Urkullu pide fondos a las Diputaciones para proyectos de paz y convivencia

El Gobierno vasco intentar¨¢ que las Diputaciones se sumen a su intento de ¡°reforzar¡± a las asociaciones que trabajan por la paz y la convivencia, organizaciones que a trav¨¦s del plan de paz desea que incrementen su presencia y su trabajo en la sociedad vasca con proyectos en centros educativos y en actividades impulsadas por los Ayuntamientos vascos.

Para conseguir que los proyectos se adentren en estos lugares, el Ejecutivo ha elaborado el borrador de decreto de la herramienta con la que se intentar¨¢ que se implanten, los bonos Elkarrekin, para los que espera sumar fondos forales en un momento en el que, seg¨²n el documento, ¡°es prioritario invertir en convivencia¡±.

El Ejecutivo ha presupuestado para los proyectos en el ¨¢mbito educativo 250.000 euros. Los bonos permitir¨¢n que una asociaci¨®n y, por ejemplo, un colegio, acuerden poner en pr¨¢ctica un proyecto de formaci¨®n o una din¨¢mica de grupo para impulsar ¡°la cultura de paz, los derechos humanos, la solidaridad con las v¨ªctimas, la reconciliaci¨®n o la resoluci¨®n de conflictos¡±, se?ala el borrador, que est¨¢ abierto a aportaciones.

Despu¨¦s, la asociaci¨®n deber¨¢ solicitar los bonos del Gobierno, explicando con detalle el proyecto que quiera trasladar a las aulas de ese centro. En el caso educativo, la propuesta se valorar¨¢ en una comisi¨®n en la que participar¨¢n Educaci¨®n y responsables de la Direcci¨®n de V¨ªctimas y si se aprueba contar¨¢ con financiaci¨®n p¨²blica.

En el caso de los Ayuntamientos, se crear¨¢n tres fondos distintos, uno por provincia, con recursos del Gobierno y de cada diputaci¨®n, que participar¨¢ en la valoraci¨®n de los proyectos de su territorio. El borrador del decreto busca, en definitiva, ¡°co-impulsar¡± con las Diputaciones el pago y la autorizaci¨®n de estos proyectos.

Los bonos suponen que los fondos p¨²blicos paguen una parte de los proyectos, por horas dedicadas a ello, mientras que la otra tendr¨¢ que correr a cargo de quienes vayan a contratar esos proyectos. El decreto no recoger¨¢ en qu¨¦ porcentaje tendr¨¢n que asumir el coste los Ayuntamientos y centros escolares, ya que este se concretar¨¢ en cada convocatoria anual que se publique para solicitar los bonos Elkarrekin.

Los proyectos deber¨¢n incluir la ¡°voluntad de querer formar parte¡± del acuerdo Gizalegez de respeto a los derechos humanos ¡ªun acuerdo entre agentes educativos que sucede al conocido como compromiso del Carlton y que no han firmado los sindicatos abertzales, mayoritarios en la ense?anza¡ª y de ¡°impulsarlo¡±, as¨ª como un ¡°compromiso inequ¨ªvoco¡± con los derechos fundamentales.

Tambi¨¦n exige que los proyectos y las personas que los promuevan ¡°respeten escrupulosamente el conjunto de los derechos humanos¡±. El decreto otorga al Ejecutivo un amplio control de los proyectos y su materializaci¨®n. Una vez presentados y aceptados, la modificaci¨®n de estos deber¨¢ contar con el visto bueno de la Direcci¨®n de V¨ªctimas y Derechos Humanos.

Los bonos tendr¨¢n ciertos requisitos, como tener al menos 40 personas apuntadas a las din¨¢micas en el caso de iniciativas municipales o no acumular m¨¢s de 40.000 euros de financiaci¨®n p¨²blica por esta v¨ªa. Esta nueva v¨ªa de financiaci¨®n se suma a las ayudas ya habilitadas desde hace a?os para proyectos de paz y convivencia, que en una reciente resoluci¨®n se conceden, con cargo a 2013, a 71 organizaciones por 126 proyectos presentados. Entre ellas se encuentran asociaciones de v¨ªctimas y organizaciones como Lokarri o Baketik.