La memoria editorial de Gustavo Gili llega a la Biblioteca de Catalu?a
El fondo est¨¢ compuesto por m¨¢s de 180.000 documentos reunidos en m¨¢s de un siglo
¡°Saludo a Franco. ?Arriba Espa?a! Gustavo Gili, editor, Enrique Granados, 45, Barcelona, exprisionero de la Checa de Vallmajor, del Uruguay, de la c¨¢rcel Modelo y del Preventorio de Sarda?ola, cumpliendo el deber patri¨®tico de facilitar la labor de las autoridades y la acci¨®n de la justicia, manifiesta: Que conoce al retenido Sr. D. Arturo Martorell desde hace m¨¢s de 20 a?os, y le consta que es hombre de moral e ideas derechistas, sin ning¨²n g¨¦nero de duda¡¡±. La carta est¨¢ fechada en Barcelona el 4 de agosto de 1939 y la dirige el fundador del sello editorial (que durante la guerra fue detenido por simpatizar con la Lliga) a las nuevas autoridades para avalar y rescatar de la Modelo al pedagogo catal¨¢n: ¡°Personalmente considero absurdo que se puedan atribuir al Sr. Martorell ideas anarquistas¡±, se compromete. La misiva es apenas una perla m¨¢s de los 180.000 documentos que conforman el fondo de la editorial Gustavo Gili, fundada en 1902 y que la cuarta generaci¨®n al frente de la empresa familiar, representada hoy por M¨°nica y Gabriel Gili Galfetti, ha donado gratuitamente a la Biblioteca de Catalu?a (BC).
¡°Es m¨¢s de un siglo de labor editorial, un fondo muy completo y ordenado ya de origen, que permitir¨¢ no s¨®lo estudiar c¨®mo se mov¨ªa el mundo de la edici¨®n sino la historia cultural de Catalu?a; adem¨¢s, el acuerdo permitir¨¢ recibir tambi¨¦n documentaci¨®n posterior a 1990 que es hasta donde llega ahora¡±, asegura con ojos como platos la directora de la BC, Eug¨¨nia Serra, feliz con esas 307 cajas de archivo, especialmente por lo inusual en el sector por completa y por la relaci¨®n calidad-coste comparado con el precio de la ¨²ltima adquisici¨®n, el fondo de la editora de Lumen Esther Tusquets el pasado 15 de enero, por la que la Generalitat desembols¨® 366.065 euros. ¡°Se tas¨® por una empresa independiente pero, adem¨¢s, hab¨ªa el peligro de que acabara en Madrid, como ya ocurri¨® con el de la agente Carmen Balcells¡±, argumentaron ayer fuentes del Departamento de Cultura para contextualizar la cifra.
En pleno proceso de catalogaci¨®n, el fondo Gustavo Gili apunta que ser¨¢ una mina, hasta extremos tales como documentar c¨®mo se consegu¨ªa papel y tinta en plena guerra civil o, a¨²n peor, en la m¨ªsera postguerra, con viajes clandestinos a Perpi?¨¢n para proveerse de material t¨¦cnico. Entre los 39 metros lineales de estanter¨ªas la cantidad de nombres ilustres marea: Carmen Balcells (la agente se inici¨® como representante de autores cient¨ªfico-t¨¦cnicos, especialidad de Gustavo Gili reforzada a partir de 1968), el oftalm¨®logo Ignasi Barraquer, los arquitectos Ricardo Bofill y Oriol Bohigas, los escritores Agust¨ª Calvet, Camilo Jos¨¦ Cela y Concha Espina, los artistas y dise?adores Joan Brossa, Noel Clarass¨®, Josep Llorens i Atigas y Ricard Giralt-Miracle, historiadores y cr¨ªticos de arte como Alexandre Cirici, Agust¨ª Duran Sanpere, Sebasti¨¤ Gasch y Santiago Sobrequ¨¦s¡
La documentaci¨®n
Uno de los cuerpos m¨¢s voluminosos de la documentaci¨®n, unas 40 cajas, lo compone el fruto de la labor del fundador del sello que en 1902, por diferencias con su padre, Joan Gili, editor de libros religiosos, decidi¨® crear su propia empresa. Hasta el porqu¨¦ de esa salida personal, en forma de largo memor¨¢ndum que dirigi¨® a su madre y hermanos, est¨¢ entre los papeles. Una de las joyas de ese periodo es la correspondencia que desde 1925 y durante casi 31 a?os mantuvo Gili con el editor franc¨¦s Jacques Schiffrin, padre del tambi¨¦n editor Andr¨¦ Schiffrin fallecido hace apenas tres meses y fundador de la m¨ªtica colecci¨®n La Pl¨¦iade. Los v¨ªnculos fueron tales que fue Gili quien ayud¨® a su amigo, de origen jud¨ªo, a huir de las leyes raciales de la Francia de Vichy, como constatan dos telegramas de julio de 1941 confirmando pasajes de barco para que pudieran partir de Sevilla hacia EEUU.
