Barcelona suspende las licencias para salvar a los comercios emblem¨¢ticos
La medida durar¨¢ un a?o y servir¨¢ para catalogar las tiendas y negociar su futuro
Es un primer paso y muy importante, pero ni mucho menos definitivo. El Ayuntamiento de Barcelona no dar¨¢ licencias de obras ni de actividad durante un a?o para evitar que siga el imparable cierre de comercios emblem¨¢ticos de la ciudad. La medida se anunciar¨¢ oficialmente ma?ana, durante la comisi¨®n de Econom¨ªa, pero ayer lo avanz¨® el diario La Vanguardia.
La suspensi¨®n de licencias era una de las principales reivindicaciones de la Asociaci¨®n de Establecimientos Emblem¨¢ticos y fue tambi¨¦n una propuesta de Uni¨® per Barcelona en el pasado pleno municipal. ¡°Sufrimos por no llegar a tiempo¡±, dijo Jordi Portabella en su ruego al alcalde. Xavier Trias, se comprometi¨® a tenerlo en cuenta y la respuesta ya ha llegado. PSC e ICV-EUiA tambi¨¦n han presentado y defendido medidas similares en los ¨²ltimos plenos. El principal objetivo de la medida es ¡°detener el goteo de cierres para eliminar la presi¨®n¡± del calendario y buscar con la cabeza fr¨ªa la mejor soluci¨®n posible, seg¨²n explic¨® el abogado de la asociaci¨®n, Josep Cruanyes. Pero el acuerdo no ser¨¢ nada f¨¢cil.
El principal problema con el que se encuentran los negocios emblem¨¢ticos de la ciudad es que dif¨ªcilmente podr¨¢n seguir pagando el alquiler del local, porque a finales de a?o termina la moratoria de la Ley de Arrendamientos y las rentas antiguas pasar¨¢n a la historia. Algunos comercios, como la librer¨ªa Canuda, ya han cerrado para siempre y muchos otros temen estar condenados al mismo destino. En algunos casos, el alquiler se disparar¨¢ de los 1.000 euros mensuales a los 9.000, pero seg¨²n la superficie que ocupe y su ubicaci¨®n, el nuevo alquiler que pida el due?o puede superar los 20.000 euros mensuales. Hay firmas dispuestas a pagarlos, pero son de multinacionales que nada tiene que ver con los comercios de toda la vida que, para muchos, forman parte del patrimonio de la ciudad y la dotan de personalidad.
Algunos negocios ya han cerrado porque no podr¨¢n afrontar el nuevo alquiler
Una vez fijada la suspensi¨®n de licencias, ser¨¢ el momento de elaborar un listado de negocios a proteger, que seg¨²n fuentes municipales, puede llegar ¡°a los 400 establecimientos¡±. Durante este a?o, tambi¨¦n se crear¨¢ una comisi¨®n t¨¦cnica, formada por los distintos colectivos implicados, que ¡°determinar¨¢n qu¨¦ significa ser emblem¨¢tico¡± y c¨®mo se deben proteger.
A pesar de la contundencia de la medida, aplaudida como primer paso por los defensores de la protecci¨®n, el Ayuntamiento sigue defendiendo que no interceder¨¢ en el acuerdo entre el propietario y el inquilino, porque se trata de ¡°un pacto entre dos privados¡± y a?aden que los que no tengan ¡°viabilidad econ¨®mica¡± acabar¨¢n cerrando. Fuentes municipales pusieron como un posible ejemplo a seguir lo que sucedi¨® con la hist¨®rica tienda El Palacio del Juguete, que se traslad¨® del Portal del ?ngel a otra calle menos c¨¦ntrica para poder afrontar el nuevo alquiler.
Cruanyes, letrado de la asociaci¨®n, celebr¨® ayer la medida del Ayuntamiento pero advirti¨® que ¡°ahora hay que comprobar de qu¨¦ trata est¨¢ suspensi¨®n de licencias¡±. La entidad quiere que se tomen como modelos Roma y Par¨ªs, donde se han protegido los locales emblem¨¢ticos pero tambi¨¦n las actividades que se ejercen, al considerar los negocios patrimonio municipal. El abogado record¨® que ¡°el patrimonio no solo protege los valores art¨ªsticos, sino todos los valores culturales¡±.
El conflicto de intereses aparece cuando se tiene en cuenta al due?o del local, que lleva a?os esperando el fin de la moratoria para enterrar la renta antigua, buscar un nuevo inquilino y multiplicar sus ingresos. Cruanyes insiste en que ¡°la propiedad se tiene que ejercer con una funci¨®n social¡±, y que hay que evitar la ¡°ley de la selva¡±, es decir, que hay que poner el patrimonio colectivo por encima del privado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.