El comienzo de la recuperaci¨®n

El ¨²ltimo trimestre de 2013 la econom¨ªa espa?ola experiment¨® un crecimiento positivo (0,2%), despu¨¦s de muchos meses de cifras negativas. Y para este a?o se prev¨¦ un crecimiento algo m¨¢s sustancioso (1%).

Las predicciones para la econom¨ªa vasca son similares. Al fin y al cabo, descansan en las efectuadas para la econom¨ªa espa?ola y estas, a su vez, de las cifras que se esperan para nuestros socios europeos. De momento, todas son positivas y han sido revisadas al alza, lo que nos permite, dentro de la necesaria prudencia, mantener una posici¨®n optimista.

Para muchos, lo importante es saber cu¨¢ndo estas previsiones macroecon¨®micas van a tener su reflejo en la microecon¨®micas, pues entienden que, aunque el PIB crezca, no hay ninguna garant¨ªa de que eso se refleje en la econom¨ªa familiar. Se quiere conocer cu¨¢ndo es previsible que el crecimiento del PIB influya en variables m¨¢s cercanas como el paro y el empleo.

Con respecto al paro, hay un par de relaciones que conviene tener en cuenta. En primer lugar, la distinci¨®n entre lo que se denomina ¡°paro estructural¡± y el llamado ¡°paro c¨ªclico¡±. El primero es el que se genera debido a que el proceso de ¡°emparejamiento¡± entre ofertas y demandas de trabajo lleva tiempo, lo mismo que el proceso de b¨²squeda en los mercados laborales. Hay, adem¨¢s, rigideces en estos mercados que hacen que el paro estructural sea distinto a cero.

El paro c¨ªclico, por otro lado, es aquel que est¨¢ relacionado no con la parte estructural de los mercados, sino con la demanda agregada, el nivel de ventas, la inversi¨®n, los beneficios, en suma, con el nivel de actividad.

Antes del comienzo de esta crisis, el paro estructural se situaba, para la econom¨ªa de Euskadi, en torno al 4-5%. A finales del 2013, nuestra tasa de paro hab¨ªa alcanzado una cifra cercana al 16%.

La diferencia entre ambas cifras, digamos 11%, podr¨ªamos denominarlo paro c¨ªclico, generado por la gran recesi¨®n que estamos dejando atr¨¢s. Y la cuesti¨®n es si podemos decir cu¨¢ndo se va a notar el efecto del crecimiento del PIB sobre la tasa de paro o, formulando la pregunta de otra manera, cu¨¢nto tiempo necesitaremos para que el paro c¨ªclico desaparezca y podamos hablar de haber alcanzado el ¡°pleno empleo¡± en nuestra econom¨ªa.

La contestaci¨®n requiere de m¨¢s elementos de an¨¢lisis. Precisamos saber c¨®mo reacciona el paro ante aumentos en el PIB. Algunos estudios emp¨ªricos nos indican que es preciso que el PIB crezca en un 2% para que el paro c¨ªclico disminuya en un 1%.

Si este fuera el caso y si las tasas de crecimiento son el 1% para 2014, 1,5% para 2015 y no se despegan mucho del 2% durante algunos a?os, precisar¨ªamos en torno a 10 a?os para volver a situarnos en cifras de paro razonables.

Sin embargo la relaci¨®n paro-PIB no es ¨²nicamente unidireccional. Hay otras variables que tambi¨¦n influyen, variables como la productividad, la tecnolog¨ªa, el nivel de salarios, etc¨¦tera.

Incluyendo estas y alguna otra adicional, expertos del mercado de trabajo (J. Dolado) han calculado que el crecimiento del PIB necesario para que el paro disminuya en un 1% es menor al 2% (un 1% o incluso un 0,3%). En este caso, el n¨²mero de a?os necesario para llegar al ¡°pleno empleo¡± ser¨ªa aproximadamente la mitad. No s¨¦ si hay estimaciones recientes de estas cifras para la econom¨ªa vasca, pero lo normal es que no haya grandes diferencias entre lo que ocurre aqu¨ª y lo que ocurre en la econom¨ªa espa?ola, de la que formamos parte.

Nos esperan todav¨ªa unos a?os antes de poder celebrar, entre otros hechos, dos muy importantes: el no tener recursos tan valiosos desempleados y no sufrir las consecuencias que el paro ocasiona sobre la distribuci¨®n de la renta.

Si una distribuci¨®n desigual se convierte en una menor igualdad de oportunidades para los m¨¢s j¨®venes, se generar¨¢ una ineficiencia que disminuir¨¢ el crecimiento futuro. Algo nada deseable.