Millet y Montull, primer asalto
Los saqueadores del Palau, acusados de presionar a altos cargos para construir un hotel de lujo La c¨²pula de Urbanismo en la etapa Hereu afronta penas de c¨¢rcel de m¨¢s de cuatro a?os
F¨¨lix Millet y Jordi Montull afrontan desde hoy el primero de los juicios que tienen pendientes por sus desmanes al frente del Palau de la M¨²sica. La vista oral es una derivada menor del caso Palau, que investiga el expolio (m¨¢s de 30 millones) de la instituci¨®n musical perpetrado por Millet y su mano derecha. Lo que se dirime es si los saqueadores confesos presionaron a altos cargos de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona para que agilizaran el proyecto de construcci¨®n de un hotel de lujo junto al coliseo modernista. El caso ha arrastrado tambi¨¦n al banquillo a los m¨¢ximos responsables del urbanismo en el consistorio durante la etapa del PSC, que seg¨²n el fiscal cedieron al influjo del otrora todopoderoso Millet y ¡°ocultaron¡± que la operaci¨®n urban¨ªstica poco ten¨ªa que ver con el inter¨¦s general.
El fiscal acusa a Millet y Montull de falsedad documental y apropiaci¨®n indebida; seg¨²n su tesis, los acusados recibieron una comisi¨®n de 900.000 euros del promotor del hotel a cambio de adjudicarle el proyecto y de garantizar que este llegara a buen t¨¦rmino. Los dos acusados pod¨ªan lograrlo, seg¨²n el escrito de acusaci¨®n, por la ¡°relaci¨®n de confianza y amistad¡± que les un¨ªa con diversos cargos electos. Pero el hotel no prosper¨®: en septiembre de 2009, apenas tres meses despu¨¦s de que los Mossos registraran el Palau, los vecinos del casco antiguo ¡ªque siempre se opusieron al proyecto por ¡°especulativo¡±¡ª facilitaron gran cantidad de informaci¨®n a la fiscal¨ªa. De ah¨ª brot¨® una investigaci¨®n judicial que tuvo una consecuencia que jam¨¢s ocurri¨® en la instrucci¨®n del expolio del Palau: Millet y Montull pasaron 13 d¨ªas en prisi¨®n provisional, para evitar que influyeran en los testigos de la causa. Fueron pocos d¨ªas, pero ¡°muy tristes¡±, seg¨²n Montull al salir de Brians 2.
El culebr¨®n del hotel
Todo empez¨® en 2003, cuando Millet y Montull lograron para el Palau la titularidad de unas fincas de la escuela La Salle Comtal. A cambio, la instituci¨®n deb¨ªa acometer obras de mejora de la escuela por valor de 4,5 millones. El objetivo declarado de Millet y Montull era mejorar el entorno y dar proyecci¨®n al Palau, y alegan que los 900.000 euros eran en concepto de honorarios para los arquitectos que iba a hacerse cargo del proyecto.
Pero las fincas estaban catalogadas como equipamiento escolar. Por lo que Millet y Montull pusieron toda su influencia para lograr que se declarase suelo residencial. Y desde 2006, se esmeraron por lograr apoyos. ¡°Te agradecer¨¦ tu apoyo. Estoy a tu disposici¨®n. Nos vemos en el verano en Menorca¡±, escribi¨® Millet a Xavier Trias, entonces jefe de la oposici¨®n, como a todos. M¨¢s tarde, Garc¨ªa Bragado se sentir¨ªa ¡°arrepentido por su exceso de confianza¡± con Millet.
El Ayuntamiento autoriz¨® la recalificaci¨®n y fue Garc¨ªa Bragado quien inici¨® los contactos con Econom¨ªa para buscar un inmueble, propiedad de la Generalitat, que desencallase el proyecto. Fue en el n¨²mero 1 de la calle de Ciutat, donde la administraci¨®n auton¨®mica pose¨ªa unas fincas catalogadas como vivienda, que pasar¨ªan a uso residencial. Por la p¨¦rdida de valor (5,5 millones) el promotor deb¨ªa compensar a la Generalitat. Los acuerdos se aprobaron sin informes jur¨ªdicos ni t¨¦cnicos obligatorios. En su declaraci¨®n, la exdirectora de Patrimonio Inmaculada Turu admiti¨® errores administrativos en la tramitaci¨®n.
Uno de esos ¡°errores¡± tiene que ver con un plan urdido por Millet a espaldas de todos. As¨ª, en 2007, cedi¨® los derechos de explotaci¨®n a la cadena Olivia Hoteles sin que los responsables pol¨ªticos supieran nada del asunto, seg¨²n su versi¨®n. ¡°Me enga?aron¡±, lament¨® Garc¨ªa Bragado, aunque neg¨® haberse sentido ¡°presionado¡± por los m¨¢ximos responsables del Palau.
La suerte del caso del hotel se decidi¨®, en buena medida, en junio de 2010. Desde la c¨¢rcel, Millet y Montull amenazaban, a trav¨¦s de sus abogados, con tirar de la manta. En el Parlament, una comisi¨®n de investigaci¨®n trataba de encontrar respuestas a un expolio millonario que nadie hab¨ªa sido capaz de detectar a tiempo. Y mientras todo eso ocurr¨ªa, diversos altos cargos del Gobierno tripartito desfilaron ante la juez para dar explicaciones sobre su intervenci¨®n en los tr¨¢mites que permitieron recalificar los terrenos comprados por el Palau y cedidos, m¨¢s tarde, a la cadena Olivia Hotels. El exconsejero de Econom¨ªa, Antoni Castells, defendi¨® el ¡°inter¨¦s p¨²blico¡± del proyecto y neg¨® haber dado ¡°trato de favor¡± a Millet. Aunque durante d¨ªas se especul¨® con la posibilidad de que acabara imputado, Castells se libr¨®. No salieron airosos, sin embargo, los responsables de Urbanismo, que dimitieron a las pocas horas de ser imputados.
