El repunte de los ultras
Los grupos radicales de extrema derecha y extrema izquierda afloran con una mayor actividad delincuencial en los ¨²ltimos a?os, en los que tambi¨¦n se han incrementado las detenciones
Las calles de la regi¨®n han vivido en los ¨²ltimos a?os un repunte de la violencia ultra de ambos signos. Quema de contenedores, destrozos en el mobiliario urbano y agresiones a simples viandantes se han mezclado por parte de radicales de ultraderecha y ultraizquierda, que han vuelto a protagonizar graves problemas delincuenciales. La polic¨ªa y la Guardia Civil han aumentado su control de tal forma que desde enero de 2012 han detenido a 504 integrantes de ambas ideolog¨ªas (249 de extrema derecha y 255 del signo opuesto).Un r¨¢pido vistazo a la distribuci¨®n de las zonas en que se reparten ambos sectores permite ver que est¨¢n muy repartidos por la regi¨®n, pero que sus principales ¨¢reas de influencia se sit¨²an en la capital.
Decir un n¨²mero de radicales resulta bastante dif¨ªcil. Seg¨²n fuentes policiales, habr¨ªa unos 2.000 ultraderechistas y un n¨²mero aproximado de ultraizquierda, aunque estos datos var¨ªan de un mes para otro.Entre las dos, la violencia m¨¢s visible ha sido la de ultraizquierda. Esta a su vez se divide en dos grupos claramente diferenciados. Los anarquistas y libertarios forman un n¨²cleo duro de unas 250 personas, entre los que hay bastantes menores. El segundo bloque lo integran los antifascistas, entre la que destacan la Coordinadora Antifascista, algunas peque?as formaciones legalizadas y las Brigadas Antifascistas (BAF), vinculada directamente con los Bukaneros, los seguidores ultras del Rayo Vallecano, seg¨²n fuentes policiales.
Esta amalgama se caracteriza por actuar siempre de la misma forma. En las ¨²ltimas algaradas que han promovido se han infiltrado en manifestaciones y concentraciones pac¨ªficas y comunicadas a la Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid. Una vez que est¨¢n estrat¨¦gicamente situados se dedican a romperlas y a promover graves disturbios. Para ello utilizan f¨®rmulas similares a la kale borroka (lucha callejera) vasca, seg¨²n explican fuentes policiales. ¡°Siempre buscan el mejor escenario, el que les es m¨¢s propicio para no levantar sospechas e intentar crear el mayor da?o posible¡±, destacan algunos mandos.
504 detenidos en dos a?os
De los 504 detenidos por la polic¨ªa y la Guardia Civil, 249 est¨¢n vinculados a organizaciones de extrema derecha. En 2012 se lleg¨® a 135 y en 2013 de 100. Hasta febrero de 2014, hay que sumar otros 14 arrestados. Episodios m¨¢s graves: Los ataques a la librer¨ªa Blanquerna y a un bar pr¨®ximo al Vicente Calder¨®n.
En los dos ¨²ltimos a?os han sido detenidos por 255 integrantes de grupos de extrema izquierda: en 2012, se registraron 173 detenciones, mientras que en 2013 hubo 67. Hasta febrero de este a?o se computaron 15 arrestados m¨¢s. Destacan los disturbios de Rodea al Congreso y la huelga general del 14-N.
El punto de inflexi¨®n lo marc¨® la protesta de Rodea el Congreso de los Diputados del 25 de septiembre de 2012, cuando tanto anarquistas como antifascistas rompieron su tradicional aislamiento y se unieron en el llamado Black Block (Bloque negro) en una t¨¢ctica violenta sin precedentes en Espa?a. En aquella ocasi¨®n hubo un reparto de tareas de forma que cada grupo, llegados incluso de fuera de Madrid, sab¨ªa lo que ten¨ªa que hacer y en qu¨¦ momento preciso. Unos iban identificados con banderolas rojas (antifascistas) y negras (anarquistas). Mientras unos llevaban medidas de protecci¨®n a tipo de escudos, otros cargaban en mochilas materiales para lanzar como adoquines y rodamientos. De esta forma, se aseguraban la retirada. En esa revuelta un mando de la Brigada Provincial de Informaci¨®n (dedicada a investigar a estos grupos adem¨¢s de la lucha antiterrorista) result¨® lesionado de manera grave.
