El mensaje andaluz de Rajoy

Tras meses de titubeos, el dedo de Mariano Rajoy ha se?alado al secretario de Estado de Igualdad, Juan Manuel Moreno Bonilla, como pr¨®ximo l¨ªder del PP de Andaluc¨ªa. Su designaci¨®n ser¨¢ refrendada en el congreso extraordinario del 1 y 2 de marzo tras un proceso an¨®malo que ha exasperado a la mayor¨ªa de los dirigentes auton¨®micos, ha despistado a la organizaci¨®n en la tarea de oposici¨®n ante una pujante Susana D¨ªaz y ha dejado una n¨®mina de vencedores y vencidos demasiado evidente, lo que abona el terreno para futuras batallas.

En la unidad de quemados de esta crisis interna, los principales damnificados son el hasta ahora secretario general del PP andaluz, Jos¨¦ Luis Sanz, quien parec¨ªa ser el aspirante con m¨¢s opciones (o al menos as¨ª se lo hab¨ªan hecho creer en los ¨²ltimos meses); el a¨²n presidente regional y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, cuya apuesta por su n¨²mero dos ha sido indisimulada, y, por encima de todos, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, desautorizada de forma indudable y a la vista de todos por Rajoy. Cierto es que Jos¨¦ Antonio Nieto, alcalde de C¨®rdoba, era el candidato preferido de la secretaria general del PP, que tambi¨¦n era consciente de que esta elecci¨®n s¨ª era una declaraci¨®n de guerra a Javier Arenas. Este es el motivo por el que Cospedal apost¨® por Sanz, un dirigente andaluz (otro m¨¢s) criado bajo la sombra de Arenas pero del que ahora est¨¢ algo distanciado.

En el lado de los vencedores se sit¨²an Juan Manuel Moreno, quien recibi¨® el pl¨¢cet en el ¨²ltimo instante; la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa (a la que todos adjudican un papel decisivo en el relevo) y Javier Arenas, tantas veces dado por muerto como finalmente resucitado. Pese a estar fuera de foco, Arenas ha tenido un papel relevante en la tragicomedia de la sucesi¨®n del PP andaluz. En este tiempo, ha jugado a dos barajas (a unos les dec¨ªa que el candidato deb¨ªa ser Moreno Bonilla y a otros que Sanz) y, como no pod¨ªa ser de otra manera, ha ganado.

Los movimientos que se produzcan en las pr¨®ximas semanas (?qui¨¦n ser¨¢ el n¨²mero dos del PP andaluz?, ?seguir¨¢n en sus puestos el actual portavoz parlamentario y la delegada del Gobierno?) dar¨¢n la pista de si Juan Manuel Moreno llega al cargo con autonom¨ªa suficiente o bajo la tutela de un Arenas redivivo y una S¨¢enz de Santamar¨ªa consolidada.

La semana pasada, cuando por segunda vez se dio por hecho que Sanz iba a ser elegido, se subray¨® que Cospedal se hab¨ªa impuesto a S¨¢enz de Santamar¨ªa y a Arenas en la carrera por el control de Andaluc¨ªa. La operaci¨®n se abort¨® y pocos d¨ªas despu¨¦s se han invertido los papeles de ganadores y perdedores. En el PP andaluz hay sectores que vinculan lo ocurrido, sin duda, con una batalla sin cuartel entre Cospedal y S¨¢enz de Santamar¨ªa en la que Sanz ha sido una v¨ªctima casi colateral.

La posibilidad de que Sanz encabece una candidatura alternativa es remota. Como hombre de partido (lleva casi toda su vida pol¨ªtica en el llamado aparato) ha entendido el mensaje de Rajoy. La cuesti¨®n ahora es: ?Lo ha entendido tambi¨¦n Cospedal?