La juerga m¨¢s cara
Detenidos cuatro trabajadores de una discoteca por secuestrar durante dos d¨ªas a dos j¨®venes a los que exig¨ªan el pago de 30.050 euros
Los cuatro hombres, vestidos de negro, y con equipo de transmisi¨®n en el o¨ªdo, llevaron a Nasser A., de 19 a?os, y a su colega, Jean-Baptiste P., de 24 a?os, a un local de MoneyGram, en la calle de Marina de Barcelona. Este sistema permite enviar dinero desde cualquier parte del mundo, por transferencia bancaria, y disponer de ¨¦l en diez minutos. De Arabia Saud¨ª a Espa?a tambi¨¦n, as¨ª que el plan no pod¨ªa fallar. Ellos no pod¨ªan negarse, los cuatro hombres ten¨ªan sus pasaportes, y sin estos no se podr¨ªan marchar de Barcelona, donde pasaban unos d¨ªas de vacaciones. Lo que empez¨® como un fin de semana de diversi¨®n y desenfreno, hab¨ªa acabado con los dos j¨®venes retenidos en contra de su voluntad y una factura de 30.050 euros por pagar a la discoteca Shoko.
La juerga arranc¨® el jueves. Nasser y Jean-Baptiste hab¨ªan desembarcado en el 7? 4? del n¨²mero 18 de la calle de Selva de Mar, en Barcelona. Un piso de lujo, alquilado por d¨ªas, a escasos tres kil¨®metros de la zona de ocio nocturno del paseo mar¨ªtimo. Aquella primera noche eligieron la discoteca Shoko, donde se gastaron 14.000 euros, seg¨²n fuentes policiales.
Al d¨ªa siguiente, viernes, la resaca era de ¨®rdago. Tanto, que Jean-Baptiste P. no se vio con ¨¢nimo de repetir. Pero Nasser volvi¨® a Shoko y, a la vista de c¨®mo acab¨® la noche, su fiesta fue mucho mayor que la del d¨ªa anterior. Nasser orden¨® al menos 26 botellas de champagne, dos de Mo?t, otras bebidas alcoh¨®licas e incluso confeti.
En total, 30.050 euros. Una cifra astron¨®mica, que fuentes policiales consideran, como poco, inflada. Uno de los conceptos cobrados fue un reservado por 20.000 euros, seg¨²n recoge la factura.
Pero cuando hubo que pagar, llegaron los problemas. Ni Nasser ni su amigo ten¨ªan tanto dinero, por lo que cuatro trabajadores del local decidieron convertirse en sus carceleros hasta que reuniesen el dinero. Lograron cobrarles 8.000 euros con tarjeta, y otros 3.000 en met¨¢lico, seg¨²n fuentes policiales. Pero no era suficiente. Los cuatro hombres pasaron con ellos el viernes, buscando una soluci¨®n. Hasta que el s¨¢bado por la tarde, les llevaron por primera vez a un establecimiento de MoneyGram, junto a la Sagrada Familia. All¨ª le contaron sin tapujos a la trabajadora de la entidad lo que hab¨ªa ocurrido: los j¨®venes ten¨ªan una alt¨ªsima deuda, y deb¨ªan saldarla como fuese, antes de dejar la ciudad. Pero la transacci¨®n no funcion¨®, y quedaron con la mujer que regresar¨ªan al d¨ªa siguiente. Era ya domingo, 9 de febrero. De nuevo, los cuatro hombres que segu¨ªan vestidos de negro, con botas y con los equipos de transmisi¨®n en el o¨ªdo, aparecieron en el local. Entre ellos, hablaban en ingl¨¦s. La trabajadora del establecimiento presinti¨® que aquello pod¨ªa acabar fatal. Los j¨®venes no reun¨ªan el dinero, y los hombres no parec¨ªan que fuesen a dejarles ir as¨ª como as¨ª, por lo que llam¨® a los Mossos d'Esquadra y les relat¨® lo sucedido. Eran ya las cinco de la tarde.
Para ese entonces, hac¨ªa m¨¢s de una hora que agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa segu¨ªan a los presuntos secuestradores y a los dos j¨®venes. Un funcionario de la Embajada de Arabia Saud¨ª hab¨ªa contactado con Interior para informarles de que tem¨ªan que uno de sus s¨²bditos estuviese secuestrado. Hab¨ªa sido el propio Nasser, quien fingiendo que llamaba a sus padres, se vali¨® de que sus presuntos secuestradores no entend¨ªan ¨¢rabe y alert¨® a la embajada de su secuestro y el de su amigo.
La polic¨ªa puso fin a la detenci¨®n ilegal el domingo por la tarde, cuando los implicados llevaban de nuevo a los j¨®venes a su piso de la calle de Selva de Mar. Luego los agentes acudieron a la discoteca Shoko, donde llamaron al cabecilla, que ten¨ªa los pasaportes de los j¨®venes. Alejandro B., de 23 a?os, H¨¦ctor H., de 31, Marcelo M., de 28 y Luis Alejandro S., de 33 a?os, quedaron en libertad con cargos, acusados de los delitos de detenci¨®n ilegal y extorsi¨®n. Los cuatro detenidos negaron en todo momento la implicaci¨®n de la discoteca en lo sucedido, y ante el juez guardaron silencio. Este diario se puso en contacto con este establecimiento de ocio, sin que respondiese a sus preguntas.
Finalmente, el jueves 13, tras todos los tr¨¢mites judiciales y policiales, los j¨®venes pudieron abandonar Barcelona. En el Facebook de Nasser a¨²n quedan algunos rastros de lo que fue aquel fin de semana. ¡°Chicos locos, este fin de semana ha sido demencial. ?Nos vemos!¡±, comenta uno de los colegas de los j¨®venes en una fotograf¨ªa en la que sale Nasser, copa en mano, en la discoteca en cuesti¨®n. Este le responde: ¡°Fue jodidamente bueno¡±. Poco despu¨¦s le dio un ¡°me gusta¡± a la p¨¢gina de la discoteca Shoko en Facebook. Los j¨®venes finalmente se fueron sin pagar la mayor parte la factura.
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