Con la nevera m¨¢gica a cuestas
STAND BY muestra una coreograf¨ªa colectiva de Alberto Garc¨ªa, Carlos G. Alonso y Violeta Friol en la sala DT Espacio Esc¨¦nico
Una vulgar cortinilla de cuentas de pl¨¢stico, un ba¨²l met¨¢lico con ruedas para ir de gira y una nevera que es a la vez ropero, zapatero y refrigerador para la sangr¨ªa industrial que se trincan los artistas; adem¨¢s, el artefacto blanco de dos puertas funge de biombo cuando la chica debe cambiarse a la vista de todos.
Se oyen canciones (en ingl¨¦s), algunas que seguramente fueron muy populares anta?o y otras actuales, se habla de la leyenda urbana de los bombones envenenados y se oye tambi¨¦n la sinton¨ªa del anuncio del brebaje de verano; los tres int¨¦rpretes hablan por los codos y a veces no es f¨¢cil seguirles (por la dicci¨®n o la intenci¨®n), pero su humor algo almodovariano y rampl¨®n conect¨® con la grada.
STAND BY
Coreograf¨ªa colectiva de Alberto Garc¨ªa, Carlos G. Alonso y Violeta Friol. Compa?¨ªa El Curro Danza Teatro. Sala DT Espacio Esc¨¦nico.
El sonido se hace m¨¢s duro y agresivo cuando avanza el ambiente opresivo. El prolijo texto y la pl¨¢stica son surrealistas a su manera, pero a la vez muy b¨¢sico y jugando a violentar los est¨¢ndares. Evidentemente, El Curro DT se ha radicalizado, o escorado, a una v¨ªa peleona y ¨¢cida, gritona y reivindicativa, sin cortapisas en el uso de los m¨¢rgenes. Tambi¨¦n se habla del consumo a trav¨¦s de ¡°la mujer cebolla de las mil prendas¡±, algo que sin ser original, sigue funcionando. Hilarantes las instrucciones para el sexo en pareja con bricolaje incluido.
Ellos, con sus f¨ªsicos singulares, con su cuajo esc¨¦nico, dan algo de perentorio y desesperado, improvisado (que no lo es) y recurrente hasta llegar a un estadio sin ciencia cierta; se alumbran y enfr¨ªan con la luz de la nevera, como una lumbre a la inversa. All¨ª componen la imagen final del ritual. Llegados a este punto de no retorno, suena un horrendo flamenco electr¨®nico capaz de herir la m¨¢s f¨¦rrea sensibilidad auditiva. Se preguntan unos a otros si son felices, y la respuesta es obvia: han hecho esta obra porque no lo son.
Hablando de cambios, la radicalizaci¨®n antes aludida de esta compa?¨ªa viene a tono y a cuento con los tiempos que corren y con el amargo panorama de la profesi¨®n no solo ante la crisis sino ante la brutal indiferencia de las autoridades y gestores culturales.
Para el calendario y los horarios de exhibici¨®n de Stand by consultar la cartelera de DT Espacio Esc¨¦nico en www.dtespacioescenico.com o en www.facebook.com/dtescpacioescenico.
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