La Filharmon¨ªa calienta motores de cara a su actuaci¨®n en Bilbao

La RFG calienta motores cara a su participaci¨®n en el festival Musika-M¨²sica, que se celebra este fin de semana en Bilbao: un marat¨®n de dos d¨ªas, lleno de conciertos continuos y simult¨¢neos dedicados a Brahms y Beethoven en el que la orquesta compostelana participar¨¢ con dos conciertos el s¨¢bado y otros dos el domingo. Para ello contar¨¢ con la direcci¨®n de su titular, Paul Daniel, y con Javier Perianes, quien actuar¨¢ como solista de los conciertos n? 4 y n? 1 de Beethoven. En este ¨²ltimo, el pianista gaditano tambi¨¦n dirigir¨¢ la orquesta. Como platos fuertes del programa de la RFG se encuentran la Sinfon¨ªa n? 6, Pastoral, de Beethoven, y la Cuarta de Brahms.

Fue precisamente esta sinfon¨ªa de Brahms la mayor causa del ¨¦xito del jueves en el Auditorio de Galicia, con una interpretaci¨®n de esas que hacen sentir la m¨²sica como algo muy vivo y lleno de la verdad contenida en la partitura, entriquecida con la personalidad de los int¨¦rpretes, como ya hab¨ªa sucedido al inicio del concierto con la obertura de Las criaturas de Prometeo. Daniel y la RFG hicieron una versi¨®n que resalt¨® la densidad arm¨®nica de Brahms, con una soberbia regulaci¨®n del sonido: compacto, bien empastado en las cuerdas y lleno del personal¨ªsimo color que brota de la orquestaci¨®n del compositor de Hamburgo. Espl¨¦ndidas en general las secciones de vientos: s¨®lidas las trompas y llenas de sutileza t¨ªmbrica las maderas, pero con alguna estridencia de las trompetas y un sonido algo separado en los trombones.

Perianes comenz¨® su participaci¨®n una hora antes del concierto. En el coloquio que precedi¨® a este, explic¨® su visi¨®n del Cuarto de Beethoven y la evoluci¨®n de la escritura pian¨ªstica de su autor. Resultaron especialmente interesantes sus palabras sobre los concursos pian¨ªsticos y la influencia de estos sobre la globalizaci¨®n de sonido e interpretaci¨®n en muchos j¨®venes pianistas.

Ya en el teclado, su interpretaci¨®n tuvo la desable fuerza en el Allegro moderato, con la curva creciente de intensidad sonora y emotiva frente a la orquesta que cabe esperar de esta partitura. En el Andante con moto, su dramatismo estuvo te?ido de un cierto aire de misterio, especialmente en esas escalas descendentes de la mano derecha que marcan su c¨ªmax. Y en el Rond¨® final hubo un extra?o instante de cierto descuadre en el tempo entre teclado y podio que pudo haberle descentrado por unos momentos, condicionando algo su resultado final.