ETA, analista pol¨ªtico
Se han limitado a sobrevolar de manera ramplona, a alimentar expectativas que no van mas all¨¢ de un simple enunciado de voluntades inconcretas
En un desesperado intento por flotar en el escenario pol¨ªtico, ETA, en su en¨¦simo comunicado tras dejar las armas, ha decido transformarse en analista. Mientras la sociedad democr¨¢tica esperaba de una vez el desarme o el perd¨®n por el inmenso da?o causado, los cuatro dirigentes que le quedan a la banda terrorista fuera de las c¨¢rceles han optado por un discurso hueco. Se han limitado a sobrevolar de manera ramplona, a alimentar expectativas que no van mas all¨¢ de un simple enunciado de voluntades inconcretas y, eso si, a magnificar la importancia de la manifestaci¨®n en favor de una nueva pol¨ªtica para la paz, adem¨¢s de un significativo respaldo a la v¨ªa vasca que ha ideado la izquierda abertzale. Vaya, como un tertuliano mas. Habr¨ªa que convenir que desde hace dos a?os, la banda terrorista entiende su compromiso con la paz como una novela por entregas. En realidad, sostiene que cuanto m¨¢s dure este proceso, mejor.
As¨ª lo cree porque entiende que es su ¨²nica tabla de salvaci¨®n para disponer siquiera de un m¨ªnimo hueco en el marco de un debate sobre el futuro de la paz en el que se afana por estar presente cuando saben que nadie les considera por aut¨¦nticos fracasados. Una vez m¨¢s, ETA ha desinflado las expectativas. M¨¢s a¨²n, ha ridiculizado a quien en la v¨ªspera del comunicado alento fundadas esperanzas de que esta vez la apuesta iba en serio, de que iban a colmar los anhelos de una sociedad cansada ya de tanto se?uelo est¨¦ril. Al final, ni una palabra de la entrega de las armas, ni una ramplona alusi¨®n a la v¨ªa Nanclares, Ante semejante decepci¨®n, ?qui¨¦n est¨¢ jugando al r¨¦dito en corto, alimentando unos escenarios que distan mucho de la voluntad real de las c¨¢rceles? Sin duda, a quien le corresponda convendr¨ªa advertirle que su irresponsabilidad es tendenciosa.
?Quien est¨¢ jugando al r¨¦dito corto?
Ahora bien, ?alguien sabe de verdad a que juega ETA antes de apagar la luz? No es de recibo, desde luego, que m¨¢s de dos a?os despu¨¦s de abandonar p¨²blicamente la violencia, de sentirse abandonada por el pueblo que un d¨ªa dijo defender, de abrazar la derrota por medio del reconocimiento de sus presos de la legalidad, venga ETA a escurrir el compromiso de su responsabilidad sin otra aportaci¨®n que valorar el esfuerzo de los dem¨¢s, pasar revista a o que hacen otros y, claro, ofrecerse para seguir en el escaparate. Ya vale. As¨ª las cosas, tras esta nueva decepci¨®n, ?hasta cu¨¢ndo vamos a seguir prestando o¨ªdos a una banda terrorista que desoye la exigencia de una sociedad a la que tanto debe y tan poco aporta? Desgraciadamente, hasta su pr¨®xima entrega. Igual es la buena.
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