Impagable es tambi¨¦n la lista con la suscripci¨®n de todas las librer¨ªas y prohombres que adquirieron las obras completas de Joan Maragall que la editorial lanz¨® en 1918. Narc¨ªs Oller, Nicolau d¡¯Olwer, Ferran Valls y Taberner, Josep Maria de Sagarra, Rom¨¤ Jori¡ La edici¨®n, en 16 vol¨²menes, de la Historia de los Papas (1911), de Ludwig Pastor, o la colecci¨®n Monumenta Cataloniae, a trav¨¦s de la editorial Alpha, explica la presencia de misivas de personajes como Joan Estelrich y Francesc Camb¨®, sin embargo mucho menos voluminosa que la que gener¨® Julio Casares a ra¨ªz del imprescindible a¨²n hoy Diccionario ideol¨®gico de la lengua espa?ola. Fundador de la C¨¢mara Oficial del Libro de Barcelona y autor del seminal Bosquejo de una pol¨ªtica del libro, su papel en la patronal del sector le permiti¨® contactar tambi¨¦n con Ortega y Gasset, Puig i Cadafalch, Azor¨ªn, Carles Soldevila y Saturnino Calleja.
Gustavo Gili, el fundador, se carte¨® con Jacques Schiffrin, creador de La Pl¨¦iade, y le ayud¨® a huir de la Francia de Vichy
Su hijo, Gustau Gili Esteve, que llev¨® las riendas del negocio desde 1945 hasta su muerte, es quien suministra la parte m¨¢s voluminosa (260 cajas), que entre otras maravillas muestra correspondencia sobre dos de sus grandes ¨¦xitos populares del momento: el Libro de la selva, de Rudyard Kipling, y las novelas de Tarz¨¢n, de Edward Rice Burroughs.
Tambi¨¦n de esta ¨¦poca es la especializaci¨®n en dise?o, moda y arquitectura, lo que da pie a presencias de colaboradores como el poeta y cr¨ªtico Juan Eduardo Cirlot, el arquitecto Ignasi de Sol¨¤-Morales y el fot¨®grafo Joan Fontcuberta. La edici¨®n de libros de arte e incluso de bibli¨®filo desemboc¨® en una notable amistad y colaboraci¨®n entre Gili Esteve y Picasso. Esa correspondencia y el material gr¨¢fico que implic¨® la edici¨®n de vol¨²menes no se ha incluido en esta donaci¨®n. El material podr¨ªa ir al Museo Picasso si fructifican las conversaciones que M¨°nica y Gabriel Gili Galfetti mantienen con el centro municipal.
La correspondencia con Picasso y el material gr¨¢fico que gener¨® su edici¨®n podr¨ªan ir al museo del pintor en Barcelona
El legado Gustavo Gili (que en 2015 dar¨¢ pie a una exposici¨®n f¨ªsica y virtual) pasar¨¢ a engrosar el fondo que la Biblioteca de Catalu?a est¨¢ empezando a forjar de y sobre el mundo editorial, desde documentaci¨®n de empresas a papeles m¨¢s personales y profesionales de editores, escritores e ilustradores. Son ya unas 300 referencias, algunas de tal peso como el archivo del editor de Destino Josep Verg¨¦s, los de sellos como la editorial Montaner y Sim¨®n, el de Espasa, el de La Magrana y el m¨¢s reciente de Esther Tusquets. Como sea que ¡°caer¨¢n m¨¢s¡±, seg¨²n avanz¨® el consejero de Cultura Ferran Mascarell, empieza a perfilarse un potencial embri¨®n de una versi¨®n a la catalana (en una estrategia pr¨¢cticamente in¨¦dita en Espa?a) del reverenciado Institut M¨¦mories de l¡¯Edition Contemporaine de Francia, creado en 1988. El autoatribuido t¨ªtulo de Barcelona como capital de la edici¨®n espa?ola, am¨¦n de industrial, empezar¨ªa a tener sentido hist¨®rico y cultural.
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