¡°Pasaron como el caballo de Atila¡±

La violencia empleada por los radicales durante sus salvajes protestas del pasado lunes siguen todav¨ªa en la retina de muchos de los comerciantes afectados en varias zonas de Bilbao por los destrozos en sus establecimientos. ¡°Pasaron como el caballo de Atila¡±, subray¨® uno de ellos, mientras se lamentaba de la falta de seguridad policial, sobre todo durante la manifestaci¨®n de la ma?ana convocada por la plataforma Gune que agrupa a la mayor¨ªa sindical vasca y a grupos sociales.

Un d¨ªa despu¨¦s de sufrir los efectos de la kale borroka, los comercios tratan de recuperar la normalidad, aunque buena parte de ellos han tenido que proteger sus escaparates con maderas al tener las lunas rotas y comienzan a evaluar sus da?os y las posibles p¨¦rdidas. Ante la magnitud de los da?os, la asamblea de la asociaci¨®n de comerciantes BilbaoDendak conden¨® ayer de manera rotunda y un¨¢nime ¡°los ataques premeditados, indiscriminados y extremadamente graves¡± que sufrieron, seg¨²n dice en su comunicado, ¡°numerosos comercios, establecimientos hosteleros y hoteleros, oficinas bancarias, mobiliario urbano y veh¨ªculos privados y municipales¡±.

Este grupo, que aglutina a m¨¢s de dos mil propuestas comerciales y hosteleras, espera que este tipo de hechos ¡°no se vuelva a repetir ya que m¨¢s all¨¢ de la extrema gravedad de los ataques suponen un terrible menoscabo para la imagen de nuestra ciudad¡±. BilbaoDendak suscribi¨® el acuerdo de la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de la capital vizca¨ªna y agradeci¨® la solidaridad recibida.

Como reflejo m¨¢s expl¨ªcito de esta violencia est¨¢ la sucursal de la BBK de la calle Correo, en el Casco Viejo, y que qued¨® completamente destrozada. ¡°Con la BBK se ensa?aron. Abrieron el cristal con un mazo y tablas de madera. Entraron, cogieron un ordenador y una silla, y pusieron dentro un petardo. La Ertzaintza lleg¨® bastante tarde, cuando ya hab¨ªan roto a sus anchas¡±, aseguraron a Efe las empleadas de una tienda pr¨®xima que sigui¨® la acci¨®n vand¨¢lica y que tampoco pudieron evitar ser v¨ªctimas.

¡°Con la oficina de BBK se ensa?aron. Entraron y pusieron dentro un petardo¡±

¡°Fue todo muy r¨¢pido y no nos dio tiempo a reaccionar¡±, lament¨® ayer una de las dependientas, mientras recordaba c¨®mo ante la llegada de los encapuchados bajaron la persiana apresuradamente y apagaron las luces con tres clientas en el interior. Pero no se salvaron. A este comercio le rompieron la luna, les saltaron cristales hacia dentro y les pintaron ¡°FMI, lapurrak (ladrones)¡±.

Una dependienta de la tienda de la marca Adolfo Dom¨ªnguez de la calle Correo relat¨® que ¡°empez¨® a haber gente rara, se empezaron a acumular por grupitos y fueron hacia el paso de peatones del Arenal¡±. Despu¨¦s, recuerda que ¡°pusieron contenedores en la carretera y quemaron uno¡± y tras la llegada de la Ertzaintza, se dispersaron por la calle Correo. En un bar cercano, su due?o reconoci¨® ayer que ¡°nos quitaron una silla, fue la que tiraron a Movistar y les rompieron la luna. Cerramos y esperamos a que pasase. Estuvimos hasta las 9 de la noche, pero ya no hab¨ªa nadie en la calle¡±.

En la zona de Gran V¨ªa, arrasada en sus zonas m¨¢s emblem¨¢ticas, ayer se acumularon los veh¨ªculos de cristaleros para reparar las lunas destrozadas. El empleado de unos grandes almacenes record¨® ayer c¨®mo ¡°empezaron a tirar papeleras, alcantarillas y piedras. Rompieron el video-wall del escaparate. Se cerraron las persianas, con gente dentro y prendieron fuego a una de las persianas¡±. En general, los empleados de las tiendas atacadas por los violentos reconocieron ayer el miedo que pasaron ante la avalancha de ataques sin que hubiera presencia policial alguna para atajar los estragos.

¡°Fueron momentos muy desagradables y con una cierta tensi¨®n¡±, dice una de ellas. Su compa?era se acord¨® en ese momento de los ertzainas. ¡°No s¨¦ si es porque estaban todos los polic¨ªas en la zona del Guggenheim. Aqu¨ª he visto much¨ªsimas manifestaciones, no esto, sino mucho m¨¢s, y encontr¨¦ que hab¨ªa poca presencia policial para lo que estaba ocurriendo¡±, dijo ayer mientras comenzaba el inventario de las prendas da?adas.