La l¨ªder del PP vasco amaga con dimitir si le imponen a su Ejecutiva
Quiroga mantiene un pulso con Alfonso Alonso a 48 horas del congreso
Lo que iba a ser un congreso de aclamaci¨®n de Arantza Quiroga como presidenta del PP vasco por parte de la militancia se ha transformado en la mayor crisis del partido en casi seis a?os. En medio de una ¡°tensi¨®n total¡±, seg¨²n un parlamentario, el partido se encuentra la v¨ªspera de su congreso, que comienza este viernes en San Sebasti¨¢n, sin un nombre para la secretar¨ªa general, sin ejecutiva dise?ada, dividido en un pulso abierto entre Quiroga y la direcci¨®n alavesa de Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso, y asistiendo a una gesti¨®n de la crisis por la presidenta que distintos dirigentes censuran con enorme dureza.
Quiroga, cuya pretensi¨®n de relevar a I?aki Oyarz¨¢bal como su segundo y ganar control en el partido sin el ascendente de Alonso desde Madrid se halla en el origen del conflicto, cre¨ªa haber encontrado la soluci¨®n en el concejal de Hacienda de Vitoria, Manuel Uriarte. ¡°Era el hombre¡±, admiten fuentes cercanas a la presidenta. Pero Uriarte, tras mostrar cierta disposici¨®n inicial, termin¨® renunciando a la oferta en la noche del martes, despu¨¦s de consultar con dirigentes del partido en ?lava. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, no quer¨ªa prescindir de ¨¦l y responsables populares en este territorio terminaron concluyendo que la presidenta quer¨ªa usar un nombre alav¨¦s en contra de Alonso. Estas fuentes insisten en que Quiroga apenas ten¨ªa conocimiento pol¨ªtico de Uriarte antes de elegirle.
La mayor crisis desde la marcha de San Gil
Desde que Mar¨ªa San Gil abandon¨® abruptamente la presidencia del partido en mayo de 2008, el PP vasco no viv¨ªa una crisis de las dimensiones de la actual. San Gil, crecida pol¨ªticamente de la mano de Jaime Mayor Oreja, fue relevada por Antonio Basagoiti, quien embarc¨® al partido en una apuesta por salir del arrinconamiento y situarse en el centro de la pol¨ªtica vasca que a¨²n prosigue.
La llegada de Basagoiti, vizca¨ªno, a la presidencia fue el resultado de un pacto entre territorios por el que ?lava pon¨ªa el secretario general: I?aki Oyarz¨¢bal, persona de la m¨¢s absoluta confianza de Alfonso Alonso. Aunque no era la opci¨®n de Basagoiti, el t¨¢ndem funcion¨® de forma cada vez m¨¢s engrasada y marc¨® en buena medida la pol¨ªtica del PP durante el lustro del mandato de Basagoiti, especialmente mientras el partido fue socio del Gobierno de Patxi L¨®pez, la pasada legislatura.
Basagoiti, cansado personal y pol¨ªticamente de no ver suficientemente respaldadas sus apuestas, decidi¨® dejar la pol¨ªtica en mayo pasado y propuso a Arantza Quiroga como su sucesora. La c¨²pula del partido la respald¨®, pero desde entonces Quiroga buscaba la ratificaci¨®n de la militancia en un congreso. Finalmente, Rajoy le dio su visto bueno a la convocatoria en la reuni¨®n de ambos el pasado 15 de enero.
La crisis se desencaden¨® el 10 de febrero, cuando Quiroga tante¨® con los tres presidentes provinciales su intenci¨®n de prescindir de Oyarz¨¢bal, a quien le hab¨ªa comentado algunos d¨ªas antes sus pretensiones.
Desde entonces, la presidenta y sus barones han intentado cerrar un consenso sobre el n¨²mero dos y el resto del equipo, que hasta el momento no ha fraguado tras la renuncia del concejal vitoriano Manuel Uriarte a la oferta de la presidenta.
Horas antes de que Uriarte le diese su no final, Quiroga amag¨® con dimitir en una reuni¨®n con sus tres barones provinciales si el elegido no era el edil, pero mi¨¦rcoles se mostraba claramente ¡°dispuesta a seguir¡±, seg¨²n fuentes de su entorno, y convencida de que cuenta con los apoyos suficientes para sacar adelante el equipo que desea, con un segundo volcado en Euskadi y en dinamizar en la sociedad la maquinaria del partido.
¡°Hay voluntad de acuerdo, pero no de aceptar un pulso permanente¡±, se apunta en ?lava, mientras dirigentes de la direcci¨®n nacional del partido presionan a Alonso para que rebaje sus pretensiones de influir en Euskadi. Fuentes de la c¨²pula enmarcan estas ¡°luchas de poder¡± en las din¨¢micas habituales previas a los congresos, pero estas tensiones en Euskadi son el espejo, una vez m¨¢s, de la soterrada batalla entre G¨¦nova, 13 y La Moncloa. Alonso tiene tras de s¨ª a la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, mientras que Quiroga se siente avalada por la direcci¨®n nacional ¡ªy por el propio Rajoy¡ª para configurar el equipo que desee.
En este clima, el PP lleg¨® en la tarde de este mi¨¦rcoles a la reuni¨®n en Vitoria de su junta directiva, su m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos, rodeada de expectaci¨®n. Quiroga no tom¨® la palabra en una cita que apenas lleg¨® al cuarto de hora y ninguno de los presentes le pregunt¨® por la crisis. La reuni¨®n se limit¨® a aprobar el reglamento del c¨®nclave, que tiene por lema Al servicio de Euskadi.
Despu¨¦s, tanto Quiroga como Alonso apelaron a ¡°la responsabilidad y a la altura de miras¡±. ¡°No vamos a decepcionar a nadie¡±, dijo ella. ¡°Habr¨¢ acuerdo¡±, sostuvo ¨¦l. Pero ahora mismo no hay ning¨²n nombre sobre la mesa. ¡°Lo importante no es un nombre concreto, sino armar un equipo que responda, con experiencia y perfil pol¨ªtico¡±, dice un representante alav¨¦s. ¡°Tenemos que sentarnos a rellenar un organigrama entre los tres territorios¡±, asevera una fuente vizca¨ªna.
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