Casos abiertos
El porvenir se ha vuelto demasiado previsible. Cualquier mediano observador coincidir¨¢ en que la evoluci¨®n de las cosas del mundo (global y local, mim¨¦ticos) hace que lo anormal sea 'lo nuevo': de ah¨ª a lo normal, un paso. En Silicon Valley dicen que los verdaderos nazis son quienes critican a los m¨¢s ricos, la minor¨ªa del 1%. Ellos dicen ser v¨ªctimas de unos pobres que (lo proclam¨® Margaret Thatcher) lo son ¡°porque quieren serlo¡± y ¡°no hacen nada ¨²til a los dem¨¢s¡±. Los pobres son mal¨ªsimos: si lo dicen los ricos, gentes con el prestigio que les dan quienes se inclinan (?pol¨ªticos, intelectuales?) ante ellos, ?hay que creerles?
La creaci¨®n de prestigios sociales es algo endiablado, arbitrario, fluctuante. Pero siempre hay un nexo entre toda clase de prestigios: el poder. Tener poder produce admiraci¨®n. La gente de mi generaci¨®n se asombra ante esta mutaci¨®n de prestigios ?los pobres son nazis y los ricos sus v¨ªctimas? Aunque seamos unos vejestorios y estemos anticuad¨ªsimos nos sorprenden tantos casos abiertos.
La gente de mi generaci¨®n se asombra ante tanta mutaci¨®n de los prestigios y tanta confusi¨®n interesada
La directora del Fondo Monetario Internacional acaba de recomendar al Gobierno espa?ol, tras dos a?os de recortes descomunales, bajar m¨¢s los salarios de los trabajadores. Eso, por mucho prestigio que tuviera lo internacional, antes no lo hac¨ªa nadie. No era de recibo entrometerse en las pol¨ªticas de los pa¨ªses, qui¨¦n lo hac¨ªa se arriesgaba a recibir un mandoble pol¨ªtico. Hoy nos preguntamos cu¨¢nto tardar¨¢ Mme. Lagarde en darnos su previsible consejo ¡ªlas tablas de la ley para los pazguatos habituales¡ª de que para que la econom¨ªa vaya bien ?hay que pagar por trabajar! ?Claro! ?C¨®mo no se le hab¨ªa ocurrido ni siquiera al visionario Jordan Belfort El lobo de Wall Street, modelo de rico feliz?
Cuando se pague por trabajar la poblaci¨®n activa no bajar¨¢ (como en 2013) en 268.000 personas sino mucho m¨¢s: paro solucionado. ?Se pondr¨¢ esa gente a ver doce horas diarias de televisi¨®n (hoy son 4 horas)? ?Un fest¨ªn! Con tanta gente viendo tanta televisi¨®n no habr¨ªa ni que gobernar, ni hacer periodismo ?todo ser¨ªa 'entertainment'! ?Excelsa tonter¨ªa! ?Este es el camino? Caminamos.
Hay transformaciones delatoras, simb¨®licas. Tres periodistas espa?oles est¨¢n secuestrados en Siria. Estos colegas son la met¨¢fora del secuestro del periodismo en nuestro pa¨ªs (olvidad a Pedro J.). Ser periodista hoy es cosa de h¨¦roes, de gente culta: un caso abierto, sangrante y universal. Hay que leer JFK Caso abierto (Philip Shenon, Debate) para tener envidia de la investigaci¨®n que algunos colegas estadounidenses aun pueden hacer para ilustrarnos (aunque sea en una traducci¨®n 'mexicana' infecta) sobre el oficio de saber m¨¢s. 50 a?os despu¨¦s, aquel asesinato sigue siendo una inc¨®gnita (en 1963 yo ten¨ªa 19 a?os aquel d¨ªa tremendo).
Ser periodista hoy es cosa de h¨¦roes, de gente culta: un caso abierto, sangrante y universal
Las balanzas fiscales son otro caso abierto. Sometidas a la censura pol¨ªtica del se?or Montoro ¡ªlos datos no son suyos sino nuestros, de la gente¡ª la tentaci¨®n es irresistible: ?y si nos las inventamos? ?A qui¨¦n importa un poco m¨¢s de confusi¨®n en la opaca relaci¨®n entre los gobiernos de Madrid y Barcelona y las realidades ficticias que se echan en cara? Hay confusiones premonitorias: el IVA cultural baja del 21% ?claro! a los ricos (dinero es poder) coleccionistas de arte.
Algunas confusiones premonitorias estaban cantadas: ¡°Inmensament classics¡± es el bonito eslogan de la emisora p¨²blica Catalunya M¨²sica. Pues bien ?ya hemos convertido la sardana en un cl¨¢sico! Era inevitable si tenemos a un jefe de la oposici¨®n (al Govern) que es el aliado b¨¢sico del Govern. Nadie parece asombrarse de que las miles de emisoras espa?olas dediquen monol¨ªticamente los domingos al f¨²tbol. Hace poco los viejos amantes de la onda media no encontr¨¢bamos ese domingo m¨¢s que futbol ?y toros! ?Volver¨¢ el 'diario hablado'? Los m¨¢s entendidos pronostican que esta marcha hacia atr¨¢s en la historia puede llevarnos hasta la Rep¨²blica. Y aqu¨ª todos nos ponemos serios. Tenemos hoy una monarqu¨ªa democr¨¢tica que nadie esperaba y que ha resultado ¨²til al pa¨ªs durante casi 40 a?os. En la historia de un rey como Juan Carlos pesa m¨¢s todo eso que su traspi¨¦s de cacer¨ªas y amistades peligrosas. Pero, lamentablemente, s¨®lo los vejestorios de mi generaci¨®n podemos valorar esta historia antigua con cierto conocimiento.
Y ah¨ª entran las nuevas generaciones: la infanta Cristina puede casarse, faltar¨ªa m¨¢s, con qui¨¦n le d¨¦ la gana y llevar la vida que le plazca. Pero es sorprendente c¨®mo gente joven, como es ella, no alcanza a percibir la erosi¨®n de la Monarqu¨ªa cuando la hija del Rey no sabe renunciar a sus derechos din¨¢sticos al verse implicada (no necesariamente culpable) en pr¨¢cticas impropias. La ejemplaridad es imprescindible en las monarqu¨ªas democr¨¢ticas. Si la Infanta, imagino, hubiera sido consciente de tal perjuicio ya habr¨ªa renunciado (no como hija sino como Infanta) a su rango dentro de la Familia Real. Que la Monarqu¨ªa pueda llevarnos a la Rep¨²blica ?era previsible? Casos abiertos. ?Contra pron¨®stico?
Margarita Rivi¨¨re es periodista.
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