La cancelaci¨®n de varios ¡®swap¡¯ agrav¨® la quiebra de una firma de Durango
El representante de una empresa de construcci¨®n declara ante el juez que no fue informado del riesgo
No ten¨ªa ni una sola acci¨®n o producto de riesgo entre sus ahorros pero a cada cr¨¦dito que ped¨ªan las empresas de su grupo constructor, para comprar suelo o comenzar una promoci¨®n, le colocaban un swap ¡ªun contrato de permuta financiera¡ª. El representante de un grupo de empresas de construcci¨®n de Durango, en concurso de acreedores, J. B., ha asegurado este mi¨¦rcoles en el juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Bilbao que no le informaron convenientemente de las consecuencias de los productos financieros ¡ªswap¡ª que sistem¨¢ticamente le propon¨ªa el Banco Santander, y que seis o siete a?os despu¨¦s de suscribir en 2004 el primero, se ha ido a la quiebra con una deuda atribuible a ellos de 1,6 millones que agravaron su insolvencia.
Entre que los swap ten¨ªan como objetivo proteger al constructor de una eventual subida de tipos y estos bajaron, y que los productos segu¨ªan vivos y generando cargos cuando los pr¨¦stamos con los que nacieron ya hab¨ªan sido cancelados, se encontr¨® con un agujero de 2,2 millones que la entidad le redonde¨® a la baja hasta 1,6 millones para ¡°facilitar una soluci¨®n¡±.
Seg¨²n ha declarado? J. B. el banco le puso entre la espada y la pared para prestamizar esa deuda, aprovechando que necesitaba otro cr¨¦dito para hacer frente a una serie de compromisos con clientes. El representante de la empresa ha asegurado que esos costes agravaron la quiebra de varias sociedades y record¨® en el juicio que el administrador concursal critica en su informe que el Santander actu¨® como administrador de hecho al dirigir determinados ingresos a gastos concretos derivados de los swap. ¡°La jurisdicci¨®n mercantil no tiene aplicaci¨®n a este caso¡±, ha recordado el abogado que ha defendido? a la entidad en sus conclusiones finales.
Seg¨²n su opini¨®n en la empresa afectada ¡°hab¨ªa una estructura profesional¡± como para analizar convenientemente los riesgos de los productos que estaban firmando y ha considerado inveros¨ªmil la tesis de la acusaci¨®n de que ¡°no ten¨ªan capacidad para evaluar los riesgos¡± cuando en su plantilla hab¨ªa un experto en seguros.
Para la acusaci¨®n, en manos de Ausbanc, se trata de otro claro caso de ¡°quiebra de confianza¡± en la que basaban su relaci¨®n la entidad financiera y empresa ¡ªsus m¨¢ximos representantes jugaban incluso al tenis juntos¡ª. Quiebra de confianza que gener¨® un vicio de consentimiento a la hora de comercializar y autorizar las operaciones. ¡°?C¨®mo es posible que un empresario con un perfil inversor muy conservador, sin acciones ni productos especulativos, tuviera swap de haber sabido lo que eran?¡±, ha preguntado en sus conclusiones la letrada de la acusaci¨®n, Marisa Gracia, a la juez sustituta de Primera Instancia e Instrucci¨®n 2 de Durango, Maria Luisa Tejado Llorente.
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