Crecimiento econ¨®mico y bienestar
El PIB ignora todo lo que ocurre fuera de los mercados. Y lo que ignora es mucho e importante
Estamos atentos a la evoluci¨®n de indicadores econ¨®micos b¨¢sicos. Nos preocupa el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), de la tasa de desempleo, la tendencia de las exportaciones etc¨¦tera. Quiz¨¢ sea un buen momento para reflexionar, aprovechando el reciente trabajo de R. Constanza y diez de sus colegas publicado en Nature (16-1-2014), acerca de lo que una de estas variables, el PIB, realmente refleja.
La investigaci¨®n en torno a si la evoluci¨®n del PIB es o no un indicador representativo de lo que podr¨ªamos denominar el ¡°¨¦xito de un pa¨ªs¡± y de lo que esto significa ha sido abundante. Por eso, sabemos que los datos que el jueves hizo p¨²blicos el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) para la econom¨ªa espa?ola, tres d¨¦cimas de crecimiento en el ¨²ltimo trimestre de 2013 y un crecimiento negativo (-1,2%) a lo largo del pasado a?o, aun constituyendo una buena noticia, son s¨®lo una fotograf¨ªa parcial de lo que queremos ver y conocer.
El Producto Interior Bruto (PIB), mide ¡°el valor de los bienes finales producidos en el interior de un pa¨ªs¡±. Es un indicador creado en los a?os 30 y 40 cuya paternidad se atribuye a S. Kutznets, quien advirti¨® en su momento del error que significaba interpretar el crecimiento del PIB como crecimiento del bienestar. Y, sin embargo, durante a?os, impl¨ªcita o expl¨ªcitamente, esta interpretaci¨®n ha sido dominante. Clasificamos a los pa¨ªses por sus logros en las tasas de crecimiento del PIB y muchas veces damos por hecho que los que m¨¢s crecen son los que garantizan un mayor nivel de bienestar a sus ciudadanos. Pero el bienestar, sobre todo si nos preocupa el bienestar colectivo, tiene unas exigencias mucho m¨¢s precisas.
Al medir transacciones econ¨®micas en los mercados, el PIB ignora todo lo que ocurre fuera de estas instituciones. Y lo que ignora es mucho e importante. Ignora los costes sociales ¡ªs¨®lo captura los costes privados¡ª, los impactos medioambientales, la distribuci¨®n de la renta existente en un pa¨ªs cuyo PIB crece. No es posible, sin embargo, hablar con propiedad de crecimiento y bienestar sin tener en cuenta estos hechos.
Desde Kutznets hasta el presente, la investigaci¨®n ha avanzado y estamos m¨¢s cerca del momento en que el PIB ser¨¢ considerado, de forma generalizada, como un indicador parcial. Hemos aprendido a definir y medir los factores que hacen que nuestra vida mejore. Podemos evaluar los impactos medioambientales del crecimiento del PIB, los efectos que ocasiona sobre la desigualdad de la renta e incluso es posible acercarse a conocer, de forma cualitativa y cuantitativa, cu¨¢les son los aspectos psicol¨®gicos del bienestar de los seres humanos. Hay muchas instituciones y programas que financian este tipo de investigaci¨®n.
En el art¨ªculo al que he hecho referencia, los autores animan a los pa¨ªses a tener en cuenta alternativas distintas al PIB para medir el bienestar. Las organizan en tres grupos. En el primero incluyen todos los ajustes necesarios para que las medidas econ¨®micas reflejen no s¨®lo los costes privados, sino tambi¨¦n los costes sociales y los medioambientales. El segundo incluye medidas subjetivas de bienestar recogidas en las encuestas y el tercero est¨¢ compuesto de indicadores como vivienda, esperanza de vida, tiempo de ocio y compromiso democr¨¢tico.
Detr¨¢s de esta propuesta hay logros consolidados, aunque todav¨ªa es necesario, como ellos mantienen, trabajo interdisciplinar y, como casi siempre, que logremos romper, todav¨ªa m¨¢s, con las inercias y el aislamiento entre Gobiernos, acad¨¦micos y ¨¢reas de conocimiento.
R. Costanza y sus coautores plantean que el reto es de corto plazo. En 2015, Naciones Unidas va a anunciar los Objetivos del Desarrollo Sostenible, que necesitar¨¢n ser medidos y evaluados con m¨¦tricas diferentes a las utilizadas con el PIB. No se trata de tener s¨®lo indicadores aislados como los que ahora utilizamos, sino de disponer de un indicador bien construido e integrado que permita analizar la evoluci¨®n del bienestar humano a nivel de pa¨ªs, regi¨®n o a nivel global. Hay trabajo por hacer y en distintas direcciones. Cada vez estamos m¨¢s cerca.
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