El fiscal intenta frenar las pesquisas de la juez de los ERE sobre los diputados
Anticorrupci¨®n recuerda que los parlamentarios son aforados y que los interventores del Estado no pueden investigarles
La intenci¨®n de la juez Mercedes Alaya de investigar el conocimiento del Parlamento sobre el fondo de los ERE, y as¨ª abrir la puerta a extender las responsabilidades tambi¨¦n a ciertos diputados del PSOE, PP e IU al margen del Gobierno andaluz, se ha topado con la negativa de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Los fiscales elevaron ayer su voz en un recurso ante la Audiencia de Sevilla para oponerse al prop¨®sito de la magistrada, que hab¨ªa ordenado a la Intervenci¨®n General del Estado revisar si los diputados de la Comisi¨®n de Econom¨ªa y Hacienda hab¨ªan debatido sobre la pol¨¦mica partida.
Y el ministerio p¨²blico resalta en su queja la protecci¨®n especial y el aforamiento de los parlamentarios, que recoge el Estatuto andaluz, para rechazar las intenciones de Alaya: ¡°Los diputados gozar¨¢n (...) de inviolabilidad por las opiniones manifestadas en actos parlamentarios¡±. Esto hace ¡°inoperante¡± cualquier investigaci¨®n judicial que se pueda derivar del an¨¢lisis de los comentarios de los diputados, recuerdan los fiscales.
?Qu¨¦ supone esta discrepancia? No es el primer desencuentro serio entre la fiscal¨ªa y Alaya en este caso con mil v¨ªas abiertas, pero s¨ª tiene un gran peso espec¨ªfico porque implica el freno a poner en tela de juicio la actuaci¨®n de parte del Parlamento como poder legislativo. Pero sobre todo, el momento es clave porque ahora se est¨¢ perfilando el terreno penal sobre el que asentar la acusaci¨®n contra los dos expresidentes Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, los cinco exconsejeros (todos ellos aforados) y los 20 altos cargos de la Junta imputados. Y la inestable unidad de criterio entre fiscal¨ªa y Alaya en la rama pol¨ªtica del caso se tambalea desde ayer un poco m¨¢s.
Razones del fiscal
La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n rechaza la intenci¨®n de la juez Alaya para investigar a los diputados de la Comisi¨®n de Hacienda por su conocimiento del mecanismo de pago de los ERE. El ministerio p¨²blico argumenta que los diputados disponen de un fuero especial, fijado por el Estatuto de Andaluc¨ªa, que impide a los peritos de la Intervenci¨®n General del Estado investigar sus debates. Adem¨¢s, los fiscales destacan que la informaci¨®n sobre estos debates est¨¢ disponible en Internet y cualquiera puede consultarlos para averiguar si discutieron con detenimiento sobre el fondo de los ERE, sin necesidad de recurrir a su ¡°conocimiento cient¨ªfico¡±.
Anticorrupci¨®n resalta que la investigaci¨®n de los peritos de la Intervenci¨®n General del Estado es innecesaria por el simple hecho de que la transcripci¨®n de los debates (diarios de sesiones de la comisi¨®n) pueden ser consultados en Internet por cualquiera y no hace falta ¡°especiales conocimientos cient¨ªficos¡± de los t¨¦cnicos para averiguar si los diputados discutieron sobre el fondo de los ERE.
Para reforzar el rechazo a que la Intervenci¨®n del Estado intervenga, la fiscal¨ªa subraya que estos peritos carecen de competencias sobre las C¨¢maras legislativas, ¡°ni estatal ni auton¨®micas, estando dicha materia fuera del ¨¢mbito de competencias¡±.
