Un archivo vivo
Internet fue el principio del fin de una ¨¦poca
Leer, subrayar, recortar, pegar, fotocopiar, clasificar y archivar. Durante d¨¦cadas, el trabajo de documentalista de prensa era una labor minuciosa que acababa desmenuzando los peri¨®dicos hasta la m¨ªnima expresi¨®n. Desde que en 1982 abri¨® la edici¨®n catalana de EL PA?S, el diario cont¨® con un servicio de archivo. Al principio fueron solo unas mesas y armarios que fueron creciendo a medida que lo hac¨ªan las ¨¢reas de informaci¨®n. ¡°Esto es un archivo vivo¡±, le gustaba decir a Gemma Arruga que, junto a Maita Corbera, puso en marcha el archivo al que luego se incorpor¨® Llu¨ªs Bosch.
Hasta la llegada de los ordenadores las carpetas de colores eran las protagonistas. Cada tema, un color: marr¨®n, Biogr¨¢fico; gris, Econom¨ªa; amarillo, Cultura; verde, Pol¨ªtica... Su desgaste era sin¨®nimo de la actualidad de un tema.
El d¨ªa que instalaron Internet nadie sab¨ªa qu¨¦ hacer. ¡°?Y ahora qu¨¦?¡±. ¡°Ahora, a navegar¡±, dijeron desde Madrid. Fue el principio del fin de una ¨¦poca. En 1990, Mar¨ªa Vega, Felix Garc¨ªa y Jos¨¦ ?ngel Monta?¨¦s tomaron el relevo. El cambio coincidi¨® con el auge de los buscadores que dieron la puntilla al viejo sistema. ¡°Apuntad este nombre, que ser¨¢ imprescindible¡±, dijo la redactora Ariadna Trillas al volver de Estados Unidos. ¡°?Google qu¨¦?¡±. Fue la primera vez que o¨ªmos su nombre. Sin percibirlo, las etiquetas, los tags y las bases de datos en Internet acabaron con los recortes y las carpetas. Pero la fiabilidad que daba encontrar una noticia en el interior de una de ellas tard¨® en superarse. Por suerte, parte de ese fondo se conservar¨¢ en el ANC. El archivo vivo sigue vivo.
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