El agresor de Ferrocarrils entra en la c¨¢rcel siete a?os despu¨¦s
El joven que pate¨® e insult¨® a una menor ecuatoriana en 2007 ha incumplido las medidas alternativas a la prisi¨®n
La agresi¨®n de Sergi Xavier Mart¨ªn a una menor ecuatoriana, en un vag¨®n de tren, dio la vuelta al mundo. En octubre de 2007, Mart¨ªn, que entonces ten¨ªa 21 a?os, se acerc¨® al asiento de una chica de 15 poco antes de medianoche. ¡°Aqu¨ª tambi¨¦n hay una inmigrante de mierda, una zorra a la que tengo ganas de...¡±, le dijo antes de darle un manotazo en la cabeza, pellizcarle un pecho y lanzarle una patada al hombro en un tren de los Ferrocarrils de la Generalitat que se dirig¨ªa a Martorell.
Mart¨ªn fue condenado a ocho meses de c¨¢rcel por un delito contra la integridad moral. Como la pena era inferior a dos a?os, el juez suspendi¨® su ingreso en prisi¨®n. A cambio, eso s¨ª, de que cumpliera una serie de medidas alternativas. Pero el joven ha pasado de todo y el juez decidi¨® revocar la libertad condicional. Tras la confirmaci¨®n de la Audiencia de Barcelona, el pasado martes, casi siete a?os despu¨¦s de aquel episodio, pis¨® por primera vez la c¨¢rcel. A las 21.15 horas, el joven ingresaba en la prisi¨®n Modelo, han confirmado a EL PA?S fuentes penitenciarias.
¡°Se le impusieron trabajos en beneficio a la comunidad, la asistencia a cursos... En algunos casos no los ha terminado, en otros ni siquiera se ha presentado¡±, relatan fuentes judiciales. Tambi¨¦n se le ha asistido para encontrar un trabajo con el que pueda pagar los 6.000 euros de indemnizaci¨®n que debe a la menor por los da?os morales que le caus¨®. Pero tampoco sirvi¨® de mucho.
El ataque racista fue grabado por las c¨¢maras de vigilancia de Ferrocarrils y provoc¨® una ola de indginaci¨®n. En estos a?os, la acusaci¨®n popular (SOS Racismo) y las autoridades ecuatorianas han presionado para que Mart¨ªn cumpla la pena. Hace un a?o, y tras el escaso inter¨¦s del joven, la Fiscal¨ªa tambi¨¦n aval¨® su ingreso en prisi¨®n.
El condenado cruz¨® el Rubic¨®n el pasado octubre. Un episodio de amenazas llev¨® a su abuela a denunciarle ante la polic¨ªa. Feli, la abuela, es la persona con la que ha vivido Mart¨ªn desde que naci¨®, en una casa de la Col¨°nia G¨¹ell, en Santa Coloma de Cervell¨®. Durante su libertad condicional, Martin ha tenido alg¨²n ¡°peque?o encontronazo¡± en el pueblo, pero no ha vuelto a delinquir. ¡°No es el perfil de delincuente, sino el de ni-ni, un joven que ni estudia ni trabaja ni hace nada¡±, relatan fuentes judiciales.
Tras la agresi¨®n, el juez que investig¨® el caso le prohibi¨®, precisamente, salir del antiguo recinto fabril salvo para estampar su firma en la comisar¨ªa y el juzgado. Adem¨¢s de reabrir el debate sobre la xenofobia en Espa?a, el caso de Mart¨ªn fue el acicate definitivo para que la Fiscal¨ªa crease, en Barcelona, el primer servicio espec¨ªfico para luchar contra los delitos de odio y discriminaci¨®n.
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