Alaya ha abierto esta v¨ªa que se?ala al Parlamento esta semana tras se?alar el abogado Juan Carlos Alf¨¦rez que el fondo dispone de ¡°amparo legal¡± y que todas las instituciones andaluzas pudieron conocer el mecanismo de pago de los ERE a trav¨¦s de las transferencias de financiaci¨®n, un uso que Alaya considera ilegal. Y entre estas instituciones figuraba la Comisi¨®n de Hacienda y sus 51 diputados, que recibieron detalles muy concretos del uso de la partida. ¡°Atender las necesidades derivadas de prejubilaciones, expedientes de regulaci¨®n de empleo y proyectos de viabilidad de peque?as, medianas y grandes empresas, incentivar la consolidaci¨®n econ¨®mica (...)¡±. Es solo un detalle del nivel de concreci¨®n que recibieron los diputados de esta comisi¨®n a trav¨¦s de los expedientes de modificaciones presupuestarias entre 2000 y 2010. ?Qu¨¦ implica este conocimiento? Pues que el uso de las transferencias de financiaci¨®n para pagar los ERE era conocido tambi¨¦n por los diputados, no solo por los 20 altos cargos imputados y los siete aforados se?alados por la juez.
Y ante esta tesis, Anticorrupci¨®n ve ¡°comprensibles¡± sus argumentos. Es decir, parece abrir una puerta a las defensas para que triunfen sus argumentos. Su escrito no lo deja claro, pero despu¨¦s de subrayar el fuero de los diputados, en cierta forma anima a los abogados a recurrir ante Alaya con el argumento de que el Parlamento conoci¨® el uso de las transferencias de financiaci¨®n, al igual que los 20 altos cargos ya imputados. Y en este punto el fiscal alienta a las defensa a que identifiquen los ¡°actos parlamentarios¡± donde se debatieron los pagos de los ERE, para que sus tesis puedan ser valoradas por la fiscal¨ªa y Alaya.
?Qu¨¦ subyace detr¨¢s de esta batalla jur¨ªdica? Una cuesti¨®n esencial: si un alto cargo (dirigente de la Junta o parlamentario) debe leer todos los informes que recibe y si en caso contrario cometer¨ªa un delito por ignorarlos. La juez Alaya lo tiene claro: en sus interrogatorios ha achacado a los altos cargos que ¡°debieron conocer¡± en funci¨®n de su cargo los avisos de la Intervenci¨®n General, que adem¨¢s ata?en a la conformaci¨®n de los Presupuestos, por lo que la discusi¨®n afectaba a diversos cargos de la Consejer¨ªa de Hacienda. El ejemplo m¨¢s claro de esta cuesti¨®n se vio cuando la exconsejera de Hacienda imputada Carmen Mart¨ªnez Aguayo convoc¨® a los medios frente a un carrito de supermercado repleto de expedientes que ella podr¨ªa haber analizado. ¡°?Alguien se cree que yo me estudi¨¦ expediente a expediente?¡±. La din¨¢mica de la actividad pol¨ªtica provoca que exista una confianza en el sistema, que los dirigentes entienden respeta las garant¨ªas legales, seg¨²n han repetido estos altos cargos. Otra cuesti¨®n es si todos han actuado con cierta fe ciega que deba ser punible. Y Alaya lo tiene claro. No as¨ª la fiscal¨ªa.
Mientras, los recursos de las defensas se multiplican y ahora el letrado Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano, que representa a los exdirectores de Presupuestos Buenaventura Aguilera y Antonio Lozano, exige que la causa se eleve al Tribunal Supremo dado que la juez instruye una causa general contra ¡°los dos poderes propios de la Administraci¨®n P¨²blica Andaluza [Junta y Parlamento]¡±. Mohedano censura una investigaci¨®n ¡°global, bajo par¨¢metros de estructura inquisitorial. Se trata de encontrar alg¨²n delito de los que ahora no existe ni el m¨¢s m¨ªnimo indicio¡±. Y a?ade: ¡°La juez instructora ya no tiene competencia para actuar en esta causa¡±.
En su duro escrito, el letrado critica la referencia que hizo Alaya sobre ella misma y los investigadores (¡°un equipo de unos pocos incansables¡±) y les achaca el retraso que arrastra el calendario de las declaraciones de los imputados. Mohedano achaca a Alaya haber incurrido en ¡°dilaciones indebidas¡± que perjudican a los imputados, por los continuos retrasos al responder los recursos. Adem¨¢s, el letrado enfatiza la supuesta falta de transparencia porque las declaraciones no pueden ser grabadas.
