal ser¨ªa que tambi¨¦n hubiera alguna asignatura en ingl¨¦s¡±, defendi¨®. Con esta diversidad de posiciones, el presidente de la AMPA prefiri¨® no opinar, alegando que, al final, la l¨ªnea educativa la marcar¨¢n los profesores, informa Paula Monta?¨¤.

Las familias demandantes no quisieron hablar, pero s¨ª su portavoz, que aplaudi¨® los autos ¡°porque reconocen el incumplimiento de las sentencias por parte de Rigau y esto abre la puerta a un procesamiento de la consejera por desobediencia¡±, lanz¨® Caja. En un tono muy diferente, Joan Badia, catedr¨¢tico de catal¨¢n de Secundaria y experto sobre pol¨ªticas de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, tach¨® el auto de ¡°intervencionismo jur¨ªdico inusual¡±. ¡°Es algo estramb¨®tico que un tribunal diga cu¨¢ntas horas se tiene que dedicar a una lengua u otra. El tribunal se ha puesto a hacer de consejero de ense?anza, pero este papel no le toca¡±, valor¨® Badia.