Clesa ya tiene cita con la piqueta
Metrovacesa pide licencia para tirar esta joya de la arquitectura industrial espa?ola La Comunidad insta al Ayuntamiento a protegerla pero evita dar la orden para paralizar el derribo
El edificio de Centrales Lecheras Espa?olas (Clesa) en la calle del Cardenal Herrera Oria de Madrid, una joya arquitect¨®nica realizada en 1961 por el arquitecto Alejandro de la Sota, tiene cita ya con la piqueta. Su propietario actual, la constructora Metrovacesa, solicit¨® hace unos d¨ªas la licencia municipal para tirar abajo el edificio. Dado que en la actualidad carece de protecci¨®n administrativa, pese a constituir un referente de la arquitectura industrial espa?ola, ese permiso ser¨¢ concedido en unas semanas sin obst¨¢culos. Para evitarlo, el Colegio de Arquitectos de Madrid se ha propuesto lograr que el Ayuntamiento abra un expediente de protecci¨®n, lo que paralizar¨ªa provisionalmente el derribo.
El ¨¢rea municipal de Urbanismo se ha comprometido a estudiar ¡°con mucho inter¨¦s y fruici¨®n¡± esta iniciativa. Dentro del proceso de elaboraci¨®n del nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urban¨ªstica, que estar¨¢ listo previsiblemente en 2015, se est¨¢ llevando a cabo una revisi¨®n pormenorizada de 17.000 edificios para precisar si se los protege y hasta qu¨¦ punto por su valor hist¨®rico y art¨ªstico. Seg¨²n Urbanismo, la f¨¢brica de Clesa es uno m¨¢s, y aunque el mecanismo para blindarlo ya est¨¢ en marcha, no puede privilegiarse su caso sobre los dem¨¢s. El problema estriba en que, antes de que llegue su turno y se decida (o no) protegerlo, puede haber quedado ya reducido a cascotes.
La Direcci¨®n General de Patrimonio Hist¨®rico de la Comunidad de Madrid (PP) envi¨® una carta al ¨¢rea municipal de Urbanismo (PP) la semana pasada solicitando que se blinde el inmueble. Sin embargo, declin¨® brindarle protecci¨®n regional, aduciendo que tiene menos de 50 a?os de antig¨¹edad y no conserva maquinaria industrial en su interior. Adem¨¢s, seg¨²n la Comunidad, esa protecci¨®n debe permitir dar un nuevo uso al edificio.
Pero lo cierto es que bastar¨ªa con una resoluci¨®n ¡ªy no una carta¡ª del director de Patrimonio Hist¨®rico, Jaime Ignacio Mu?oz, para que la licencia de derribo quedara congelada y se abriera el proceso de protecci¨®n municipal.
Esa es la decisi¨®n pol¨ªtica que desea lograr el Colegio de Arquitectos con su iniciativa ¡°en defensa del patrimonio¡±. ¡°En cualquier pa¨ªs civilizado, un edificio as¨ª tendr¨ªa una protecci¨®n que permitiera al propietario aprovechar sus extraordinarios valores arquitect¨®nicos aunque quiera convertirlo en viviendas, oficinas o escuela. Adem¨¢s, esas caracter¨ªsticas incrementan el valor del conjunto resultante, aunque haya de hacerse con m¨¢s cuidado¡±, explica su decano, Jos¨¦ Antonio Granero.
¡°Parece mentira que protejamos yacimientos arqueol¨®gicos o inmuebles de m¨¢s de 100 a?os, y cuando tenemos algo tan valioso, un edificio de referencia con muchos usos posibles, se quiera tirar abajo¡±, a?ade. En su opini¨®n, la Administraci¨®n deber¨ªa dar ¡°ventajas¡± al propietario de un bien protegido para favorecer su conservaci¨®n, pero ¡°ese es un debate posterior: lo fundamental ahora es evitar el derribo¡±.
La cuesti¨®n de fondo no es si la f¨¢brica de Clesa deber¨ªa tener protecci¨®n por su valor arquitect¨®nico sino por qu¨¦ no la tiene a¨²n. El Ayuntamiento se comprometi¨® en 2001 a incluir en su Cat¨¢logo de Elementos Protegidos este edificio y otros 370, para cubrir as¨ª las lagunas en el blindaje de la arquitectura moderna que permitieron en 1999 el derribo de La Pagoda de Miguel Fisac. La Comunidad elabor¨® ese a?o una lista de 300 inmuebles modernos para elevar a¨²n m¨¢s su protecci¨®n, declar¨¢ndolos Bien de Inter¨¦s Cultural. Pero hoy por hoy, la f¨¢brica Clesa sigue desprotegida.
No es una historia nueva. La propia Pagoda, otra joya arquitect¨®nica que se tir¨® porque el Ayuntamiento no le vio ¡°ning¨²n uso¡±, tambi¨¦n se hab¨ªa prometido proteger en 1993. Cinco a?os despu¨¦s, era destruida por la piqueta. A la f¨¢brica Clesa le ronda la misma suerte. Est¨¢ a una decisi¨®n pol¨ªtica de salvarse. Veremos si se produce. Y si llega a tiempo.
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