Lo llamativo es que el escrito de Mohedano es premonitorio, ya que est¨¢ fechado hace dos semanas, antes de que Alaya abriera la v¨ªa contra el Parlamento.
El PP achaca el auto a una ocultaci¨®n de datos de la Junta
Las reacciones pol¨ªticas al auto de la juez Alaya sobre la investigaci¨®n al Parlamento fueron diversas y enfrentadas, y algunas de ellas, controvertidas. El Partido Popular atribuy¨® la decisi¨®n de Alaya a un ¨¦xito del PSOE. La iniciativa parti¨® de un escrito de un abogado que representa a un ex alto cargo de la agencia Idea, pero el PP interpret¨® que detr¨¢s estaba el partido socialista. ¡°El PSOE puso siempre, desde el primer momento, en el punto de mira al Parlamento porque no le interesaba que estuviera en el Ejecutivo andaluz¡±, dijo la vicesecretaria general del PP, Virginia P¨¦rez.
La n¨²mero tres de los populares consider¨® que el auto de la juez no se hubiera producido "si cuando se realiz¨® la comisi¨®n [parlamentaria] de investigaci¨®n de los ERE", que tild¨® de "parip¨¦", los dirigentes "hubiesen dado todas las explicaciones y toda la documentaci¨®n que se ten¨ªa que aportar". Es decir, P¨¦rez estima que dado que existi¨® una supuesta ocultaci¨®n por parte de la Junta, esto ha provocado que la juez indague en las sesiones de la Comisi¨®n de Hacienda y las discusiones de los 51 diputados que la formaron entre 2000 y 2010.
Ello sin tener en cuenta que los debates siempre han estado disponibles en Internet y que la juez ha evitado la petici¨®n para identificar a los diputados que recibieron la misma documentaci¨®n que el Consejo de Gobierno remiti¨® al Parlamento sobre la Ley de Presupuestos.
¡°Si se hubiesen dado todas las explicaciones y toda la documentaci¨®n que se ten¨ªa que aportar (...) ahora Alaya no se plantear¨ªa que hay que investigar a los parlamentarios andaluces¡±, censur¨® P¨¦rez.
Por su parte, la presidenta de la Junta, Susana D¨ªaz, evit¨® valorar el auto y se limit¨® a pedir "celeridad" a la justicia, como en anteriores ocasiones, para que "quien ha obrado mal que lo pague y que lo pague pronto (...) Tengo un respeto profundo, creo que es mi obligaci¨®n, al trabajo de la justicia, pero s¨ª le pido rapidez". "Cuanto antes se conozca quien haya actuado mal y se haya llevado un euro que no es suyo de lo p¨²blico, mejor, y que lo pague".
Mientras, el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, al que afecta una de las pesquisas por una ayuda a empresa, estim¨® que el auto tiene un alcance ¡°muy preocupante en la medida en la que pueda poner en tela de juicio el trabajo de los parlamentarios¡±. ¡°La juez sabr¨¢ de su responsabilidad y capacidad de intervenci¨®n y la juez sabr¨¢ del cuestionamiento que deja ante la opini¨®n p¨²blica del Parlamento andaluz¡±, enfatiz¨® el vicepresidente.
¡°A m¨ª lo que me preocupa de esto no es lo que la juez tenga que hacer, que lo respeto, sino lo que se queda en el aire y el pensamiento libre de la ciudadan¨ªa que pueda pensar mal, nada m¨¢s y nada menos, que de su Parlamento y los parlamentarios¡±, remarc¨® Valderas.
Por ¨²ltimo, el presidente de la C¨¢mara, Manuel Gracia, enfatiz¨® su disposici¨®n a colaborar con la instrucci¨®n y advirti¨® de que el Parlamento a¨²n no ha recibido ning¨²n auto de la juez Alaya, pero matiz¨® que en cuanto se reciba, le enviar¨¢ ¡°la informaci¨®n que solicite¡±.
¡°Como siempre, este Parlamento demostrar¨¢ una vez m¨¢s su colaboraci¨®n con el poder judicial. El juzgado ya solicit¨® en su d¨ªa el dictamen de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n sobre los ERE y as¨ª se le remiti¨® de inmediato¡±, subray¨® Gracia.
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