La segunda vez que, supuestamente, act¨²an de manera coordinada ocurri¨® casi dos meses despu¨¦s, en la huelga general del 14 de noviembre de 2012. En aquella ocasi¨®n, se aument¨® de manera considerable la violencia. De hecho, se detuvo a integrantes de las BAF con c¨®cteles molotov listos para ser utilizados. ¡°Estaban muy bien preparados, como lo hacen en Grecia. Llevaban sustancias para se adhirieran a las prendas de las personas contra las que se tiran de forma que no puedan apagarse las llamas¡±, recuerdan mandos de Informaci¨®n. Su intenci¨®n llegaba m¨¢s all¨¢ y no se descarta que su intenci¨®n fuera lanz¨¢rselos a polic¨ªas nacionales, en especial a los integrantes de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (UIP, los antidisturbios) durante alguna encerrona en las calles estrechas del centro de la capital.
El ataque que sufri¨® el Foro Universitario Francisco de Vitoria, en la facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, el pasado 20 de noviembre ha sido una de las ¨²ltimas veces que han actuado juntos. Resultaron heridos cinco j¨®venes de car¨¢cter leve despu¨¦s de que les atacaran con los propios extintores del edificio. Semanas despu¨¦s fueron arrestados 19 supuestos autores de la agresi¨®n.En la capital suelen distribuirse por Carabanchel, Vallecas y Tetu¨¢n. Fuera, se ubican en tres municipios fundamentalmente: M¨®stoles, Alcorc¨®n y Collado-Villalba.
Recientemente ha nacido un grupo nuevo Valdemoro Antifascista (VAF), del que se desconoce el n¨²mero de integrantes. ¡°Se suelen financiar en conciertos en casas okupas y en fiestas privadas, que califican como antirrepresivas, y con charlas. Las entradas cuestan entre dos y cinco euros, m¨¢s lo que sacan de las copas. Aparte venden productos como camisetas¡±, relatan fuentes policiales.
Si por algo se caracterizan estos grupos de ultraizquierda es por un magistral control de las redes sociales. Son capaces de hacer que un determinado tema se convierta en tendencia incluso mundial y que todas las concentraciones y movilizaciones se convoquen en cuesti¨®n de minutos, para la sorpresa de la polic¨ªa. ¡°En una hora pueden lanzar un mensaje y que se hagan eco del mismo miles y miles de seguidores. Eso s¨ª, pasado ese tiempo paran para no saturar la red¡±, a?aden otros mandos.
Aunque parezca que la ultraizquierda y la ultraderecha est¨¢n muy alejadas, les unen bastantes aspectos y formas de actuar. De lo que se han percatado los mandos policiales es que cada vez ingresan m¨¢s j¨®venes y a menores edades en sendos grupos. Las ¨²ltimas detenciones han llegado incluso a chavales de 15 y 16 a?os, lo que en algunos foros ya se considera ¡°muy preocupante¡±. Y la edad en que se jubilan de la lucha activa y directa tambi¨¦n suele ser id¨¦ntica: los 30 o 35 a?os. Muchos de ellos porque ya han encontrado un trabajo estable o indefinido y porque han formado o est¨¢n en ciernes de formar una familia. Ambos aspectos atemperan bastante.
