Yoko Ono sin punto final
La artista asegura que encuentra nueva inspiraci¨®n en la retrospectiva del Museo Guggenheim
Yoko Ono (Tokio, 1933) cree que es ella la responsable directa de que su trabajo art¨ªstico no haya sido conocido por el gran p¨²blico. ¡°No me preocupaba demasiado. Mi obra era diferente del arte que entonces se catalogaba como arte y pensaba que quiz¨¢ 50 o 100 a?os m¨¢s tarde la gente podr¨ªa entenderlo¡±, explica. Su vida junto a John Lennon, el activismo por la paz o la inquina de quienes le han culpado de acabar con los Beatles han ensombrecido el trabajo de una creadora que estuvo en el origen del arte conceptual y que ha experimentado con la performance, el cine, y la m¨²sica. Una artista cuya obra vive desde ayer entre las paredes del Guggenheim Bilbao, con la retrospectiva Yoko Ono. Half-A-Wind Show.
Yoko Ono se present¨® en el Guggenheim fiel a su imagen de los ¨²ltimos a?os: vestida de negro, con el rostro semicubierto por gafas oscuras y sombrero. Ante las c¨¢maras se transform¨®. En tres minutos, con los 80 a?os cumplidos, pos¨® haciendo la v de la victoria con los dedos, bail¨® y simul¨® trepar por la pared de una sala donde se muestran sus instalaciones.
¡°No siento la edad que tengo, no tiene relevancia¡±, asegur¨®. Ante el recorrido por casi 60 a?os de trabajo dijo que volv¨ªa a sentir la inspiraci¨®n para seguir trabajando. ¡°Es como si estuviera entrando en la segunda fase de mi vida, una nueva yo¡±, dijo Ono.
Una colecci¨®n de fotograf¨ªas documenta la aparici¨®n p¨²blica de la entonces joven artista de origen japon¨¦s en la escena art¨ªstica de Nueva York en los a?os sesenta, con sus propuestas de arte conceptual, ligada a la formaci¨®n del movimiento Fluxus. Ya defend¨ªa que el arte arranca con un concepto; ¡°una idea que tienes que imaginar para que pueda suceder¡±, explic¨® medio siglo despu¨¦s. Las fotos, realizadas por George Maciunas, el fundador de Fluxus, muestran la exposici¨®n del verano de 1961 en la que la artista romp¨ªa convencionalismos colocando trozos de lienzo en el suelo, que invitaba a pisar, y ofrec¨ªa instrucciones escritas para que el p¨²blico interactuara con la obra.
Si la carrera de Yoko Ono arranc¨® en el movimiento conceptual, encontr¨® en la naciente performance un nuevo campo de experimentaci¨®n. Cut Piece, la c¨¦lebre obra de 1964 en la que sentada en el escenario la artista invita al p¨²blico a utilizar unas tijeras para ir cortando trozos de su vestido, se ve en la exposici¨®n en im¨¢genes en movimiento y en fotos, y rememora el compromiso de la artista con el feminismo. El comisario de la muestra, ?lvaro Rodr¨ªguez, recuerda el impacto que la pieza caus¨® en la tradicional sociedad japonesa. ¡°El arte es una revoluci¨®n silenciosa, que va cambiando el mundo lentamente, sin hacer ruido¡±, responde la artista cuando se hace referencia a su militancia.
De la ¨¦poca dorada de la performance la exposici¨®n pasa al trabajo de la artista en el cine experimental. Entre 1964 y 1972 produjo 19 pel¨ªculas, como Fly, en la que el espectador observa las im¨¢genes que recorren el cuerpo desnudo de una mujer desde la perspectiva del insecto.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas Yoko Ono ha realizado instalaciones de gran formato. Una de ellas, Water Event (1971/2013), presentada en una retrospectiva en Estados Unidos, se form¨® con los objetos de los artistas que respondieron a la invitaci¨®n de Yoko Ono de enviar contenedores de agua. Entonces cont¨® con la colaboraci¨®n de Andy Warhol y Bob Dylan, entre otros 200 artistas. En el Guggenheim Bilbao se ha montado otra versi¨®n con las aportaciones de, por ejemplo, Olafur Eliasson, Christian Marclay, Ernesto Neto y Asier Mendizabal.
La obra Ceiling Painting recibe a los visitantes al entrar en las obras tempranas que recoge la retrospectiva. Expuesta en una galer¨ªa de Londres en 1966, la obra hizo que se cruzaran las vidas de Yoko Ono y Lennon. El m¨²sico, conmovido por la energ¨ªa positiva que le transmit¨ªa la obra, pidi¨® que le presentar¨¢n a la artista. Lennon sigue junto a Yoko Ono, y ella no elude reconocerlo. ¡°Sigo pensando que est¨¢ en las bell¨ªsimas canciones que escribi¨®¡±, defiende la artista. Y concluye: ¡°Las tenemos en nuestros corazones, as¨ª que ¨¦l est¨¢ entre nosotros¡±.
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