Batalla campal a las puertas del Parlamento entre marineros y polic¨ªas
Toda la oposici¨®n arremete contra la dureza de los antidisturbios para reprimir a centenares de representantes de la flota del cerco. Los incidentes mantuvieron en vilo el centro de Santiago
La muchedumbre la integraban marineros y armadores del cerco llegados de todos los puntos de Galicia y Asturias para clamar contra un reparto de cuotas de jurel y caballa, impuesto por el Ministerio de Medio Marino y consentido por la Xunta, que consideran injusto porque prima a la flota vasca. Las tripulaciones de 130 pesqueros marcharon desde la Praza do Obradoiro a la Xunta y por el camino decidieron virar hasta el Parlamento gallego. Mandos policiales alertaron a los agentes que al mediod¨ªa manten¨ªan la instituci¨®n a salvo de las protestas de medio centenar de alcaldes contra la subida de Sogama y dos docenas de preferentistas. Llegaron las lecheras y dos hileras de antidisturbios trataron de frenar la marcha a medio kil¨®metro de la instituci¨®n con la calle cortada al tr¨¢fico. Patrones y marineros junto a sus familias gritaron contra el Gobierno central, la conselleira de Mar, Rosa Quintana, y el presidente, Alberto N¨²?ez Feij¨®o.
?Exhib¨ªan pancartas con leyendas de sus barcos y el n¨²mero de bocas que alimenta cada uno. La del Riobao I, con 10 tripulantes en n¨®mina, se preguntaba qu¨¦ hacer ahora con el cupo de pesca agotado. ¡°Quintana juega a hundir la flota¡±, rezaban otros carteles. Una delegaci¨®n de cinco personas accedi¨® al Parlamento a negociar con los distintos partidos mientras uno de los l¨ªderes de la protesta, Josi?o, de Portos¨ªn, ped¨ªa calma meg¨¢fono en mano.
Los ¨¢nimos empezaban a calentarse bajo el sol. Y una minor¨ªa lanz¨® botellas al aire hacia el cord¨®n policial. Varias cayeron sobre otros manifestantes que respondieron con silbidos. Arrastraron media docena de contenedores para prender la barricada y justo despu¨¦s de que los bomberos apagasen el ¨²ltimo trozo de pl¨¢stico, la polic¨ªa decidi¨® cargar a base de porrazos y dispar¨® pelotas de goma contra los manifestantes, que cedieron unos metros. Algunos, con ni?os peque?os, se refugiaron en cafeter¨ªas, asustados por la virulencia de la respuesta policial.
Desde la retaguardia, otro peque?o grupo de manifestantes arranc¨® piedras del pavimento para lanzarlas contra los agentes mientras corr¨ªan hacia atr¨¢s. Pidieron que la mayor¨ªa les emulase. Sin demasiado ¨¦xito. La batalla recorri¨® varias calles colindantes. Fueron 500 metros de carreras entre disparos de pelotas de goma, sillas de la terraza de un bar que volaron hacia los agentes, junto a alguna mesa, y m¨¢s botellas. Todo en medio de una calle abierta al tr¨¢fico, donde marineros y polic¨ªas tuvieron que sortear los coches entre conductores y viandantes atemorizados.
Padres que llevaban a sus hijos al colegio abandonaron la zona despavoridos. Los manifestantes se dispersaron en grupos por las calles del centro y el entorno del Parlamento qued¨® libre. Por el medio se sucedieron tres arrestos. En uno de ellos intentaron mediar los diputados del BNG Francisco Jorquera y Montse Prado, que acab¨® reclamando un parte de lesiones en el hospital para denunciar una agresi¨®n policial. Dentro de la instituci¨®n, las reivindicaciones de la comisi¨®n negociadora iban a m¨¢s: aparte de reclamar un encuentro con el presidente de la Xunta, Alberto Nu?ez Feij¨®o, ahora exig¨ªan la libertad de sus tres compa?eros arrestados. De lo contrario, se quedar¨ªan en el Parlamento.
Pasadas las cuatro de la tarde, los marineros a la fuga por el Ensanche compostelano buscaron resguardo en la Praza Roxa, entre vecinos que disfrutaban de una tarde de sol en las terrazas. ¡°Mal sitio. Aqu¨ª os pueden hacer una encerrona¡±, les asesoraba maternalmente una se?ora. ¡°?Con cabeci?a, con cabeci?a!¡±, voceaba un manifestante a sus compa?eros mientras calibraba si el refugio, una plaza con seis v¨ªas de escape, era acertado para evitar otra embestida de los antidisturbios.