Si la ultraizquierda se mueve en zonas m¨¢s perif¨¦ricas de la capital, la ultraderecha se localiza en el centro. Distritos tradicionales como Moncloa y Salamanca se unen al de Chamber¨ª y Retiro. Adem¨¢s, la polic¨ªa ha detectado en los ¨²ltimos meses los intentos de captaci¨®n de j¨®venes en institutos de este ¨²ltimo distrito, lo que resulta significativo. En la periferia se congregan en municipios con rentas altas, como Pozuelo y Majadahonda, junto con otros m¨¢s humildes, como Parla. ¡°No son grupos est¨¢ticos. Se junta por afinidades o por amistades. Sigue todav¨ªa el tema futbol¨ªstico como los seguidores radicales del Frente Atl¨¦tico y de los Ultra Sur¡±, aseguran fuentes de Informaci¨®n.
Lejos han quedado las agresiones de principios de los a?os noventa en que la ultraderecha, con una clara est¨¦tica de cabezas rapadas, sal¨ªan de caza por Moncloa y apu?alaban a los guarros (en su terminolog¨ªa), es decir, a todo el que no fuera de su tendencia ideol¨®gica. ¡°Ya no se juntan para buscar v¨ªctimas. Eso s¨ª, se cruzan por la calle con alguien que no les guste se lanzan a por ¨¦l. Mantienen esa rivalidad antag¨®nica que viene desde hace d¨¦cadas¡±, describen esas fuentes. La noche y los fines de semana son sus momentos preferidos.
Frente a los mensajes p¨²blicos en redes sociales de los de extrema izquierda, la ultraderecha se caracteriza por utilizar foros muy restringidos para hacer sus acciones y transmitir su ideolog¨ªa. Tambi¨¦n suelen comunicar sus manifestaciones y concentraciones en sitios muy concurridos a la Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid, cosa que no hacen sus contrarios. Abundan los mensajes privados entre personas de confianza, de forma que no entre nadie extra?o al grupo. Tambi¨¦n van mejor armados que sus oponentes. Suelen ser detenidos con navajas y pu?os americanos, y a veces hasta con porras extensibles. Otra de sus armas son los cinturones con grandes hebillas.
La reacci¨®n ante la polic¨ªa y la Guardia Civil tambi¨¦n es opuesta. Si la ultraizquierda se caracteriza por ser combativa hasta sus ¨²ltimas consecuencias, los de extrema derecha suelen demostrar un respeto total hacia los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. De hecho, bastan pocos agentes para filiar a los 300 o 400 asistentes a alguno de sus conciertos. Eso ser¨ªa impensable en el otro extremo, donde es precisa una presencia masiva de UIP adem¨¢s de agentes de paisano.
Uno de los casos m¨¢s graves que han protagonizado estos violentos fue el ataque el 11 de septiembre al centro cultural Blanquerna, en la calle de Alcal¨¢, cuando unos radicales boicotearon los actos del d¨ªa de Catalu?a. La idea surgi¨® en una comida a la que acudieron todos los participantes. Quer¨ªan atacar este acto que consideraron independentista y que atacaba la soberan¨ªa del Estado. La investigaci¨®n policial permiti¨® detener a 19 personas entre septiembre y diciembre de 2012, acusadas de des¨®rdenes p¨²blicos, amenazas, lesiones y da?os. El 23 de enero de este a?o, se detuvo a siete integrantes de un grupo ultra vinculado a la extrema derecha. Estaban acusados de participar en una brutal agresi¨®n ocurrida el 31 de diciembre en el bar R¨ªo Durat¨®n, en la calle de San Epifanio (junto al estadio Vicente Calder¨®n), en el que resultaron apu?aladas tres personas, una de ellas de car¨¢cter grave. A esas detenciones se unieron otros tres imputados, que se presentaron directamente con sus abogados en el juzgado.
Entre los arrestados estaba Javier O. G., de 33 a?os, un bombero del parque de Santa Mar¨ªa de la Cabeza (Usera), en la capital, que ya hab¨ªa sido detenido en otras tres ocasiones. Esta misma semana ha sido detenido como supuesto autor de dos robos con violencia e intimidaci¨®n en una vivienda y en un trastero de Alcorc¨®n y Majadahonda. Tambi¨¦n fueron arrestados otros dos integrantes de los Ultra Sur, entre ellos, Antonio M. M., conocido como El ni?o.
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