La entelequia del biodi¨¦sel gallego
Ninguna de las tres plantas que se asentaron en Ferrol apoyadas en ayudas p¨²blicas ha llegado nunca a fabricar el carburante ecol¨®gico
La gran apuesta empresarial del puerto exterior de Ferrol por el biodiesel result¨® una entelequia. En 2008, la r¨ªa se perfil¨® como el gran productor de este combustible biodegradable desde Galicia para el mundo. Aspiraba a producir el 44% del carburante ecol¨®gico de Espa?a con tres nuevas plantas que promet¨ªan un centenar de empleos y que, parad¨®jicamente, no terminaron de arrancar aunque se beneficiaron de jugosas ayudas p¨²blicas e incentivos a la reindustrializaci¨®n.
?En la explanada de cabo Priori?o, junto a los muelles, hay dos empresas que no fabrican nada. A poca distancia, en el pol¨ªgono industrial de R¨ªo do Pozo, en Nar¨®n, el armaz¨®n de una tercera, tambi¨¦n mimada con fondos p¨²blicos, que ni siquiera se termin¨®. Son tres de las cuatro plantas gallegas que, entre 2006 y 2009, se apuntaron al boom del biodi¨¦sel. Infinita Renovables acaba de cambiar de manos para integrar una gran corporaci¨®n indonesia del aceite que la absorber¨¢ como plataforma estrat¨¦gica para saltar al mercado europeo. Otra, Entab¨¢n Biocombustibles de Galicia, SA, est¨¢ en liquidaci¨®n desde el a?o pasado, y la de Nar¨®n, Biocarburantes Peninsulares, SL, inicialmente vinculada a Eul¨¦n y Enag¨¢s, en manos de un administrador concursal. Entre las tres, calcularon que exportar¨ªan 720.000 de toneladas anuales desde la rada de Caneli?as, y los 90 operarios que contrataron se pasaron m¨¢s tiempo regulados que en activo. Las tres tienen otra cosa en com¨²n: recibieron importantes inyecciones de dinero p¨²blico, al menos 19,2 millones de euros en incentivos, cr¨¦ditos blancos o subvenciones, para empujar la producci¨®n de este combustible a base de aceites vegetales ¡ªcolza, soja o palma importados de Latinoam¨¦rica o Asia¡ª llamado a sustituir a los derivados del petr¨®leo.
Al poco de arrancar en Ferrol, Entab¨¢n e Infinita ya se toparon con la competencia de los productores de Argentina e Indonesia, que fabricaban a menor coste y sin trabas para exportar. ¡°B¨¢sicamente, ellos produc¨ªan m¨¢s barato porque ten¨ªan la materia prima a mano y coparon el mercado¡±, explica Germ¨¢n Amor, del comit¨¦ de empresa de Infinita. Durante a?os, y ya en paralelo a la crisis, los productores espa?oles urgieron a los sucesivos gobiernos centrales a regular los tr¨¢ficos. Se hizo con un decreto de abril del 2011, que qued¨® sin efecto en octubre. ¡°La alegr¨ªa nos dur¨® bien poco¡±, resume Amor. Un limbo jur¨ªdico prolongado que se ha llevado por delante a las dos firmas que apostaron por la fabricaci¨®n de este carburante ecol¨®gico animados por las ayudas a la reindustrializaci¨®n que ofrec¨ªa el Ejecutivo a trav¨¦s del Plan Ferrol.
La m¨¢s grande de las tres es Infinita Renovables, del grupo Isolux Cors¨¢n y el Banco Santander. Se estren¨® en junio de 2009 tras una inversi¨®n de 80 millones para una gran f¨¢brica que ocupa 40.000 metros cuadrados y que promet¨ªa 300.000 toneladas por a?o. La empresa renunci¨® a los 14,4 millones en ayudas del Ministerio de Industria a trav¨¦s del Plan Ferrol, que ten¨ªa preconcedidos en 2008 porque no logr¨® los avales necesarios. No obstante, accedi¨®, al menos, a diez millones en incentivos, ¡°cinco de la Xunta y cinco del ministerio¡±, apunta Germ¨¢n Amor, de acuerdo con la informaci¨®n que proporcion¨® la direcci¨®n a la plantilla.
Los 70 puestos comprometidos se quedaron en 55 y pronto menguaron hasta la treintena. Desde marzo de 2011, la plantilla ha vivido un ¡°calvario laboral¡± de eres y pr¨®rrogas que finaliz¨® en noviembre. Desde entonces, trabajan pero no producen. ¡°B¨¢sicamente, hacemos mantenimiento¡±, explica el comit¨¦. Cinco a?os despu¨¦s de abrir, Infinita cambia de due?os. El puerto ferrolano aprob¨® en febrero la cesi¨®n de las instalaciones portuarias de Infinita a Masol Iberia Biofuels, del grupo Musin Mas, especializado en aceites vegetales y con sede en Sumatra (Indonesia). Suma 700 trabajadores en todo el mundo. ¡°Nos dijeron ¨ªbamos todos dentro del paquete¡±, cuenta Germ¨¢n Amor, hijo del hist¨®rico sindicalista ferrolano Manuel Amor. Pero, el pasado mi¨¦rcoles, la empresa despidi¨® a seis de los 34 empleados que quedaban. Se lo notific¨® por carta aduciendo causas objetivas.
Entab¨¢n, propiedad de un grupo radicado en Zaragoza, destin¨® 48 millones a poner en marcha una f¨¢brica que inaugur¨® Emilio P¨¦rez Touri?o, entonces presidente de la Xunta, en junio de 2008. Presum¨ªa de ser la m¨¢s moderna, con 34 operarios ¡ªse quedaron en 18¡ª para producir 200.000 toneladas cada a?o desde una parcela de 32.000 metros en el puerto. El Gobierno gallego aport¨® al proyecto 4,5 millones a trav¨¦s del Igape y el Ministerio de Econom¨ªa, 1, 8. Busc¨® nuevos due?os sin ¨¦xito y est¨¢ en liquidaci¨®n.
El caso de Biocarburantes Peninsulares es el m¨¢s llamativo. Anunci¨® 120.000 toneladas por a?o con 26 empleados y 20 millones de inversi¨®n, de los que 2,9 eran subvenciones del Igape para una planta que ocupa 8.000 metros cuadrados en Nar¨®n. Contrat¨®, por lo menos, a 10 personas que nunca llegaron a trabajar aunque durante muchos meses, cobraron la n¨®mina sin pisar la f¨¢brica, que no se lleg¨® a inaugurar, seg¨²n la CIG. ¡°Era un cachondeo. Cobraban como si estuvieran en periodo de formaci¨®n pero sin ir. L¨®gicamente, la culpa no era de los trabajadores¡±, explican los sindicatos. La planta, domiciliada en Madrid, est¨¢ en manos de un administrador concursal.
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