El abogado de Blasco cuestiona todo el proceso del ¡®caso Cooperaci¨®n¡¯

La defensa del exconsejero y exportavoz parlamentario del PP Rafael Blasco ha atacado este jueves a la fiscal¨ªa y a la Abogac¨ªa de la Generalitat en su alegato final en el primer juicio del caso Cooperaci¨®n, en el que se discute la autor¨ªa del desv¨ªo de 1,8 millones de euros destinados al Tercer Mundo. El abogado de Blasco, Javier Boix, ha puesto en duda la actuaci¨®n de todos cuantos han participado en la investigaci¨®n de una causa en la que hay, en total, una treintena de imputados (nueve de ellos se sientan en el banquillo en este juicio) por un fraude que se eleva a ocho millones de euros. El letrado ha sostenido que la acusaci¨®n se ha basado en la premisa de ¡°pensar mal¡± y que el ministerio p¨²blico, que solicita 14 a?os de c¨¢rcel para Blasco, ha estado durante todo el procedimiento ¡°desliz¨¢ndose sobre una gran bola¡± generada en buena parte por la prensa.

Boix, un acreditado penalista, ha presentado un largo informe exculpatorio, y se ha esforzado por presentar a Blasco como un ¡°buen gestor¡± y, recurriendo a las palabras de un testigo, ¡°una ONG andante¡±. Sus argumentos han parecido, sin embargo, insuficientes para contrarrestar el relato de las acusaciones sobre c¨®mo una trama, dirigida presuntamente por Blasco y su aparente amigo empresario Augusto Tauroni, esquilmaron dos proyectos que deb¨ªan financiar mejoras agr¨ªcolas en un municipio de Nicaragua, y otros tres proyectos de sensibilizaci¨®n pagados por la Generalitat.

La defensa ha puesto en duda la actuaci¨®n de la polic¨ªa, por haber ¡°seleccionado las conversaciones¡± intervenidas, 60 de ellas entre Blasco y Tauroni, y haber enviado con retraso las grabaciones ¨ªntegras al juzgado. Ha atacado a la fiscal¨ªa (e indirectamente a la magistrada Nieves Molina, que dirigi¨® la primera fase de la instrucci¨®n de la causa), por haber tenido a Blasco ¡°como centro¡± de las pesquisas y no haber querido reconocerlo para no destapar la investigaci¨®n inhibi¨¦ndose a favor del Tribunal Superior de Justicia valenciano, dado que Blasco era y sigue siendo diputado auton¨®mico y por ello aforado. Y al Supremo, del que ha dicho que como ¡°cualquier tribunal tambi¨¦n puede equivocarse¡±, por haber avalado la decisi¨®n de la fiscal¨ªa de a?adir un cuarto delito (el de falsedad) contra Blasco sin interrogarlo al respecto en fase de instrucci¨®n.

El letrado ha sembrado dudas especialmente sobre la actuaci¨®n de la Abogac¨ªa de la Generalitat, que pide 11 a?os de c¨¢rcel para Blasco, por haber ¡°asesorado¡± al ex director general de Cooperaci¨®n Josep Maria Felip y ¡°defendido¡± al exsubsecretario de la Consejer¨ªa de Solidaridad, para pasar m¨¢s tarde a acusarlos. Boix ha reprochado a la Abogac¨ªa ¡°deslealtad¡± y ha ido elevando tanto el tono que ha sorprendido que no pidiese al tribunal una deducci¨®n de testimonio para que sus responsables sean procesados por varios delitos.

Todo lo anterior, seg¨²n el letrado, habr¨ªa producido ¡°indefensi¨®n¡± y ¡°quiebra de los derechos¡± del diputado.

La defensa ha destacado que Blasco empez¨® siendo imputado por cohecho y que, sin embargo, ¡°la investigaci¨®n patrimonial ha fracasado¡±. Y ha justificado el enfrentamiento que el exconsejero tuvo con los t¨¦cnicos que se opon¨ªan a conceder las ayudas ¡ªen lo que se basa la acusaci¨®n por tr¨¢fico de influencias¡ª alegando que Blasco es ¡°muy exigente en su trabajo¡±, y los funcionarios adolec¨ªan, en cambio, de ¡°falta de competencia¡±.

El abogado ha sostenido que ninguno de los cuatro t¨¦cnicos que participaron en aquella reuni¨®n declar¨® en el juicio haberse sentido ¡°presionado¡± por el exconsejero. Por desgracia para su cliente, sin embargo, eso fue en realidad lo que aseguraron los cuatro.