El PP de Santiago llev¨® su guerra ante la juez con duros ataques al alcalde

¡°El Ayuntamiento de Santiago est¨¢ dirigido por una panda de descerebrados¡±. As¨ª calific¨® a sus jefes el concejal de Deportes de la capital gallega, Adri¨¢n Varela, del PP, ante la juez que instruye la Operaci¨®n Pok¨¦mon. La situaci¨®n que describen los interrogatorios sobre las relaciones entre los ediles populares que dirigen el gobierno de Santiago refleja que entre ellos existe una desconfianza absoluta. Por el despacho de la juez De Lara pasaron el alcalde, ?ngel Curr¨¢s; la concejal de Educaci¨®n, Rebeca Dom¨ªnguez; Adri¨¢n Varela y la exconcejal de Familia e Benestar y actual portavoz del PP gallego, Paula Prado, cuya declaraci¨®n permanece todav¨ªa bajo secreto.

La magistrada, que investiga presuntos enchufes en empresas que consegu¨ªan contratos con el Ayuntamiento, se esfuerza en conocer las relaciones que manten¨ªan los diles con los directivos del grupo Vendex y de Aquagest. Cada uno opt¨® por una estrategia diferente. El alcalde niega todas las acusaciones y delega cualquier responsabilidad en los concejales y funcionarios. Los ediles aseguran que el regidor no les habla y que solo hace caso a otras dos concejales del grupo, Mar¨ªa Pardo y Reyes Leis, que ¡°se pasan todo el d¨ªa en su despacho¡±, seg¨²n Varela. Dom¨ªnguez confiesa que no tiene ¡°ni idea¡± de c¨®mo funciona la Administraci¨®n y que firma todo lo que le mandan sus jefes. Varela, por su parte, declara que Curr¨¢s no tiene ¡°ninguna capacidad de mando¡±. ¡°En el Ayuntamiento de Santiago o sobrevives o te suicidas¡±, llega a decir el edil, que llega a acusar al regidor de difamarle y de mentir.

Al principio de las m¨¢s de ocho horas de grabaci¨®n con todos estos testimonios, los imputados empiezan negando cualquier implicaci¨®n en la trama, pero, a medida que la magistrada les va contando lo que han declarado sus compa?eros, cambian su versi¨®n para echarse la culpa unos a otros. De esta forma, el alcalde dice que no vio curr¨ªculo alguno en su vida. Y eso a pesar de que Francisco Castro, su jefe de gabinete y mano derecha, dej¨® en las dependencias de alcald¨ªa cuatro curr¨ªculo de los supuestos enchufados en la guarder¨ªa de Salgueiri?os. El delegado de Vendex en Santiago, Alberto Quintana, recogi¨® la carpeta con esos papeles horas m¨¢s tarde. Pero Curr¨¢s asegura a la juez que desconoc¨ªa las presiones denunciadas por Dom¨ªnguez, para convertir esa guarder¨ªa en un refugio de recomendados pol¨ªticos. Incluso afirma desconocer c¨®mo fue la tramitaci¨®n del expediente administrativo del centro escolar que ¨¦l mismo ide¨® siendo concejal de Educaci¨®n. ¡°Al llegar a la alcald¨ªa le dije a Rebeca que era muy conveniente desarrollar la escuela¡±, manifiesta. Sin embargo, su inter¨¦s por el centro educativo se esfum¨® en cuanto supo que la concejala le acusaba de todo tipo de maniobras para convertirla en una agente de empleo. ¡°Rebeca me calumnia de forma permanente. Ni he visto ni he filtrado curr¨ªculo en mi vida¡±, reiter¨® una y otra vez. A Curr¨¢s le sent¨® tan mal lo expl¨ªcita que fue la edil que incluso acaba ech¨¢ndose flores a s¨ª mismo: "A veces, para que les resuelvan un problema dicen que es orden de arriba. Es posible que sea porque el alcalde tiene m¨¢s credibilidad¡±. Poco antes de que la juez evidenciase la trama enchufadora con pinchazos telef¨®nicos, pregunta al regidor c¨®mo era su relaci¨®n con Dom¨ªnguez. Responde que ¡°cordial¡±. Y de la cordialidad pasa a la hostilidad. ¡°Es rotundamente falso y me indigna¡±, espeta cuando Pilar de Lara le explica que la concejala se hab¨ªa definido como ¡°una intermediaria con la empresa para conseguir empleos siguiendo ¨®rdenes del alcalde¡±.

Curr¨¢s, tras escuchar muchos de los pinchazos, repite a la juez que la edil miente, que todo es un ¡°entramado surrealista¡± y que ¨¦l pas¨® de puntillas por todo. La misma actitud adopta Adri¨¢n Varela. Las negativas del concejal de Deportes se transforman en un ¡°no s¨¦¡± o en un ¡°no me acuerdo¡± cada vez que la magistrada le da al play de la grabadora y se escucha en la sala el sonido de sus conversaciones con los principales acusados en los que se hablaba de favores y enchufes, entre ellos de un curr¨ªculo de su padre para trabajar en el grupo Vendex.