El exteniente de alcalde de Urbanismo, Ramon Garc¨ªa Bragado; el exgerente de esa ¨¢rea, Ramon Massagu¨¦; y el exdirector jur¨ªdico, Enric Lambies, afrontan una petici¨®n de cuatro a?os y siete meses de c¨¢rcel por falsedad y prevaricaci¨®n. El exconcejal, que tambi¨¦n fue secretario de Presidencia en el Gobierno de Pasqual Maragall, ¡°ocult¨®¡±, seg¨²n el fiscal, que la operaci¨®n beneficiaba a un particular, el hotelero Manuel Valderrama ¡ªque hab¨ªa sido patrono de la Fundaci¨®n del Palau¡ª, para mantener la apariencia de que se hac¨ªa por inter¨¦s p¨²blico. El fiscal pide para ellos una pena de inhabilitaci¨®n de 13 a?os y medio y una multa de 12.000 euros. La participaci¨®n de Garc¨ªa Bragado es clave en la causa porque admiti¨® que present¨® el proyecto del hotel a Econom¨ªa. Entre 2006 y 2009 constan numerosas comunicaciones entre Garc¨ªa Bragado y los saqueadores del Palau.
El juicio se prolongar¨¢ el pr¨®ximo mes a raz¨®n de tres sesiones por semana (lunes, martes y mi¨¦rcoles). Los tres primeros d¨ªas est¨¢n reservados para los acusados, por este orden: Millet, Montull, D¨ªaz, Garc¨ªa-Bragado, Massaguer y Lamb¨ªes. Despu¨¦s, ser¨¢ el turno de los testigos. No hay d¨ªa en que no haya un testigo de inter¨¦s: el hotelero Manuel Valderrama, que vio frustrado su proyecto; el que fuera director ejecutivo del Palau tras la investigaci¨®n judicial y que aport¨® numerosa documentaci¨®n sobre el caso, Joan Llinares; el constructor Josep Llu¨ªs N¨²?ez; el exconsejero de Econom¨ªa Antoni Castells; el exconcejal Xavier Casas; el exalcalde Jordi Hereu y su sucesor, Xavier Trias; el arquitecto ?scar Tusquets y la exconcejal de Ciutat Vella Itziar Gonz¨¢lez, entre otros.
El testimonio de Itziar Gonz¨¢lez es clave: en su declaraci¨®n como testigo, hace tres a?os y medio, explic¨® a la juez M¨ªriam de Rosa que recibi¨® presiones para aprobar el proyecto del hotel; entre ellos, cit¨® a Garc¨ªa Bragado. Afirm¨® que recibi¨® m¨¢s llamadas, cartas y correos electr¨®nicos que con ning¨²n otro proyecto urban¨ªstico. El hotel, a?adi¨®, no le gustaba y no era conveniente. En una reuni¨®n, en 2008, se reuni¨® con Garc¨ªa Bragado y Millet, que pidieron su colaboraci¨®n. Montull, por su parte, le pidi¨® que obviara el proceso de participaci¨®n y la opini¨®n de los vecinos.
El juicio se celebrar¨¢ el pr¨®ximo mes a raz¨®n de tres sesiones por semana
En el caso ejerce la acusaci¨®n particular la Fundaci¨®n del Palau, que ha evitado acusar a la exc¨²pula de Urbanismo. Una estrategia paralela a la que ha seguido en la causa principal del Palau, la que investiga el expolio y el presunto cobro de comisiones ilegales por parte de CDC a Ferrovial a cambio de la adjudicaci¨®n de obra p¨²blica. El Palau pidi¨® altas penas de prisi¨®n para Millet y Montull, los malos oficiales, pero rechaz¨® exigirlas al extesorero de CDC, Daniel Os¨¢car. Los vecinos de Ciutat Vella ejercen la acusaci¨®n popular y s¨ª han pedido penas de c¨¢rcel para los responsables municipales.
Millet y Montull prev¨¦n declarar solo al fiscal de delitos urban¨ªsticos Antoni Pelegrin y a sus defensas, seg¨²n fuentes judiciales. Las defensas de los responsables pol¨ªticos ven ¡°normal¡± los contactos y correos para negociar un convenio y creen que la tesis de la fiscal¨ªa ¡°demuestra un desconocimiento de c¨®mo funcionan las instituciones profundo, sorprendente y sospechoso¡±. Los pol¨ªticos defienden que hubo un proceso participativo ¡°intenso¡± con vecinos y comerciantes, que el procedimiento fue correcto y que el proyecto del hotel era beneficioso para la ciudad, porque todas las partes ganaba de forma ¡°equilibrada¡±. El esc¨¢ndalo, no obstante, forz¨® a los pol¨ªticos a dar marcha atr¨¢s, lo que ha derivado en multitud de litigios cruzados (entre Olivia Hotels y las administraciones) que complican el caso.
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