Poco a poco dos centenares de armadores y marineros hicieron pi?a all¨ª. A ellos se unieron diputados de AGE y BNG. Furgones policiales no dejaron de transitar la zona dejando una estela de abucheos. Mientras, familiares de los trabajadores perjudicados por el recorte de cuotas de jurel y caballa, la mayor¨ªa mujeres y ni?os, aguardaban noticias en la plaza del Obradoiro, lejos de donde ocurrieron los disturbios.
¡°No nos moveremos hasta que no suelten a los detenidos y tengamos un compromiso escrito de que ma?ana nos reunimos con Feij¨®o¡±, repet¨ªan los portavoces de la flota del cerco, incapaces de identificar a los capturados por la polic¨ªa con nombre, apellidos y puerto de origen, ya que, tras las carreras por el entorno del Parlamento, muchos de los marineros segu¨ªan en paradero desconocido. ¡°Si es necesario pasaremos la noche aqu¨ª, no tenemos prisa¡±, advirti¨® Andr¨¦s Garc¨ªa Boutureira, de la Asociaci¨®n de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga).
Seg¨²n explican los pescadores, la Secretaria General de Pesca del ministerio de Arias Ca?ete pretende adjudicarle al Pa¨ªs Vasco el 70% de la cuota de caballa y jurel aprobada por la Uni¨®n Europea para Espa?a, mientras que el resto tendr¨ªan que repart¨ªrselo Galicia, Asturias y Cantabria. Los afectados gallegos consideran injusta la distribuci¨®n porque en Galicia salen a la mar 155 barcos de cerco y en Euskadi, solo 50. Los marineros auguran que estas cifras arruinar¨¢n al sector y se muestran desesperados. ¡°El ¨²nico final posible para esto es que nos dejen vivir en paz¡±, dec¨ªa ayer Garc¨ªa plantado en la Praza Roxa.
Sobre las ocho de la tarde, a ese campamento provisional llegaron directos de comisar¨ªa entre grandes v¨ªtores los tres marineros arrestados, que quedaron en libertad con cargos relacionados con des¨®rdenes p¨²blicos. Y hora y media m¨¢s tarde, en medio de otra gran ovaci¨®n, apareci¨® la comisi¨®n negociadora con el compromiso arrancado al vicepresidente del Parlamento, Miguel Santalices (PP) de que si hoy vuelven por las buenas, los populares negociar¨¢n con ellos, algo que reclamaban desde la pasada semana. El salvoconducto es un papel manuscrito firmado por Santalices en el que autoriza el acceso hoy en el Parlamento a ¡°cinco representantes del sector del cerco¡±. Ellos insisten en que solo se sentar¨¢n con Feij¨®o, o el vicepresidente, Alfonso Rueda. No quieren o¨ªr hablar de Quintana.
Los altercados provocaron la suspensi¨®n del pleno parlamentario. A la vuelta de la pausa para comer, los diputados de BNG y AGE se marcharon del hemiciclo en respuesta a las cargas policiales. Los socialistas se quedaron, pero sin defender sus mociones. Y la presidenta, Pilar Rojo, aplaz¨® la sesi¨®n hasta hoy. AGE y BNG exigieron el cese del delegado del Gobierno, Samuel Ju¨¢rez. El Bloque quiere que el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, se explique en el Congreso. A esa reclamaci¨®n se sum¨® el PSOE, que compar¨® las im¨¢genes de Santiago con la ¨¦poca en que Manuel Fraga, como ministro del Interior, presum¨ªa: ¡°La calle es m¨ªa¡±.
Los grupos de la oposici¨®n gallega plantearon una reuni¨®n extraordinaria de la Junta de Portavoces y un acuerdo de dos puntos en el que instaban a la Xunta a reclamar del Gobierno central un nuevo reparto de capturas ¡°lineal, teniendo en cuenta preferentemente el n¨²mero de tripulantes¡± y denunciaban que la cuota asignada a Espa?a es ¡°insuficiente para mantener la viabilidad econ¨®mica de la flota gallega¡±. El PP desestim¨® la propuesta argumentando que la Xunta ya est¨¢ en permanente contacto con el sector y, fundamentalmente, como rechazo a una batalla campal ante la sede del Parlamento gallego de la que apenas hay precedentes.
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