Democracia a la inversa

Desde que Susana D¨ªaz estableci¨® el r¨¦cord regional de peloteo en unas primarias con 21.000 avales en poco m¨¢s de quince d¨ªas, no hab¨ªa ocurrido nada similar hasta la llegada de Juan Manuel Moreno Bonilla. Aunque no ha igualado el n¨²mero, el nuevo ya l¨ªder del PP s¨ª ha batido la plusmarca de la presidenta de la Junta en cuanto al tiempo requerido para lograrlo: 9.000 avales en 24 horas, seis al minuto durante 1.440 minutos. Si Rajoy lo nombra dos d¨ªas antes, Bonilla llega al congreso con m¨¢s avales que militantes tiene el PP en Andaluc¨ªa.

Y luego dir¨¢n que Rajoy no es un visionario. Un a?o de diatribas en torno al candidato y llega el presidente del PP y soluciona el enigma en una ma?ana. Dijo el nombre de Bonilla y result¨® que era, justo, el l¨ªder que todos estaban esperando. Ha sido un acierto pleno. Al minuto siguiente de anunciar que optaba a la presidencia del PP andaluz ya era presidente y se hab¨ªan agotado los halagos en el diccionario. A la hora, hab¨ªa que apuntarse en una lista de espera para poder hacer genuflexiones a su paso. La pol¨ªtica es muy simple. A una m¨ªnima se?al, todo el mundo sabe interpretar las instrucciones.

Una de las claves en la que se sustentan los partidos es la conformidad de sus militantes. A estas alturas de la democracia, siguen resultando frustrantes los mecanismos que tienen para elegir a sus l¨ªderes. Y resultan rid¨ªculas esas muestras de unanimidades sobrevenidas, o ese desfile de dirigentes haciendo loas hacia el designado, con el mismo empe?o que pondr¨ªan si el elegido hubiera sido cualquier otro. En los partidos sigue funcionando la democracia a la inversa. Los dirigentes nominan a un l¨ªder y luego se eligen a los compromisarios encargados de refrendarlo.

En este modelo de democracia interna, se convoca a m¨¢s de un millar de compromisarios para acudir dos d¨ªas a un congreso donde elegir a un l¨ªder que previamente ha sido ya elegido. Pero eso, en esos salones de actos hace ya mucho tiempo que lo ¨²nico que se dirime es la intensidad de los aplausos y el porcentaje de unanimidad alcanzado con la designaci¨®n. Hubo una ¨¦poca en las que hab¨ªa listas alternativas, pero aquello pas¨® a mejor vida. Ahora los presidentes de cada provincia (PP) o los secretarios provinciales (PSOE), se re¨²nen los d¨ªas previos en un almuerzo para alcanzar un acuerdo de prietas las filas en torno al designada desde arriba. Y luego salen en una foto conjunta para demostrar ese respaldo un¨¢nime de la militancia. De esa militancia a la que nadie le ha preguntado.

En los congresos, a los asistentes se les llama compromisarios porque suelen tener un compromiso con el jefe que les mantiene en un cargo p¨²blico bien remunerado, lo que a la hora de votar tiene su importancia. En muchos casos, su salario, o sus expectativas de tenerlo, depende de la persona a la que van a elegir y eso, adem¨¢s de ayudar a mantener la disciplina, permite grandes unanimidades. Ustedes dir¨¢n que todo est¨¢ m¨¢s que dicho. Y es verdad. Lo que pasa es que desde que la valoraci¨®n de los pol¨ªticos en Espa?a entr¨® en ca¨ªda libre, un d¨ªa s¨ª y el otro tambi¨¦n, los partidos hablan ahora m¨¢s que nunca de abrirse a la sociedad, de acercarse m¨¢s al ciudadano o de introducir mecanismos internos m¨¢s democr¨¢ticos en su manera de funcionar, entre otro mont¨®n de promesas varias que nunca cumplen.

La democracia a la inversa est¨¢ muy extendida. Hace unos meses, el PSOE convoc¨® una conferencia pol¨ªtica para intentar salir de la situaci¨®n de encefalograma plano en el que se encontraba este partido. Y lo hizo anunciando una medida excepcional: por primera vez una formaci¨®n pol¨ªtica en Espa?a iba a elegir a sus candidatos a trav¨¦s de unas primarias donde pudieran participar los simpatizantes. Elena Valenciano, la n¨²mero dos del PSOE, fue la encargada de loar la iniciativa. Justo la persona que encabezar¨¢ el cartel electoral en las Elecciones Europeas merced a la gracia divina de Rubalcaba.

@jmatencia