?Cu¨¢l es el plan?
Resistir frente a Madrid es obligado y se agradece cuando Rajoy lo hace tan mal y tan en contra nuestra, pero no es suficiente
Da la impresi¨®n de que en su partido no se decide nada sin su consentimiento y, siendo la ¨²ltima en llegar, ha conseguido incluir su propuesta federal en el debate sobre el dif¨ªcil problema que ha generado, por partes iguales, el independentismo catal¨¢n y el a¨²n m¨¢s intransigente nacionalismo espa?olista.
Bajo su mandato, Andaluc¨ªa sigue sufriendo la arbitrariedad del Gobierno de Rajoy, cuya falta de patriotismo le hace olvidar que las comunidades aut¨®nomas son parte del Estado y que no se puede actuar contra ellas porque est¨¦n gobernadas por sus adversarios pol¨ªticos. Ministros andaluces como Montoro, Arias o B¨¢?ez no paran de buscar entresijos para zaherir y dificultar la acci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa creyendo que as¨ª ganan votos, aunque las encuestas salvan a Susana D¨ªaz y se?alan que es el PP quien los pierde.
Los dirigentes andaluces del PP le hacen oposici¨®n, en el mejor de los casos, a base de maledicencias y juicios de intenciones y en otras, m¨¢s lamentables, incluso tratando de ningunear a la presidenta salt¨¢ndose la ley y con malas formas, como le acaba de ocurrir con el alcalde de Granada. Y otros peque?os partidos que aspiran a hacerse un hueco en la vida pol¨ªtica andaluza, como UPyD, simplemente han recurrido al insulto personal para criticarla. Sin embargo, y sin que de su boca haya salido ni una sola palabra malsonante ni un desprecio como los que ella recibe, Susana D¨ªaz mejora sus expectativas electorales y, en tan poco tiempo, le ha hecho un roto al Partido Popular del que me parece que va a tardar en recuperarse.
Frente a ese tipo de agresiones y ante una pol¨ªtica errada del Gobierno central, que no ha conseguido que mejore pr¨¢cticamente ni una sola variable econ¨®mica en los dos ¨²ltimos a?os, el Gobierno andaluz resiste con dignidad y consigue hacer ver a la sociedad andaluza que, por muchas que puedan ser las renuncias obligadas y los recortes impuestos, su voluntad de mantener las conquistas sociales, a diferencia de lo que ocurre en otras comunidades gobernadas por los populares, es inquebrantable.
Todo ello refleja un activo de gran valor en el balance de nuestra presidenta pero ser¨ªa ingenuo pasar por alto algunos pasivos que si no se resuelven pronto podr¨ªan echar por tierra la cuenta de resultados de su Gobierno.
En tan poco tiempo, por ejemplo, ya hay promesas concretas de su discurso de investidura que se han incumplido. No se ha convocado antes de que acabase 2013 la comisi¨®n de expertos anunciada para analizar el sector p¨²blico instrumental y tampoco se ha presentado entre sus primeras actuaciones la ¡°gran iniciativa¡± a la que aludi¨® la presidenta. Resistir frente a Madrid es obligado y se agradece cuando Rajoy lo hace tan mal y tan en contra nuestra, pero no es suficiente.
Andaluc¨ªa necesita una estrategia en positivo propia. Un plan que nos indique a los ciudadanos de a pie qu¨¦ medidas concretas son las que van a permitir obtener financiaci¨®n, aumentar los ingresos, crear m¨¢s empresas, hacernos m¨¢s iguales, desarrollar nuestra industria o generar m¨¢s puestos de trabajo, por ejemplo. Y, por supuesto, que nos se?ale cu¨¢l es la contribuci¨®n concreta que nos corresponde a cada uno para que el esfuerzo colectivo pueda salir adelante. Faltan ideas al respecto y liderazgo en ese terreno.
Posiblemente, sea una carencia provocada porque ni PSOE, ni IU ni su Gobierno de coalici¨®n est¨¢n cumpliendo otra promesa fundamental de la presidenta: ¡°cambiar la manera de relacionarse con los ciudadanos¡±. Las palabras de sus dirigentes suenan bien pero su forma de hacer pol¨ªtica es vieja y sigue estando alejada de la inteligencia, de la piel y del alma de las personas normales y corrientes, cuando son ellas ¡ªy no los gobiernos¡ª quienes de verdad cambian la sociedad. Quiz¨¢ se trate de hablar menos y de dialogar m¨¢s.
@juantorreslopez
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