La ronda la paga el Gobierno
El Ejecutivo ha tenido que resolver la bronca entre las tres Diputaciones vascas
Al final, el Gobierno vasco se ha tenido que rascar el bolsillo, renunciando a 10 millones de euros que le correspond¨ªan por ley, para evitar la bronca entre los tres diputados forales en el ¨²ltimo Consejo Vasco de Finanzas. Como se recordar¨¢, el problema surgi¨® porque hab¨ªan aparecido ingresos fiscales ¡°no previstos¡±, tales como que Iberdrola se hubiera acogido a la actualizaci¨®n de balances, que el Gordo de Navidad hubiera ca¨ªdo en Mondrag¨®n y que la Uni¨®n Europea hubiera forzado a las empresas a devolver subvenciones fiscales del 45%.
Una vez m¨¢s, la soluci¨®n pactada contradice a la Ley de Aportaciones, sin que nadie se moleste en justificar este incumplimiento. Ya ocurri¨® hace cuatro a?os, cuando Gipuzkoa decidi¨® mantener el Impuesto de Patrimonio, eliminado en las otras dos diputaciones. Eso que supon¨ªa que Bizkaia tuviera que pagar 15,7 millones de m¨¢s y ?lava cinco. Bizkaia se neg¨® a pagar su parte, que tuvo que ser pagada por el Gobierno (8,7), Gipuzkoa (7,4) y, sorprendentemente, ?lava, que no solo pag¨® su parte sin rechistar sino que aport¨® 300.000 euros para la parte de Bizkaia.
El acuerdo era ilegal y yo intent¨¦ llevarlo a los tribunales (por lo que se ve, no hay jueces, fiscales, ni tribunales de cuentas que se preocupen de estas cosas), pero los tribunales ya me dejaron claro que en materia de derechos nos movemos en la Edad Media y que un siervo como yo no ten¨ªa legitimidad para poder pleitear contra unos autoridades feudales como las nuestras. As¨ª que, garantizada la impunidad, cada vez que hay un conflicto similar, cada Diputaci¨®n levanta el tono y espera que el Gobierno pague la ronda para apaciguar los ¨¢nimos. Funciona.
Todo el mundo sabe que la Ley de Aportaciones tiene defectos graves internos que hace que cuando a una diputaci¨®n le entra un dinerillo extra, sean las otras dos diputaciones quienes sufran las consecuencias al tener que pagar una cantidad adicional al Gobierno vasco. Es un sistema perverso que hace que si, por ejemplo, Bizkaia colabora fiscalmente con Gipuzkoa para que se puede detectar un fraude de un mill¨®n de euros en un contribuyente gipuzkoano, tal decisi¨®n le cuesta 360.000 euros a la Hacienda vizca¨ªna. Obviamente, con esas reglas de juego tan absurdas no hay mucho inter¨¦s objetivo en colaborar contra el fraude fiscal y, de hecho, las haciendas vascas se han negado a conectar sus bases de datos fiscales entre s¨ª hasta el d¨ªa de hoy.
Y es que todo lo relacionado con la Ley de Territorios Hist¨®ricos (LTH) es innecesariamente complejo y artificioso. Se quiere dar la impresi¨®n de que estamos ante tres verdaderas haciendas aut¨®nomas, cuando la realidad es que todo es mucho m¨¢s complejo y no se acomoda a los estrechos l¨ªmites provinciales. De hecho, los impuestos especiales o el IVA de importaci¨®n, que suponen el 25% de la recaudaci¨®n, se distribuyen al margen de los criterios generales de la Ley de Aportaciones, reparti¨¦ndose entre Gobierno y Diputaciones en funci¨®n de un porcentaje preestablecido y sin tener en cuenta el lugar en que se ha recaudado realmente, porque no hay relaci¨®n econ¨®mica alguna entre el lugar en el que se recauda esos impuestos y la residencia de quien los paga.
El defecto, adem¨¢s de evidente es antiguo, pues ya se detect¨® hace 30 a?os pero el PNV nunca ha querido modificarlo, por aquello de ¡°sostenella y no enmendalla¡± tan propio de nuestro pol¨ªticos. Habr¨¢ que estar atentos al siguiente n¨²mero del circo foral, que tambi¨¦n ser¨¢ pagado por el Gobierno de turno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.